El cazador de Hailibu. Cuento para niños sobre la solidaridad

Este precioso cuento de origen mongol habla de solidaridad y generosidad extrema. ‘El cazador de Hailibu’ es un cuento popular, muy antiguo, que narra una historia de bondad extrema, de sacrificio por los demás. No te pierdas la narración de este cuento para niños repleto de valores y las reflexiones finales.

TIEMPO DE LECTURA: 5 MINUTOS y MEDIO

Un cuento sobre la generosidad y el sacrificio: El cazador de Hailibu

El cuento El cazador de Hailibu
‘El cazador de Hailibu’, un cuento mongol con valores

Hace mucho, pero que mucho tiempo, existió un hombre llamado Hailibu. Se dedicaba a la caza, y por eso, se le conocía como ‘El cazador de Hailibu’. A él le encantaba compartir sus cosas con los demás. Siempre repartía las piezas que cazaba con los que no tenían comida. De ahí que se había ganado el respeto de todos.

Una mañana, se adentró en la selva y enroscada a la base de un árbol, vio una preciosa serpiente blanca. Estaba durmiendo. Intentó pasar cerca con cuidado para no despertarla, pero en ese momento, una grulla bajó del cielo y se tiró en picado a por la serpiente. La agarró con fuerza entre sus garras y se fue volando. La serpiente se despertó asustada y gritó:

– ¡Socorro!

Hailibu lanzó una flecha y la grulla soltó su presa. La serpiente entonces se dio cuenta de que Hailibu le acababa de salvar la vida y le dio las gracias.

Quién era la serpiente blanca en ‘El cazador de Hailibu’

Al día siguiente el cazador regresó al bosque y de nuevo vio a la serpiente blanca, rodeada de más serpientes de todos los colores. Él volvió a rodear la zona para no hacer ruido, pero entonces, la serpiente blanca dijo:

– ¡Buenos días, mi salvador! Tal vez no sepas quién soy… y tú me salvaste la vida. Soy la hija del gran dragón de la montaña. Mi padre está tan agradecido por lo que hiciste, que quiere verte para hacerte un regalo. Te diré una cosa… no tomes nada de lo que te ofrezca. Pide la pequeña piedra de jade verde que tiene en la boca. Con ella podrás entender el idioma de todos los animales. Pero no podrás decirle a nadie los poderes que tiene esta piedra, o te transformarás en roca.

Hailibu acompañó a la serpiente blanca y esta le llevó hasta una enorme cueva en la montaña. Allí conoció al padre de la serpiente blanca.

– ¡Bienvenido!- dijo el gran dragón- Sé lo que hiciste por mi hija y estoy tan agradecido, que quiero que tomes lo que quieras de todos mis tesoros.

Y el gran dragón le enseñó todas las joyas y montañas de oro que guardaba. Pero el cazador, después de ver todo aquello, dijo:

– En realidad, señor, todas estas joyas no me llaman tanto la atención. Me gustaría tener esa pequeña piedra de jade que tiene en la boca.

El dragón dio un respingo, pero no pudo negarle aquello que pedía. Así que escupió la piedra y se la entregó.

El dilema del cazador de Hailibu

El cazador, ahora que entendía a los animales, comenzó a cazar mucho más. Pero un día, escuchó a unos pájaros que decían:

– Amigo, vayámonos de aquí inmediatamente. La montaña se derrumbará mañana y todo quedará sepultado por el agua.

Hailibu, asustado, fue al pueblo para avisar a todos:

– ¡Atención, prestad atención! ¡Tenemos que abandonar el pueblo inmediatamente! Mañana se derrumbará la montaña y el pueblo quedará inundado.

Sus vecinos no podían creer aquello:

– ¿Cómo? ¿Te has vuelto loco? ¿Cómo se va a derrumbar la montaña! ¡Eso no puede ser!

Sus vecinos pensaron que había perdido la razón. «La única manera de que me crean, pensó, es contarles cómo lo he averiguado… pero si lo hago, me convertiré en piedra. Pero… ¿no valen más las vidas de todos ellos que la mía propia?».

Entonces, Hailibu les narró todo lo que había pasado, desde que salvó a la serpiente blanca hasta que escuchó a los pájaros.

– Y como os estoy contando mi secreto, me transformaré en roca

El sacrificio del cazador de Hailibu

Y diciendo estas últimas palabras, el cazador se transformó lentamente en una estatua de piedra. Los vecinos, entonces, comprendieron que decía la verdad, y salieron corriendo de allí. Efectivamente, al día siguiente, la montaña se partió en dos y las aguas comenzaron a inundarlo todo.

Al cabo de unos días, los habitantes de aquel lugar regresaron a sus casas. Comprobaron que Hailubu tenía razón. Encontraron la piedra en la que se había transformado y la llevaron hasta lo alto de una de las montañas, en recuerdo a aquel que les había salvado la vida.

Los más mayores dicen que aún existe la piedra de Hailubu en una de las montañas, que recuerda a los hijos de los aldeanos, y a los hijos de los hijos de los hijos… y a todas las generaciones, el gesto de ese humilde y bondadoso cazador que salvó cientos de vidas con su sacrificio.

Vídeo narrado de este precioso cuento del cazador de Hailibu

Descubre la narración en forma de vídeo de este maravilloso y antiguo cuento de ‘El cazador de Hailibu’, que encierra tantos valores esenciales. Es de Ojo al cuento, e incluye ilustraciones de Victoria Cabedo y la narración de Jorge Ratia. Puedes ver el vídeo AQUÍ.

Qué valores puedes trabajar con el cuento ‘El cazador de Hailibu’

Utiliza este precioso cuento para hablar de valores esenciales como:

  • La generosidad.
  • El sacrificio.
  • La solidaridad.
  • El valor de la gratitud.

Reflexiones sobre este cuento del cazador de Hailibu para niños

Sacrificar la vida por todo un pueblo es quizás lo más loable que se pueda hacer, pero es un acto de valentía y generosidad extrema que muy pocos serían capaces de hacer:

  • La generosidad extrema: La historia del cazador de Hailibu ya nos cuenta desde el principio que el protagonista de esta historia era un hombre muy generoso al que le gustaba compartir con los demás los frutos de su trabajo. Su bondad le llevó a salvar a una serpiente sin saber quién era. Y su generosidad extrema le llevó a entregar su vida por todos sus vecinos de la aldea. ¿Quién es capaz de hacer algo así? Alguien cuya bondad le haga pensar en los demás antes que en sí mismo. Muy pocos disponen de esta virtud.
  • El sentimiento de gratitud: La serpiente blanca estaba tan agradecida al cazador, que no dudó en darle lo mejor que tenía su familia, en este caso, su padre. Pero, sabiendo que ese don también encerraba un peligro, advirtió al cazador para que no tuviera problemas. El sentimiento de gratitud del padre de la serpiente, el dragón, hizo que no dudara al pedir Hailibu la piedra de jade. Le hubiera entregado cualquier cosa. También su piedra, su bien más preciado.

«La generosidad a menudo son exige algún sacrificio»

(Reflexiones sobre El cazador de Hailibu’)

Más reflexiones sobre el cuento ‘El cazador de Hailibu’

  • Los grandes dones también encierran peligros: Se puede poseer un gran don, se puede tener algo muy valioso, pero todo ello siempre encierra un peligro, un riesgo. Las joyas, las riquezas, atraen a los bandidos. La piedra de jade en la historia del cazador de Hailibu, por su parte, poseía una maldición para aquel que revelara el secreto.
  • Sacrificar lo más valioso por los demás: Nuestro protagonista no dudó y a la hora de la verdad, decidió entregar su vida para salvar muchas otras. Esa era la única forma de conseguir que se alejaran de aquel lugar, y por eso, decidió contar su secreto, sabiendo que se transformaría en roca. No hay mayor acto de generosidad y amor por los demás que ese. En su honor, sus vecinos colocaron su roca en la montaña, para que todos recuerden siempre el gesto de Hailibu que salvó a toda una población.

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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