La princesa de Micomicona. Don Quijote de la Mancha para niños

Aquí encontrarás adaptado para niños el capítulo de Don Quijote de la Mancha sobre ‘La princesa de Micomicona’, personaje interpretado por Dorotea, una hermosa joven que huía del desamor y el desengaño de un noble que la engañó. Descubramos quién dice ser la tal Micomicona y qué tiene que ver con Don Quijote…

TIEMPO DE LECTURA: 7 MINUTOS

Esta historia, por cierto, es continuación de esta otra:

Don Quijote y la princesa de Micomicona

La princesa de Micomicona y Don Quijote de la Mancha
Don Quijote y la princesa de Micomicona

Tanto a Sancho Panza, como al cura, el barbero, el licenciado y Cardenio, les pareció buena idea la propuesta de Dorotea para conseguir que Don Quijote entrara en razón y abandonara Sierra Morena.

Dorotea se puso su vestido y unas joyas que había guardado, y en verdad parecía una princesa.

– ¡Ya está!- dijo entonces el cura- ¡Dorotea será la heredera del reino de Micomicón! Pedirá a Don Quijote un don y él no podrá negarlo. Claro está que al ser este su reino, Dorotea será la princesa de Micomicona.

– Debería mi amo casarse con esta bella dama, la princesa de Micomicona- dijo Sancho.

Todos estaban realmente asombrados de hasta dónde podía llegar tanta fantasía. Pero les pareció bien. Sancho Panza les llevó hasta donde estaba su amo, ya vestido. En cuanto le vio, Dorotea saltó de un brinco de la mula y se arrodilló ante él:

– De aquí no me levantaré, oh, valeroso caballero, si no me concede su gloriosa causa un don- dijo.

– Antes levante su hermosura de la tierra…

– No señor, hasta que me conceda el don…

Sancho Panza aprovechó para añadir lo siguiente:

– Bien puede usted, mi amo, conceder a tal dama el don que pide, el de matar a un gigantón de nada, pues tal dama no es otra que la princesa de Micomicona, del reino de Micomicón de Etiopía.

– Haré lo que me dicte la conciencia, mi querido Sancho, sea quien sea la doncella…

Y volviéndose a ella, le dijo:

– Le concederé el don, bella dama…

Qué pide a Don Quijote la princesa de Micomicona

– Pues lo que le pido es que me siga a donde yo le diga, sin entretenerse por el camino, para ayudarme a vengarme de un traidor que intenta usurpar mi reino.

– ¡Pues no perdamos el tiempo!- dijo Don Quijote al tiempo que mandaba a Sancho ensillar a Rocinante.

Consiguieron de esta forma sacar de allí a Don Quijote, y dirigirle hacia el pueblo sin que él sospechara nada, ya que Dorotea constantemente recordaba que ese era el camino de su reino…

– Yo cumpliré mi promesa- dijo entonces Don Quijote- pero debo pedirle, bella dama, que me cuente cómo terminó invadido vuestro reino.

Tanto el cura como el barbero, el licenciado y Sancho, que intentaban de vez en cuando aguantar la risa por tal ‘teatrillo’, se colocaron junto a ellos para escuchar la historia que Dorotea estaba a punto de inventar:

– Verá, valiente caballero- empezó a narrar la joven- Mi padre se llamaba Tinacrio el Sabidor, y era un gran conocedor de la magia. En esto que vio su futuro y me dijo que pronto moriría mi madre, la reina Jaramilla, y que también moriría él, dejándome huérfana por completo.

Aunque no es esto lo que le preocupaba, sino el saber que un gigante de una ínsula próxima, Pandafilando de la Fosca Vista, me lo intentaría quitar todo. Se llama Pandafilando de la Fosca Vista… porque es bizco.

Sin embargo, también vio mi padre que se podía poner remedio, anulando al dichoso gigante antes de que lo destruyera todo. Me dijo mi padre que partiera a las Españas, y buscara a un caballero andante llamado Don Azote… Don Gigote…

– ¡Don Quijote, mi querida dama!- apuntó Sancho Panza.

– ¡Eso mismo… ¡Don Quijote!, famoso ya en toda la Mancha. Que era un caballero alto, muy esbelto y con un lunar…

Lo que podría conseguir Don Quijote gracias a la princesa de Micomicona

– ¡Ayúdame a mirar, Sancho, si tengo ese lunar!- dijo entonces Don Quijote- ¡Ayúdame a desnudarme!

– Quite, quite, que no hace falta- dijo entonces el escudero- ¡Si ya sé yo que tiene un lunar en mitad del espinazo! Sin duda, era el caballero predestinado…

– Basta que haya lunar, así que estaba escrito- dijo Dorotea- Así que bendigo mi suerte de haber encontrado al fin al caballero que buscaba, que me ayudará a dar muerte a Pandafilando de la Fosca Vista para recuperar mi reino… Y dijo mi padre, dejó por escrito, que si conseguía este objetivo, podría vuestra merced casarse conmigo y heredar así todo mi reino de Micomicón.

– ¿Qué te dije, Sancho? Al fin tendrás tu ínsula y tu reina…

Sancho Panza, de un brinco, se postró de rodillas ante Dorotea y besó sus manos. Ella, quedó perpleja por la inocencia de ambos…

– Pero señor- dijo Sancho- ¿Se casará entonces con la princesa?

En esto que Don Quijote enfureció con su escudero:

– ¿Y olvidar a Dulcinea? ¡Nada de eso!

Sancho Panza comenzó entonces a alabar a la princesa de Micomicona, frente a la ‘desconocida’ Dulcinea, lo que enfadó mucho más a Don Quijote, que terminó dando una paliza a su escudero.

Menos mal que Dorotea puso paz y le insistió a Sancho Panza para que se disculpara con su amo:

– Sancho, tendrás una embajada aunque no me despose con la princesa. Es una promesa que sabes que cumpliré- le dijo.

Quedaron en paz entonces y siguieron su camino.

Qué puedes trabajar con la historia de La princesa de Micomicona

Utiliza este capítulo de La princesa de Micomicona para reflexionar sobre:

  • Las mentiras piadosas.
  • El valor de la honestidad.
  • La imaginación, el ingenio.
  • El valor de la fidelidad.

Reflexiones sobre La princesa de Micomicona

Ya ves, al final con argucias y pequeñas ‘mentiras piadosas’, consiguieron sacar de Sierra Morena a Don Quijote, lugar en donde vivía aislado y en donde enloquecía aún más:

  • ¿Podemos usar las mentiras piadosas?: En ‘La princesa de Micomicona’, los amigos de Don Quijote y Dorotea inventan una historia falsa para conseguir que Don Quijote abandone el lugar en donde ha decidido aislarse del mundo. Ya que se niega a abandonar ese retiro que tanto daño le estaba haciendo, se ven obligados a usar esta pequeña ‘mentira piadosa’. En este caso, lo hacen por su bien, ya que necesitan que regrese con todos al pueblo para ayudarlo a recuperar la razón, lo que reabre la eterna pregunta… ¿se pueden usar este tipo de mentiras? ¿Tú qué piensas?
  • La imaginación de Dorotea: Todos quedan asombrados de la capacidad de la joven Dorotea para inventar una historia llena de fantasía. La imaginación nos ayuda a construir de forma ingeniosa una ‘salida’ a un problema. Ya ves que en esta ocasión, surtió efecto, y los amigos de Don Quijote pudieron salvarle de su aislamiento gracias al atractivo de la fantasía, que tanto poder ejercía sobre el caballero andante.

«La imaginación muchas veces nos ayuda a buscar solución a un problema.»

— (Reflexiones sobre ‘La princesa de Micomicona’)

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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