Los sueños del sultán. Cuento sobre las mentiras ‘piadosas’

Hay que reconocer que no todas las mentiras son iguales. Este cuento de Sergio Tofano, ‘Los sueños del Sultán’, nos deja claro que no es lo mismo mentir para sacar un provecho propio mientras que se hace daño o se perjudica a otros, que mentir para provocar un bien y ayudar a evitar un daño. Así dicho, tal vez te resulte extraño, pero después de leer este cuento, lo entenderás mucho mejor. Además, también encontrarás un análisis del relato más abajo.

El cuento sobre las mentiras piadosas ‘Los sueños del sultán’

El sueño del sultán, un cuento sobre las mentiras piadosas
El cuento del sueño del sultán

Cuentan que en un lugar llamado Muizaiseifeim, gobernó un sultán un tanto arisco e irritable, de nombre, Mamaluc Pachá. Pues este sultán, Mamaluc, tenía entre sus defectos el exigir que todos hicieran lo mismo que él. Que el sultán comía, pues el resto comía. Que él leía, pues el resto leía.

Pasó un día que Mamaluc perdió el sueño. Sin saber por qué, no podía dormir. Al tercer día de insomnio, pidió a su comandante que ordenara a todo el mundo que dejara de dormir. Al fin y al cabo, todos tenían que hacer lo mismo que él.

– Desde hoy, está prohibido dormir en todo el reino- dijo el sultán.

A regañadientes, tanto los miembros de la corte, como los súbditos en todo el reino, pasaron esa misma noche en vela. Y una segunda noche. Y una tercera… Bueno, la tercera ya les costó más. El comandante tenía que supervisar por toda la corte que nadie durmiera, y luego salía por las calles del reino para sacudir con fuerza a aquel que intentaba dormir.

La cuarta noche fue más complicada. A muchos se les cerraban los ojos, y el comandante tuvo mucho trabajo en su guardia nocturna. Pero a la octava noche, ocurrió lo que tenía que ocurrir: el comandante no pudo más y se durmió. Concretamente, en la bañera. Y dormido el comandante, el resto no tuvo ningún impedimento en cerrar al fin los ojos.

Los sueños del sultán: el día del gran sueño

Toda la corte y todo el reino se sumieron en un profundo sueño. Tal es así, que el sultán, al no escuchar nada de ruido, decidió salir de su cuarto a investigar qué pasaba.

Lo primero que oyó fue un leve sonido… el de unos ronquidos. En el salón, bajo la mesa, vio a todos sus ministros durmiendo a pierna suelta. En la cocina, tanto el cocinero como sus ayudantes, dormían profundamente. Y el colmo de los colmos fue cuando encontró al comandante durmiendo plácidamente en la bañera.

El sultán, muy enfadado, regresó a su cuarto, pensando en el escarmiento que debía dar a todos. Pero tuvo que esperar bastante a que se despertaran… Tanto su corte como todos los súbditos del reino, durmieron durante ocho días seguidos.

Al octavo día, el comandante se levantó con mucha energía de la bañera, y fue a ver al sultán.

– ¡Cómo te atreves!- gritó el sultán muy enfadado- ¡Habéis desobedecido mi orden! ¡Todos habéis dormido!

El sultán, muy digno, respondió:

– ¿Dormir nosotros? ¡Claro que no, majestad! Es más, venía a felicitarle porque al fin pudo dormir y curar su insomnio.

La respuesta del comandante sobre los sueños del sultán

– ¿Cómo dices? ¿Dormir yo? ¡Sois vosotros los que os habéis dormido! ¡Yo os vi!

– Nosotros no dormimos, vigilamos su sueño. ¡Ya lo tengo! ¡Será que nos vio en sueños!

– ¿En sueños? ¡Si te vi durmiendo en la bañera!

– En sueños, majestad…

– ¡Y los ministros dormían bajo la mesa del salón!

– Los vería mientras dormía… en sueños…

– El cocinero, el ama de llaves… todos dormían en la cocina.

– En sueños, en sueños…

El caso es que repitió tantas veces el comandante la frase ‘en sueños’, que el sultán terminó por creérselo.

– Entonces, ¿he dormido?- preguntó algo extrañado el sultán.

– Sí, majestad, durante muchos días además… Al fin se curó su insomnio.

– ¡Pero eso hay que celebrarlo! ¡Organizaremos una fiesta para todos! ¡Y regalaré un carro lleno de grano a cada uno de los súbditos!

El comandante inclinó la cabeza en señal de agradecimiento y salió de la estancia dando un gran suspiro (de felicidad). Sabía que había mentido al hablar así de los sueños del sultán, pero había salvado la vida de muchas personas…

Qué temas podemos trabajar con el cuento ‘Los sueños del sultán’

Utiliza este original cuento del director de cine italiano Sergio Tofano, ‘Los sueños del sultán’, para reflexionar acerca de:

  • Las mentiras. Tipos de mentiras.
  • La astucia para resolver problemas.
  • La injusticia y la tiranía.

Reflexiones sobre el cuento ‘Los sueños del sultán’

Sorprende que alguien como Sergio Tofano, un director de cine italiano muy famoso de mediados del siglo XX, tuviera también esta habilidad con la escritura infantil. Este cuento, ‘Los sueños del sultán’, explica que no siempre una mentira es mala. A veces puede llegar a evitar una gran injusticia. Pero hay que saber muy bien cuándo deben utilizarse:

  • Las llamadas ‘mentiras piadosas’: Se llaman así a esas mentiras que intentan evitar un daño a otros. A veces ocultan parte de una información y otras, como en el caso de este cuento, ‘Los sueños del sultán’, directamente transforman la realidad o le dan la vuelta a algo en concreto. Se utilizan como herramienta de la justicia, cuando alguien intenta por ejemplo imponer su tiranía o hacer daño a otros de forma injusta. Es el caso de esta historia, en donde un soberbio sultán, intenta castigar a sus súbditos por desobedecer una orden totalmente injusta. ¿Por qué debían todos sufrir lo mismo que sufría él?
  • La mentira como aliada del ingenio: El comandante supo utilizar de forma muy inteligente una mentira que serviría para hacer el bien a muchas personas, o más bien, para evitar un mal, un castigo totalmente injusto. El ingenio jugó aquí un papel importante. El comandante tenía un problema, y todos los súbditos. Para solucionarlo, el comandante pensó con rapidez qué podía hacer. El ingenio salió rápidamente en su ayuda, y le sugirió usar una ‘mentirijilla’ para hacer creer al sultán que todo había sido un sueño. En ‘Los sueños del sultán’, el comandante era consciente de que estaba mintiendo, pero tenía la conciencia tranquila, porque lo hacía para solucionar un problema y evitar un daño a todos los súbditos.

Otros fantásticos cuentos infantiles

Si te gustó este cuento de ‘Los sueños del sultán’, prueba a leer también estos otros. Están repletos de valores y mensajes maravillosos:

  • La cucaña: Este precioso cuento parte de un extracto del libro ‘El camino’, de Miguel Delibes, y describe el momento en el que un niño decide probar suerte con el juego de la cucaña, que consiste en trepar por un palo muy alto. ¿Lo conseguirá?
  • El murciélago: Un cuento maravilloso de Eduardo Galiano, que nos habla de la vanidad, de la ingratitud y de sus consecuencias.
El murciélago, un cuento de Galeano
Cuento El murciélago
  • La llave de oro: Este cuento, aunque no lo parezca, es de los hermanos Grimm. Es muy original, porque como verás cuando lo leas, no tiene final… Lo importante lo encontrarás en el nudo de la historia.

Y si buscas cuentos narrados, los encontrarás entre todos estos podcast:

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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