A los niños les encantan los animales, pero los monos, en concreto, les llaman poderosamente la atención. Esta poesía del poeta mexicano Vicente T. Mendoza, ‘Ahí vienen los monos’, es un divertido poema, muy corto, con el que podrás incentivar a tu hijo en el maravilloso mundo de la lírica mientras se divierten. Pero además te contamos qué otras utilidades tiene esta poesía.
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ToggleLa poesía corta para niños Ahí vienen los monos
Aquí tienes este poema, muy corto y simpático. Después te contaremos cómo utilizarlo con los más pequeños, para aprovechar todo su potencial educativo:
Ahí vienen los monos
de Cualichandé
y el mono más grande
se parece a usted.
Baila la costilla
baila el costillar;
con cuidado chata,
no se vaya a caer.
Ya vienen los monos,
vienen de Tepic
y el mono más grande
se parece a ti.
Baila la costilla,
baila el costillar,
con cuidado chata,
no se vaya a caer.
(‘Ahí vienen los monos’ – Vicente T. Mendoza)
Cómo usar la poesía ‘Ahí vienen los monos’ con los niños pequeños
Los niños más pequeños tienen una capacidad de concentración más baja. Por eso se distraen y dejan de atender con facilidad. Pero con poesías como esta, cortas y con rima, puedes mejorar su atención, su memoria y su comprensión lectora:
- Trabaja su atención: ¿Sabes cómo puedes potenciar la atención de los niños más pequeños? Con poemas cortos, como este de Ahí vienen los monos, y con ritmos y cambios modulares de voz que les llamen la atención. Usa las onomatopeyas, aunque no estén en el texto. A los niños les encanta el sonido de los monos. Puedes, por ejemplo, añadir su sonido cada vez que digas eso de ‘Ahí vienen los monos‘ o ‘Ya vienen los monos’. O bien, señala a alguno de los niños cuando llegue el verso ‘se parece a ti’.
- Añade expresión corporal: Al tiempo que añadas el sonido de estos animales, puedes ayudarte del cuerpo para imitar su simpática forma de caminar. Los niños intentarán imitarlo. También puedes añadir un baile que inventes tú mismo en los párrafos que dicen ‘baila la costilla/baila el costillar’, señalando bien dónde se encuentran las costillas. Es un ejercicio fantástico para conseguir que los niños se desinhiban, mejoren su autoestima y confianza y aprendan a comunicarse sin miedo con todos los demás.
- Trabaja la memoria: Con este tipo de poesías cortas, puedes empezar a trabajar la memoria ayudando a los niños a memorizar el texto entero o parte del poema si son muy pequeños. Les será mucho más fácil si se repite el texto usando gestos y mímica. Y aún mejor si te atreves a ‘cantar’ esta poesía. La música ayuda a memorizar un texto con más facilidad.
- Incentiva la lectura: A los niños les gusta la poesía porque les parece divertida. La rima, el texto corto … Aprovecha que se sienten atraídos por la lírica para incentivar en ellos el amor por la lectura. Se darán cuenta de que los libros pueden ser muy divertidos.
Más poesías infantiles cortas y divertidas
¿Quieres seguir utilizando poesías como esta de ‘Ahí vienen los monos’? Prueba con alguno de estos poemas:
- Un hipopótamo: Sí, son solo cinco versos. Un poema muy, muy corto. Y sí, es fantástico para los más pequeños. Descubre esta genial invención de la poetisa María Elena Walsh.
- El cocinero distraído: En esta ocasión, recurrimos a la gran Gloria Fuertes. Este poema además de ser muy divertido, explica a las mil maravillas a los niños qué sucede cuando se distraen y no se concentran en sus tareas.
- Se mató un tomate: Seguro que los niños empiezan a ver las verduras de forma diferente después de escuchar este divertidísimo poema de Elsa Isabel Bornemann. ¡Todo un disparate con el que los niños disfrutarán!
También puedes usar cuentos cortos para incentivar la imaginación de los más pequeños. Por ejemplo, escuchándolos.
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