¿Sabes de dónde parte la famosa frase ‘sacar las castañas del fuego’ que tanto utilizamos? Justamente de esta fábula, ‘El mono y el gato’. Se trata de una fábula corta de Jean de La Fontaine, para niños y adultos, que explica cómo a veces hay quien se aprovecha de las habilidades de otro para conseguir su propio beneficio.
TIEMPO DE LECTURA: 2 MINUTOS
La fábula de La Fontaine ‘El mono y el gato’
Vivían dos animales muy traviesos con un hombre: un mono y un gato. El mono era muy inteligente pero solo pensaba en jugar, y siempre terminaba metiéndose en problemas. Y el gato era rápido y muy ágil, pero solo pensaba en comer.
Un día, el hombre salió de casa un rato y dejó asándose en una sartén a fuego lento unas castañas. El mono las olió y se relamió al verlas. Pero… ¿Cómo conseguiría sacarlas de la sartén sin quemarse? Entonces llamó al gato y le dijo:
– Mira qué bien huelen esas castañas, gato. Si yo tuviera esas garras tan afiladas que tú tienes y fuera tan rápido como tú, ya me las habría comido todas… Si las sacas, nos las podemos repartir entre los dos.
El gato no se lo pensó dos veces, y se lanzó a por la sartén. Una a una, iba rescatando con sus zarpas las castañas y tirándolas hacia atrás, a pesar de quemarse las patas con cada zarpazo. El mono, por su parte, las iba agarrando al vuelo y comiéndoselas de un bocado.
En ese momento entró el hombre y comenzó a perseguir al gato y al mono. Los animales salieron corriendo y consiguieron escapar del escarmiento del hombre. Pero el mono tenía la barriga llena y el gato, no había comido ni una sola castaña.
Moraleja: «No te fíes de las promesas de aquellos que las usan como engaño»
(El mono y el gato – La Fontaine)
La fábula original de El mono y el gato, escrita por La Fontaine
Aquí tienes la versión original de la fábula El mono y el gato, en verso, escrita por el fabulista francés Jean de La Fontaine:
Eran en una casa comensales
Mono y Gato (traviesos animales).
Por uno u otro modo
entre los dos, lo destrozaban todo.
Un día estaban ambos con sosiego
en el rincón del fuego,
mirando asar castañas,
y preparando sus malditas mañas,
para ver si podían robarlas,
porque veían en ello dos ganancias,
cuanto menos,
los perjuicios ajenos y la utilidad propia.
Dijo el mono, con agradable tono al gato
(cuando salió la cocinera):
«Sácame esas castañas con tu mano,
queridísimo hermano.
Si Dios me hubiera hecho
sujeto de provecho
para sacar del fuego las castañas,
súplicas no te haría tan extrañas».
El gato comedido,
de su ruego movido,
con gracioso manejo,
las fue sacando con gentil despejo.
El simio las mondaba,
y enteras en su buche las guardaba.
Entró la cocinera,
y simio y gato huyeron a carrera.
(Poco contento el gato
de haber hecho un papel tan caro).
Moraleja: «No quedan más gustosos los que por complacer al poderoso, les adulan el gusto, porque al final, terminan cosechando un susto»
(El mono y el gato – La Fontaine)
Qué valores puedes trabajar con la fábula ‘El mono y el gato’
Utiliza esta fábula corta de Jean de La Fontaine del mono y el gato para reflexionar acerca de:
- Los engaños.
- Las propuestas con malas intenciones.
- Aquellos que se aprovechan de otros.
- El sentido de la prudencia.
Reflexiones sobre esta fábula corta, ‘El mono y el gato’
¿Cuántas veces no habremos sido víctimas de algún engaño ante maravillosas promesas? Esta fábula de La Fontaine, ‘El mono y el gato’, nos advierte precisamente de la necesidad de ser desconfiados y sospechar ante ofertas demasiado ‘buenas’:
- No te fíes… : Está claro que aquí hay un engaño y de él sale malparado el gato, al confiar en exceso de las promesas del astuto mono. Si hubiera sido más prudente, y desconfiado, tal vez hubiera podido negociar otra forma de conseguir las castañas y asegurarse de que después obtendría la recompensa.
- Una metáfora política: Sí, existe una posible interpretación ‘política’ de esta fábula. Muchos críticos sostienen que Jean de La Fontaine usó esta fábula para alertar a la sociedad de esos políticos que, como el gato, son ambiciosos y capaces de ‘quemarse las manos’ con tal de conseguir lo que desean, sin reparar en si les mueve un engaño o si al final se quedarán si nada. Y por otro lado, también advierten de esos engaños que llegan mediante la adulación en exceso, tal y como hizo el mono para conseguir que el gato hiciera justo lo que él quería
De esta fábula, El mono y el gato, nació la famosa expresión ‘sacar las castañas del fuego’
- De aquí viene la expresión ‘sacar las castañas del fuego’: Está claro que el gato quiso adular al mono, y cayó sin querer en su trampa. Al final el único que salió ganando fue el mono, porque el gato después de haber hecho el trabajo ‘sucio’, no consiguió absolutamente nada. Y de aquí, de esta fábula, parte la expresión ‘sacar las castañas del fuego’, que se usa cuando alguien soluciona el problema de otro y hace el ‘trabajo sucio’ mientras que es el otro realmente el que sale beneficiado.
Otras fantásticas fábulas con valores para niños y mayores
Si te gustó esta fábula del mono y el gato, puedes encontrar muchas más en esta selección de fábulas con valores:
Aquí tienes algún buen ejemplo de fábulas que también se refieren a la necesidad de desconfiar de las grandes promesas:
- El bufón y el campesino: La única forma de descubrir una mentira o engaño, es desconfiar y reaccionar ante cualquier mínima sospecha. Hay que ser prudentes y estar alerta ante posibles engaños, nos cuenta esta fábula.
- El lobo colgado de un árbol: Esta fábula popular francesa de nuevo nos advierte de aquellas personas que son muy ingeniosas y saben utilizar su inteligencia y astucia para engañar a otros y salirse así con la suya.
- El león viejo y la zorra: Esta fábula corta es de Esopo y aquí nos encontramos con una fantástica defensa ante el engaño. No es otra que la prudencia y la astucia. Sí, usar el mismo arma que utiliza el astuto para engañar, es la mejor defensa.
Y si buscas fábulas narradas para escucharlas, busca en el programa de Fábulas para niños del canal de podcast de Tucuentofavorito.com:
2 respuestas
Gracias por el contenido de su página. Es muy útil para entretener y enseñar a los niños.
¡Muchas gracias a ti!