Descubre una de las reflexiones más hermosas del libro ‘El Principito’, del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry. Se trata de El Principito y los baobabs, un momento de la historia en la que el narrador recuerda por qué el Principito se dedicaba todos los días a arrancar los baobabs que nacían en su pequeño planeta. Pero, ¿qué significan los baobabs en esta historia? ¡Te lo explicamos!
TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS
La historia de El Principito y los baobabs para niños y mayores
La verdad es que me llevó tiempo conocer al Principito. No solía responder a mis preguntas. En cambio, él tenía muchas para mí. Así que me las ideé para sacar información a través de sus propias preguntas. Por ejemplo, el Principito preguntó por mi avión.
– ¿Qué es eso?- me preguntó señalando el aparato.
– ¿No lo sabes? Es un avión. Bueno, es mi avión.
– ¿Y tú has llegado hasta aquí en él? Ah, te has caído del cielo, como yo… ¿De qué planeta te caíste?
– ¿De qué planeta? ¿Tú vienes de otro planeta?
Pero siempre que preguntaba algo importante, el Principito se quedaba muy callado y pensativo, como si ya me hubiera dado la respuesta y pensara que era tan obvio que no debía responder.
Tal vez yo me estaba haciendo mayor, y empezaba a pensar como los adultos, por eso se me escapaban respuestas que viajaban en el silencio. Entonces recordé que le había dibujado un cordero pequeño en una caja porque dijo que su casa era muy pequeña. Tal vez su planeta era del tamaño de una casa. Imaginé que su planeta tal vez era un asteroide.
– Dibujaré una cuerda para que puedas atar a tu cordero-le dije entonces.
El Principito me miró extrañado:
– ¿Atarle? ¿Para qué?
– Para que no se escape.
– ¿Y por qué iba a escaparse?
– No sé… tal vez empiece a andar y se aleje demasiado…
– En mi planeta por mucho que se aleje, no se alejará demasiado…
El Principito y los baobabs que debía arrancar de su planeta
De pronto el Principito me preguntó si el cordero que le dibujé comía matorrales.
– Sí, supongo que sí- respondí extrañado.
– ¡Qué bien! ¡Entonces también comerá baobabs!
– ¿Baobabs? Pero los baobabs son muy grandes… No podría comerse uno. Ni cien elefantes juntos podrían hacerlo…
El Principito se rió. Le hizo mucha gracia la comparación de los elefantes.
– Pero todos los baobabs grandes antes son baobabs pequeños…
La verdad es que no había caído en ello. La lógica del Principito era realmente asombrosa.
– ¿Y para qué necesitas que tu cordero se coma los baobabs pequeños?
Al fin conseguí que el Principito me contara que en su planeta había semillas de dos tipos: unas buenas y otras malas. Pero eran invisibles porque estaban bajo tierra, así que hasta que no nacía la planta, no sabía si eran buenas o malas…
Los baobabs eran semillas malas porque sus raíces eran tan largas que podrían desintegrar el planeta. Por eso, debía arrancarlas en cuanto nacían
– Y no es tan fácil- dijo el Principito-, porque al principio, los baobabs se parecen mucho a los rosales, y yo no quiero arrancar un rosal.
Entonces lo entendí todo. De hecho, en ese momento sentí la necesidad de gritar:
– ¡Niños, cuidado con los baobabs!
El Principito era en su planeta muy disciplinado, y todos los días dedicaba un tiempo a arrancar las plantas malas para que los baobabs no invadieran su casa. Después, se sentaba a ver algunas de las cientos de puestas de sol que podía observar desde su pequeño planeta. Le encantaba observar puestas de sol, sobre todo cuando estaba triste.
– Un día observé cuarenta y tres puestas de sol- dijo el Principito.
Ese día debía estar muy, muy triste.
Escucha el relato del Principito y los baobabs narrado
Ahora también puedes escuchar este capítulo del Principito y los baobabs narrado. Usa este reproductor o escúchalo AQUÍ directamente en el canal de podcast de Tucuentofavorito.com.
Temas que podrás trabajar con el capítulo del Principito y los baobabs
La historia del Principito y los baobabs, te servirán para hablar de estos temas:
- Dentro de nosotros conviven el mal y el bien.
- Por qué debemos arrancar las plantas malas, las emociones negativas.
- La belleza como bálsamo de la tristeza.
- Por qué necesitamos dar libertad, y no restarla.
Reflexiones sobre el Principito y los baobabs para niños y mayores
Este extracto del Principito y los baobabs sirve para recapacitar sobre numerosos temas. Y es que todo el cuento del Principito está lleno de preciosas metáforas como estas:
- Dentro de nosotros también hay semillas del bien y del mal: Sí, y además también son invisibles. De pronto nace un pensamiento positivo o uno negativo. La historia del Principito y los baobabs nos sugiere un consejo: en cuanto nazca un pensamiento negativo, debes arrancarlo, porque si no, se hará cada vez más profundo y puede llegar a hacerte mucho daño.
- Esas semillas de baobab que también representan a los miedos: Los miedos pueden llegar a ser realmente destructivos. Y al principio, cuando son pequeños, no lo son, pero si crecen, nos destruyen. Son miedos, en plural, porque existen muchos tipos de miedos, como el miedo al fracaso, a la soledad, a no ‘dar la talla’… No dejes que los miedos se hagan grandes y crezcan dentro de ti.
- La dificultad de localizar los pensamientos negativos: Al principio puede que sea difícil localizar un pensamiento negativo. Porque igual que los baobabs y otros matorrales, cuando una emoción negativa nace, comparte algunas similitudes con las emociones positivas. Por ejemplo, al principio de la ira, crees que es porque necesitas conseguir algo, y que ese sentimiento puede ser positivo. Pero en cuanto la ira crece un poco más, te darás cuenta de que no te lleva a nada bueno. Lo mismo sucede con el miedo, que al principio nos advierte de un peligro, pero que según va creciendo, nos paraliza y nos concierte en sus esclavos.
«Los baobabs representan esos pensamientos y emociones negativas que nos destruyen por dentro»
(Reflexiones del Principito y los baobabs)
Más reflexiones sobre el cuento El Principito y los baobabs
- La necesidad de conceder libertad: El Principito se extraña de la idea del aviador (el narrador) de atar a su cordero. No se imagina atarle porque es su amigo, y a los amigos no se les ata, sino que se les da libertad. El Principito propone ofrecer confianza. Además, no se preocupa demasiado porque no tiene mucho espacio para salir corriendo.
- Si estás triste, contempla algo bello: El Principito utiliza una metáfora hermosa para hablar de cómo apaciguar la tristeza. Cada vez que él se siente triste, se sienta a contemplar una puesta de sol. Y es que, la belleza y grandeza de la Naturaleza nos ayuda a alejarnos del sentimiento de la tristeza. Viene a decirnos: ‘eh, ¿cómo vas a estar triste teniendo algo tan hermoso delante? ¿No te es suficiente poder contemplar cada día algo tan bello como es la vida?’.
«La belleza nos ayuda a alejarnos del sentimiento de tristeza»
(Reflexiones sobre El Principito y los baobabs)
Algunas preguntas de comprensión lectora para tu hijo sobre la historia del Principito y los baobabs:
Si utilizas este cuento del Principito y los baobabs con niños más pequeños, podrás ayudarles a entender el mensaje de esta historia con algunas preguntas de comprensión lectora. Por ejemplo, estas:
1. ¿Por qué no necesitaba el Principito atar a su cordero?
2. En el planeta del Principito nacían plantas buenas y plantas malas. ¿Por qué eran malos los baobabs?
3. ¿Por qué se sentaba el Principito a ver una puesta de sol cuando se sentía triste?
Otros relatos de El Principito para niños y mayores
El libro de El Principito está lleno de historias preciosas con mensajes profundos como el de los baobabs. Aquí tienes algunos:
- Sobre la infinita imaginación de los niños, El Principito y el dibujo del elefante y el cordero: Solo con los ojos de un niño se puede llegar más allá de la realidad. Aprende a contemplarlo todo con los ojos de la imaginación.
- La diferencia entre querer y amar, El Principito y la rosa: El Principito amaba a una rosa que creía única en todo el mundo. Pero la rosa era vanidosa y orgullosa y le quería, sí, pero no le amaba. Preciosa historia que nos enseña la diferencia entre amar y querer.
- Las consecuencias de la vanidad, El Principito y el vanidoso: Reflexiona de la manos del Principito acerca de la necesidad de ser más humildes.
- El Principito y el rey: A veces la autoridad no es más que una careta, algo superfluo e innecesario. Y es que a los adultos nos gusta mucho aparentar…
2 respuestas
demaciado hermoso lo que plasma los valores par el ser humano, y como decia mi abuela los valores no cambian, cambiamos nosotros
Y que los valores son universales aplican aqui y en todos los planetas
Está muy interesante y didáctico, fácil de reflexionar y también ayudar a nuestros niños a hacer lo mismo. Gracias!