Descubre la historia de doña Clara y Don Luis, que se narra en los capítulos XLIII y XLIV de la primera parte de Don Quijote de la Mancha. Además de esta historia de amor, también se cuenta cómo Don Quijote fue atado por una burla de dos mujeres de la venta en donde estaba. No te pierdas esta nueva aventura del caballero andante. Aquí encontrarás un resumen, adaptado, de ambos capítulos.
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La historia de doña Clara y don Luis, capítulos XLIII y XLIV de Don Quijote
Doña Clara dormía en la habitación de las mujeres, en la venta en donde Don Quijote hacía guardia en el patio y en donde el padre de Clara se había reencontrado con su hermano, que había conseguido huir de su prisión en Argel gracias a una bella mora que le ayudó a escapar.
Dorotea escuchaba ensimismada el canto del mozo de mulas. Los versos de su canción eran melancólicos y hermosos:
‘Marinero soy de amor
y en su piélago profundo navego sin esperanza
de llegar a puerto alguno.
Siguiendo voy a una estrella
que desde lejos descubro,
más bella y resplandeciente
que cuantas vio Palinuro… ‘
Era tan dulce, y una voz tan aterciopelada, que Dorotea decidió despertar a Clara.
– Despierta, debes escuchar esta voz tan hermosa.
Pero la joven, al escucharla, comenzó a temblar. Su desasosiego le llevó a acurrucarse aún más en la cama y taparse los oídos.
– Pero qué os pasa, ¿qué tenéis? ¿Por qué tembláis?- preguntó extrañada Dorotea- No es más que el mozo de mulas cantando una hermosa canción de amor…
Clara comenzó a llorar y entre lágrimas confesó a Dorotea sus emociones:
– Eso pensáis, pero ese que canta con tan bella voz no es mozo de mulas, sino un rico y loable caballero. Por favor, nada de esto contéis, que mi padre no se entere… Pero ese mozo en realidad vivía frente a nuestra casa. Es hijo de un noble poderoso. Y un día, no sé en qué momento, me vio… y se enamoró de mí. Al menos es lo que me dio a entender.
Constantemente me buscaba con la mirada. Aprovechaba cuando su padre salía para rondar nuestra casa. Yo abría las cortinas y nuestros ojos se enlazaban como llamas de fuego. Pero pronto mi padre anunció nuestro viaje. Y él decidió vestirse como mozo de mulas para seguirme. Ya le vi en otra de nuestras paradas… Pero si su padre se enterara…
Es un hijo muy querido, pero con mucha clase, de gran linaje. Pondría el grito en el cielo si supiera de su amor por mí, hija de un letrado… de tan baja cuna…
– No temas, no llores más… Mañana con la luz del día lo verás todo más claro. Dejemos que pase la noche y veremos cómo solucionarlo.
«Ese que canta con tan bella voz no es mozo de mulas, sino un rico y loable caballero»
(La historia de doña Clara y don Luis)
La historia de doña Clara y don Luis: Don Quijote, atado
Las palabras de Dorotea consiguieron calmar a la joven Clara. E intentó dormirse de nuevo. Mientras, Don Quijote seguía en el patio a lomos de Rocinante, vigilando lo que para él era un castillo, y no una venta. La hija de la ventera y la criada, Maritornes, le vieron desde un pequeño agujero.
Don Quijote recitaba versos de amor para Dulcinea… y a las muchachas se les ocurrió gastarle una broma. La hija de la ventera le llamó, y Don Quijote acudió hasta donde estaba. Mientras, Maritornes buscó unas cuerdas.
– Oh, acérquese, Don Quijote, que debo pedirle un favor- dijo la hija de la ventera.
Don Quijote, para estar más cerca, se puso de pie sobre Rocinante.
– Querría contemplar la mano de un valiente caballero. Si su merced me la acercara…
– Cómo no, hermosa dama- dijo galante Don Quijote.
Al tomar la mano la hija del ventero, su criada aprovechó para pasar la cuerda por la muñeca y atarla al picaporte de la puerta. Entre risas, se fueron corriendo.
– ¡Diantres! ¿Qué ha pasado? ¿Por qué tengo la mano atada?
Al no ver a las mujeres, Don Quijote, que recordó que el castillo estaba encantado, pensó que aquello era fruto de la brujería.
– Espero que Rocinante no se mueva o me quedaré colgando del brazo- se dijo el caballero andante, quien no tuvo más remedio que quedarse allí de pie, a la espera de que alguien pudiera ayudarle.
Pasaron las horas con la suerte de que el fiel caballo del Quijote era tranquilo y no se movió ni un ápice. Llegó el amanecer y unos hombres se asomaron por la puerta de la venta.
– ¿Hay alguien? – gritaron.
– ¡Silencio!- respondió el Quijote- Que aquí en el castillo todos duermen.
– ¿Castillo, dice? ¡Si es una venta! ¿Por qué no sale el ventero a recibirnos?
– ¡No ose a decir mentiras! Es un castillo y los de dentro, nobles.
Uno de los caballos de los recién llegados se acercó a Rocinante y el caballo entonces se movió. Don Quijote se precipitó al suelo, de forma que sólo con las puntas de los pies tocaba el suelo. Alterado, comenzó a gritar y es entonces cuando el ventero salió , alarmado por tanto jaleo.
Justo en ese momento, la hija del ventero y su criada, que también se despertaron, soltaron la cuerda que ataba la muñeca del Quijote, y quedó liberado. Desafiante, saltó sobre Rocinante y se colocó en posición de lucha frente a los recién llegados.
«Don Quijote, que recordó que el castillo estaba encantado, pensó que aquello era fruto de la brujería».
(Historia de doña Clara y don Luis)
La historia de doña Clara y Don Luis: el mozo de mulas
– ¡Por fin sale el ventero!- dijeron éstos.
– ¡Es castillo, se lo he dicho!- dijo enfadado Don Quijote.
El ventero, les dijo entonces:
– No le hagáis caso… que perdió el juicio hace tiempo.
– En realidad andamos buscando a un joven, de unos quince años, que se hace pasar por mozo de mulas. Es en verdad don Luis, hijo de un noble de León.
– No sé si estará en la venta, porque entraron ayer muchas personas… Pero echad un vistazo, pues- dijo el ventero.
Y en efecto, encontraron lo que buscaban. Uno de los caballeros asió por el brazo a don Luis y del sobresalto, se despertó. El mozo que dormía a su lado escuchó todo, y entró en la venta a informar de que un joven mozo de mulas era llevado a la fuerza por cuatro hombres que aseguraban que era un noble disfrazado…
– ¿Cómo me encontrasteis?- preguntó el joven Luis.
– Fue fácil… averiguamos que seguías a ese coche de caballos… el del letrado. Nos lo contó un estudiante con el que hablaste.
– Yo no quiero volver hasta que de por finalizada mi tarea.
– Eso se lo dirás a tu padre cuando llegues. Tenemos la misión de llevarte de vuelta, quieras o no.
– Tendréis que matarme, pues.
A todo esto, Dorotea, al enterarse de lo que pasaba, decidió contarle a Cardenio la historia del joven Luis y Clara. Cardenio le prometió hacer todo lo posible por ayudarles.
Entraron los cuatro hombres con don Luis a la venta. Allí estaba también el oidor, padre de doña Clara, quien le reconoció, pues era el hijo único de su vecino, el noble.
– ¿Cómo vos por aquí y con estos harapos?- preguntó extrañado el letrado- Andará su padre preocupado.
El joven, tomando de la mano al oidor, comenzó a llorar:
– Es por su hija, doña Clara, porque quien mi corazón late con fuerza desde que la vi la primera vez. La seguiré allá donde vaya y haré lo necesario por estar cerca. Mi único fin es pedir su mano y casarme si ella lo desea…
El padre de Clara, confuso, pensó en que su vecino tal vez no diera su beneplácito. Al fin y al cabo, don Luis era su heredero, y de alto linaje.
– Debemos hablarlo todo con calma- respondió al oidor.
Y de pronto, comenzó otro gran revuelo: el barbero al que Don Quijote en su momento quitó la bacía, la reconoció: era aquel al que el Quijote llamaba yelmo de Mambrino. Y fue por él por quien comenzó una discusión tremenda.
«Es por su hija, doña Clara, porque quien mi corazón late con fuerza desde que la vi la primera vez»
(Historia de doña Clara y don Luis)
Las claves de este capítulo de don Quijote, de la historia de doña Clara y don Luis
Estas claves te ayudarán a entender más la historia de doña Clara y don Luis:
- En el capítulo XLIII de Don Quijote, donde se narra la historia de doña Clara y don Luis, la hija del oidor, Juan Pérez de Viedma, llamada Clara, le cuenta a Dorotea quién es el mozo de mulas que canta tan bien. En realidad se trata del hijo único de un noble de León, enamorado de ella.
- En el capítulo XLIV, don Quijote es burlado por la hija de la ventera y su criada, quienes atan su mano al picaporte de una puerta. Ya por la mañana, unos hombres llegan a la venta en busca del joven Luis. Son los hombres de su padre, quienes tienen la misión de llevarle de vuelta a su hogar. Él se niega.
Qué podemos trabajar con este capítulo de la historia de doña Clara y don Luis
Utiliza estos capítulos del Quijote referentes a la historia de doña Clara y don Luis para trabajar:
- El verdadero amor y sus sacrificios.
- La honestidad.
- El valor de la perseverancia.
- Las burlas hacia el amor platónico.
- La falta de empatía y crueldad.
Reflexiones sobre la historia de doña Clara y don Luis
El amor a veces nos lleva a hacer grandes sacrificios, y a librar grandes batallas, como en este caso de la historia de doña Clara y don Luis, en la que se muestra un joven capaz de dejar su cómoda vida por la mujer de la que está enamorado:
- El amor todo lo vence: Sin duda, esta historia de doña Clara y don Luis simboliza como ninguna esa pasión del amor joven y emocional, ese amor que quema y que lleva a hacer locuras. Un amor arrollador capaz de salvar cualquier obstáculo, también social o de clases. En este caso, don Luis pertenece a una clase alta, mientras que doña Clara es de una clase más humilde.
Nada le importa al joven Luis, que lucha contra los deseos de su padre con tal de seguir los designios de su corazón. El amor es el arma más poderosa, capaz de enfrentarse a los grandes obstáculos con determinación.
- Ante todo, perseverar: El joven don Luis se podría haber rendido. Tuvo que hacer un viaje largo y repleto de penurias. Dejó las comodidades, el dinero, su posición… En la historia de doña Clara y don Luis, la perseverancia es un pilar esencial para lograr un objetivo. Y don Luis no estaba dispuesto a tirar la toalla, a pesar de encontrarse con ‘una piedra’ difícil de salvar, en el momento en el que los hombres de su padre fueron a buscarlo.
Más reflexiones sobre La historia de doña Clara y don Luis
El amor no entiende de prohibiciones: A pesar de que el padre de don Luis intenta frenar los impulsos de su hijo, no lo consigue. El amor no puede frenarse. Es como una ola cuya fuerza todo lo arrasa. Por eso, en la historia de doña Clara y don Luis, ni los hombres del padre del joven noble pueden hacerle cambiar de idea. Su objetivo es claro. Su amor, también. Este amor contrasta con el amor idealizado y platónico de Don Quijote, quien insiste en amar a una Dulcinea que apenas conoce…
- La crueldad hacia ‘el loco’: Para Don Quijote el amor por Dulcinea es tan real como el de doña Clara y don Luis, pero ante los ojos de los demás, es un amor inventado que parte de un loco. De ahí que la hija de la ventera y su criada se burlen sin compasión de él, y le humillen demostrando una inmensa falta de empatía y bondad.
La vida real está repleta de crueldad, y Cervantes no se olvida de mostrarlo a través de estos personajes secundarios. Y es algo completamente extrapolable a nuestra época. Aquellos que no siguen las normas, que se atreven a desafiar al orden establecido, que portan por bandera unos ideales sólidos y nobles, muchas veces son diana de críticas y burlas.
«El amor no puede frenarse. Es como una ola cuya fuerza todo lo arrasa»
— (Reflexiones sobre la historia de doña Clara y don Luis)
Otras fascinantes historias de Don Quijote de la Mancha
¿Te gustó la historia de doña Clara y don Luis? Atrévete a leer también estas otras historias de Don Quijote de la Mancha. Resumidas y adaptadas:
- La aventura de los rebaños de ovejas: Si buscas una aventura divertida de este peculiar caballero andante, esta te va a encantar. ¿Qué pensó Don Quijote al ver de lejos a un rebaño de ovejas? ¡Descúbrelo!
- Historia del cautivo: A esta historia de doña Clara y don Luis le preceden dos muy importantes. Esta es una de ellas, en donde se narran las aventuras del tío de Clara, un hombre de las cruzadas que acaba prisionero en Argel.
- Desenlace de la historia del cautivo: ¿Cómo consiguió escapar el cautivo de su prisión? Gracias a la ayuda de una hermosa mora convertida al cristianismo. Aquí descubrirás su emocionante historia.
Recuerda que también puedes escuchar algunas de estas historias narradas mediante podcast. Búscalas en el canal de podcast de Tucuentofavorito.om en Spotify o en Ivoox.