Este cuento, ‘Tatú y la capa de fiesta’, es de origen mapuche, de la zona centro-sur de Chile, y nos habla de cómo los celos y las malas jugadas de otros a veces pueden girar en nuestro favor. Sólo es cuestión de saber aprovecharlo… o de karma. Lee con atención la historia y lo entenderás. Más abajo, además, encontrarás reflexiones sobre el mensaje que transmite este cuento mapuche.
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El cuento mapuche ‘Tatú y la capa de fiesta’
Hace mucho, en la zona mapuche, los animales se reunían cada año para celebrar el solsticio de verano. Para ello, organizaban una hermosa fiesta junto al gran lago Titicaca, justo la primera luna llena de esta estación.
Era un momento muy esperado por todos, y siempre se preparaban y arreglaban para deslumbrar al resto. Las gaviotas se encargaban de avisar a todos unos días antes, para que pudiera darles tiempo a buscar sus mejores galas.
Los animales más agraciados por la Naturaleza, sólo tenían que adecentarse un poco, pero el pobre Tatú, el armadillo, de tosco caparazón grisáceo, sentía que debía buscar algo diferente para la fiesta. Ese año, decidió tejer una vibrante capa de colores, con hilos de seda.
– ¡Será la capa más bonita que vieron nunca!- pensó.
Así que Tatú comenzó a tejer en su madriguera. La verdad es que no se le daba nada mal, y tejía rápido, con mucha precisión, y con mucha elegancia. El hilo de seda era delicado, así que tenía mucho cuidado de no estropearlo.
Tutú estaba emocionado. ¡La capa le estaba quedando muy bien! Sin embargo, pasó por allí el zorro y al verle tan atareado preguntó:
– ¿Qué haces, Tatú?
– No puedo contestarte, zorro, que ando muy liado…
– Pero ¿y eso que estás tejiendo? ¿Es para la fiesta?- insistió el astuto zorro.
– Sí, sí… es una capa de seda. Venga, déjame que no puedo perder ni un segundo…
El zorro no pudo evitar sentir unos celos tremendos, y pensó en cómo podía fastidiar al armadillo para evitar que fuera el más elegante de la fiesta.
– Pues sí que tienes que darte prisa, Tatú, porque la fiesta es esta noche… No creo que te dé tiempo a terminar la capa… – Mintió el zorro.
El pobre armadillo dio un respingo asustado. ¿Esa noche? ¿Seguro? ¿Cómo se le había pasado tan rápido el tiempo?
Tatú y la capa de fiesta: el día del evento
El zorro se fue con una media sonrisa, pensando que el armadillo tejería ahora la capa deprisa y mal, y sería el ‘hazmerreír’ de la fiesta. Y sí, Tatú, apurado, pensó en cómo podía terminar a tiempo la capa. Decidió cambiar la seda por lana gruesa. De esa forma, iría más rápido.
Se dio toda la prisa que pudo, y claro, no pudo tejer con cuidado, así que la capa terminó quedando más ‘tosca’ de lo que hubiera querido… Parte de ella era de seda y otra parte, de lana gruesa, y con algunos nudos entrelazados…
Al principio lloró de impotencia, porque no era lo que él quería… Peor aún cuando a la noche, se fijó en el cielo y vio que la luna era creciente.
– ¡El zorro me engañó! ¡Aún no es la fiesta!
Qué mal lo pasó el pobre Tatú, pensando en la mala jugada que le había gastado el zorro y lo extraña que quedó su capa… Sin embargo, el día de la fiesta, el armadillo se puso la capa y al mirarse al espejo, le gustó.
– ¡Qué original! La verdad es que es extraña, pero me gusta… – se dijo.
Y no le faltaba razón: ¡qué buena combinación entre la seda y la lana! Había creado una pieza única, y todos se quedaron admirados al verle llegar. Era, sin duda, el traje más especial, y Tatú lucía con esos alegres y hermosos colores.
Esa fue la noche más especial para Tatú, y lo pasó tan bien, que jamás pudo olvidarlo. Y es que a veces, las malas pasadas de otros, terminan beneficiándonos…
Qué temas puedes trabajar con el cuento ‘Tatú y la capa de fiesta’
Utiliza este precioso cuento mapuche, ‘Tatú y la capa de fiesta’ para reflexionar sobre:
- El pensamiento positivo.
- Los celos y sus consecuencias.
- El esfuerzo y la perseverancia.
- Cómo nos afecta el sentimiento de frustración y engaño.
- El karma.
- La autoestima.
Reflexiones sobre le cuento ‘Tatú y la capa de fiesta’
Muchas veces los celos nos juegan malas pasadas. Pensamos en ‘fastidiar’ a otros y en realidad, terminamos beneficiándolos. Ya ves, la envidia no sirve de gran cosa. Sólo nos provoca daño.
- No pienses en fastidiar a otros y céntrate en ti: Los celos nos llevan a cometer grandes equivocaciones. Ya lo has visto en este cuento de Tatú y la capa de fiesta. El zorro sintió tantos celos hacia el armadillo, que lo primero que pensó es en cómo podía impedir que deslumbrara en la fiesta. En lugar de haberse centrado en cómo deslumbrar él mismo, quiso fastidiar al otro animal. ¿Lo consiguió? No. Cuando intentas apagar la luz del otro, no sólo no lo consigues, sino que su luz brilla aún más.
- También entra en juego ‘el karma’: Cuando intentamos hacer daño a otros, al final el mal nos es devuelto. De ahí, ‘no hagas a otros lo que no quisieras que te hicieran a ti’. Es el llamado ‘karma’, que viene a decir que todos recibimos lo que damos. Lo más inteligente en ‘Tatú y la capa de fiesta’ para el zorro, hubiera sido ayudar al armadillo. Ese acto de generosidad seguro que hubiera sido recompensado y el zorro también hubiera sido protagonista esa noche del triunfo de Tatú.
«Cuando intentamos hacer daño a otros, al final el mal nos es devuelto»
— (Reflexiones sobre el cuento ‘Tatú y la capa de fiesta’)
Más reflexiones sobre el cuento de ‘Tatú y la capa de fiesta’
- No intentes apagar la luz; acércate a ella: En ‘Tatú y la capa de fiesta’, el zorro intentó ‘apagar’ la luz del armadillo, para que no pudiera ser protagonista durante la fiesta. Sin embargo, no pudo conseguirlo. Y él quedó ensombrecido. ¿No hubiera sido más inteligente acercarse al armadillo y beneficiarse de su luz? Debemos aprender a transformar ese sentimiento de envidia que nos hace sentirnos inferiores, y debemos dejar de compararnos con otros. Todos tenemos una luz interior que debemos aprender a potenciar, sin fijarnos en la luz de los demás. ¿No crees?
- El esfuerzo y la perseverancia tienen recompensas: El armadillo se esforzó y perseveró, desde el pensamiento positivo. No se vino abajo ni se derrumbó al escuchar que la fiesta era antes de lo que pensaba. Todo lo contrario, buscó una solución rápida y eficaz. Un plan B. Y le salió bien. Este es un gran mensaje del cuento de Tatú y la capa de fiesta: la necesidad de buscar soluciones a los problemas sin desistir de nuestro camino.
Otros cuentos fascinantes de animales
¿Te gustó el cuento de Tatú y la capa de fiesta? Descubre estos otros cuentos en donde los protagonistas también son animales:
- El duro invierno: Una serie de animales unen sus fuerzas para ayudar a otro, que quedó atrapado en el hielo. Una historia de cooperación y amistad muy hermosa.
- La tortuga Manuelita: Un cuento muy especial para los más pequeños, que ayuda a controlar la emoción de la ira y la frustración.
- El flamenquito feo: Este cuento es similar al conocido ‘patito feo’, pero su protagonista además tiene mucho arte. Una oda a la tolerancia y respeto por las diferencias.
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