Reencuentro de Andrés y Don Quijote de la Mancha

Nuevo capítulo de Don Quijote de la Mancha, en una versión adaptada para los niños: Reencuentro de Andrés y Don Quijote. En esta ocasión, y tras abandonar nuestro caballero andante Sierra Morena, junto con el cura, Sancho, Dorotea, Cardenio y el Licenciado, llega hasta una venta en donde paran a descansar. Allí es donde se produce el reencuentro entre Don Quijote y ese joven al que liberó al comienzo de sus andanzas al encontrarlo atado a un árbol y fustigado por su amo.

Este capítulo parte de aquí:

La princesa de Micomicona

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Índice de contenidos

El reencuentro de Andrés y Don Quijote de la Mancha

Durante el camino de regreso de Don Quijote a la aldea, el caballero andante aprovechó para preguntar a su escudero por el encuentro con su amada Dulcinea, de la que Sancho le llevó una carta ‘aprendida de memoria’. Sancho se las vio para inventar todo…desde la altura de Dulcinea, hasta su olor. Y es que en verdad quería ocultar a su amo la verdad, que no era otra que Dulcinea era una simple labradora a la que ni siquiera conocía.

Don Quijote seguía endiosando a su amada, a pesar de los comentarios de Sancho, que tendían a ‘humanizarla’. Menos mal que pronto llegaron a una venta en donde pararon para descansar. Fue allí en donde se produjo el reencuentro. Un joven de pronto se acercó a Don Quijote y le dijo:

– ¡Ay, señor mío! ¿Me recuerda su merced? Soy el mozo Andrés, el mismo al que usted liberó de una encina.

Don Quijote le reconoció al instante y le dio la mano. Dijo al resto:

– ¡Para que vean todos por qué debe haber caballeros andantes! Caballeros que luchen por la justicia y el bien y deshagan las maldades de otros…

Escuché un buen día cerca de un bosque unos gritos lastimeros, y al acercarme vi a este joven, desnudo de cintura para arriba, atado a una encina. Un villano le golpeaba con una correa. El necio era su amo, y aseguraba que le golpeaba porque era su siervo… sin más razón que esa. Él aseguraba que se llevaba dinero de sus arcas, y el joven me aseguró que solo pedía su salario.

Conseguí que el hombre jurara que pagaría al joven todo lo que le debía…

Reencuentro de Andrés y Don Quijote y la sorpresa del joven

– Todo lo que vuestra merced ha dicho, es verdad- dijo Andrés– salvo el final. Todo sucedió de forma contraria.

– ¿Cómo dices?- preguntó extrañado Don Quijote.

– No solo no me pagó mi amo, sino que después cuando vuestra merced se fue, me volvió a atar a la encina y me dio nuevos latigazos. Tantos, que me quedé desollado. Tal me dejó el cuerpo, que hasta hace poco he tenido que estar en un hospital…

– ¡Diantres! ¿Cómo dices? ¡Eso no puede ser! Le dije que si no cumplía su promesa, le perseguiría alá donde estuviera… ¡Sancho, ensilla a Rocinante, que partimos!- dijo entonces Don Quijote decidido a vengar la mala suerte del joven Andrés.

Pero entonces, Dorotea fue a por él y le dijo:

– No puede hacer tal cosa, mi admirado caballero andante… Me hizo una promesa que debe cumplir.

– Vaya, es cierto… Andrés, deberás tener paciencia hasta mi vuelta, pues antes debo cumplir con esta bella princesa. A la vuelta, buscaré a ese villano y le daré su merecido.

Entonces, para sorpresa de todos, el joven Andrés dijo:

– Quédese usted con sus historias y deme algo para llegar a Sevilla. Mucho mejor que cualquiera de sus venganzas. De nada me sirven ni me servirán los caballeros andantes…

Sancho entonces le ofreció un poco de pan y queso. Andrés los cogió de mala gana y se fue, al tiempo que decía a Don Quijote:

– Si alguna vez me vuelve a encontrar, no me socorra ni ayude. Déjeme con mi desgracia, que no será tanta como su ayuda recibida. Dios le maldiga, a usted y a todos los caballeros andantes que haya en el mundo.

Don Quijote, lleno de ira, fue a levantarse, pero Andrés se puso a correr y desapareció pronto de su vista. Quedó con esta historia Don Quijote muy avergonzado. El resto decidió evitar cualquier risita.

Qué temas puedes trabajar con el capítulo del reencuentro de Andrés y Don Quijote

Utiliza este capítulo del Quijote, el Reencuentro de Andrés y Don Quijote, para reflexionar acerca de:

La gratitud frente a la ingratitud.
Las mentiras.
El sentimiento de ira y de venganza.
Las promesas.

Reflexiones sobre el Reencuentro de Andrés y Don Quijote

No siempre hacemos el bien cuando pensamos hacerlo… Las falsas promesas luego nos dan desagradables sorpresas. También la ingratitud de aquellos a quienes en su día intentamos ayudar…

Creerse las falsas promesas: Don Quijote se creyó las promesas del amo de Andrés y se fue convencido de que le había ayudado. En este reencuentro de Andrés y Don Quijote, nos damos cuenta de que las mentiras saben disfrazarse de verdad tan bien, que a veces nos las terminamos creyendo… El amo de Andrés no cumplió su promesa, y Andrés, lejos de ser ayudado, empeoró su situación. De hecho, esto generó en él recelo y falta de confianza hacia los caballeros andantes.

¿Cómo creer a quien te falla?: Pensarás que Andrés es un ingrato, y sí, en cierta manera lo es, ya que Don Quijote en el fondo pensó que le había ayudado. Pero Andrés pasó peores penurias por el intento del Quijote de ayudarlo. Su amo se enfadó aún más. Esto hizo que Andrés perdiera la confianza en los caballeros andantes. No le habían ayudado. Es más, había empeorado todo… De ahí que en el reencuentro de Andrés y Don Quijote, se viviera esa desagradable escena final en la que el joven Andrés maldice a Don Quijote y a todos los caballeros andantes.

Una reflexión más sobre el reencuentro de Andrés y Don Quijote

Las emociones que nos trastocan: Don Quijote siente en cierto momento una gran ira hacia el joven Andrés al escuchar de su boca aquella maldición. Desea vengarse por su ingratitud, pero al final Andrés se escabulle. La ira nace precisamente de los engaños, la frustración, la ingratitud… el sentimiento de injusticia. Pero no la ira, sin embargo, no soluciona nada de esto. En este reencuentro de Andrés y Don Quijote, ambos sienten ira y frustración: Andrés, al sentirse engañado, ya que finalmente no consiguió la protección del caballero andante. Y en el caso de Don Quijote, por sentir la ingratitud del joven Andrés.

«La ira puede nacer de la frustración, el engaño, la injusticia…»
— (Reflexiones sobre ‘El reencuentro de Andrés y Don Quijote’)

Otros capítulos de Don Quijote para niños

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Los molinos de viento: Quizás una de las aventuras más conocidas de nuestro caballero andante, que confunde unos molinos de viento con enormes gigantes. ¡Muy divertido!