De cómo los habitantes de Bollos de crema recuperan su pueblo

Descubre este divertido cuento que narra una historia de lo más sorprendente. ‘De cómo los habitantes de Bollos de crema recuperan su pueblo después de que el viento se lo lleva’ es un cuento para niños que incentivará su imaginación al tiempo que aprenden por ejemplo, cómo el ingenio es nuestra mejor arma para resolver problemas. Un relato del escritor y poeta estadounidense Carl Sandburg (1878-1967).

TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS Y MEDIO

La historia de Cómo los habitantes de Bollos de crema recuperan su pueblo después de que el viento se lo lleva

El divertido cuento de De cómo los habitantes de Bollos de crema recuperan su pueblo cuando se lo lleva el viento
‘De Cómo los habitantes de Bollos de crema recuperan su pueblo después de que el viento se lo lleva’, un divertido cuento para niños

Un día, la niña ‘Ala de punta de lanza’ llegó al pueblo ‘Hígado con cebollas’ para visitar a su tío, y al tío de su tío por parte de madre y al tío del tío de su tío y a su tío por parte de padre.

Por primera vez, los cuatro tíos juntos podían estar a la vez con la pequeña ‘Ala de punta de lanza’. ¡Adoraban sus ojos azules! Los dos tíos por parte de madre suspiraron al verlos y dijeron:

– Tienes los ojos de un azul tan claro y brillante como la gota de rocío que se posa cada mañana sobre el trébol recién nacido…

Y los tíos por parte de padre dijeron a su vez:

– Tienes los ojos de un azul tan claro y brillante como la gota de rocío que se posa cada mañana sobre el trébol recién nacido.

En realidad, ‘Ala de punta de lanza’ no estaba muy atenta a lo que decían sus cuatro tíos. Solo pensaba:

– Son muy amables mis tíos y este pueblo debe ser muy divertido.

Entonces, los cuatro tíos le dijeron a ‘Ala de punta de lanza’:

– Te haremos dos preguntas… primero la primera y luego la segunda.

– Vale, os dejaré que me hagáis cincuenta preguntas hoy, cincuenta mañana y cincuenta pasado mañana. Me encantan las preguntas. Por un oído me entran y por el otro me salen.

– Está bien- dijo uno de los cuatro tíos- Te haremos, pues, la primera. La primera es: ¿de dónde vienes? Y la segunda: ¿por qué tienes dos pecas en la barbilla?

La respuesta a la primera pregunta de los tíos sobre los habitantes de Bollos de crema

– Vale, la primera respuesta es que vengo de Bollos de crema, un pequeño pueblo que hay más allá de la colina, más arriba de los campos de maíz. Si lo miras a lo lejos, es como un sombrerito pequeño que te podrías poner en la punta del dedo gordo de la mano.

– Vaya- dijo uno de los tíos- ¡Dinos más!

– Mucho más- dijo el otro tío.

– Queremos saber- apostilló el tercer tío.

– ¡Callaros!- sentenció el cuarto tío.

– Vale- continuó ‘Ala de punta de lanza’- Es un pueblecito que está por donde se pone el sol y es ligero como los bollos de crema. Está solitario en la pendiente de bajada de la colina. A los vientos les encanta jugar con Bollos de crema. Le cantan canciones de vientos de verano en verano y canciones de vientos de invierno en invierno. Pero a veces, como por accidente, el viento sopla más fuerte y eleva a Bollos de crema al cielo.

– ¡Oh!- dijeron dos de los tíos.

– ¡Ummmm!- dijeron los otros dos.

– Pero como la gente de Bollos de crema ya conoce las canciones de verano y de invierno de los vientos, sabe cuándo va a soplar fuerte. En el centro del pueblo hay una casa redonda. Si levantas el tejado verás un carrete enorme con una gruesa cuerda enrollada en él. Cuando el viento juguetón eleva el pueblo, el carrete comienza a desenrollarse y sale la cuerda, y Bollos de crema queda suspendido en el aire como un globo. Cuando la gente se da cuenta, va a la casa redonda y comienza a mover el carrete para recuperar el pueblo.

Y así es Cómo los habitantes de Bollos de crema recuperan su pueblo después de que el viento se lo lleva

– ¡Oh!- dijeron dos de los tíos.

– Ummm- dijeron los otros dos.

– Cuando mis cuatro tíos tan buenos vengan a ver a su sobrina a Bollos de crema, les enseñaré la casa del pueblo. Se llama Casa redonda del Gran carrete. Todos nos sentimos orgullosos de poder enseñársela a los visitantes.

– Y ahora- dijo el tío que mandó callar antes a los otros- responde a la segunda pregunta: ¿por qué tienes dos pecas en la barbilla?

– Cuando un niño o una niña de Bollos de crema sale de allí, su madre le pinta dos pecas en la barbilla que simbolizan don bollos de crema recién salidos del horno. Así no se te olvida de dónde vienes y a dónde debes regresar. Ah, y que no debes de estar demasiado tiempo fuera.

– ¡Ah!- dijo uno de los tíos.

– Ummm- dijeron los otros tres.

– Debe ser un don- dijeron los tíos- Será por esos ojos azules tan brillantes y claros como la gota de rocío de la mañana sobre el trébol recién nacido.

Y ‘Ala de punta de lanza’ pensó:

– Ahora sí sé que mis tíos son realmente buenos y me lo pasaré muy bien en su pueblo.

Qué temas puedes trabajar con el cuento de los habitantes de Bollos de crema

Este divertido y original cuento, ‘De cómo los habitantes de Bollos de crema recuperan su pueblo cuando el viento se lo lleva’, nos habla de todas estas cosas:

  • Amabilidad.
  • Vínculo familiar.
  • El uso del ingenio para resolver problemas.
  • El sentimiento de pertenecer a un lugar.
  • La prudencia.
  • El valor de la cooperación.

Reflexiones sobre este precioso cuento infantil sobre los habitantes de Bollos de crema

¿Alguna vez conociste un pueblo tan curioso como Bollos de crema? Ligero y a la vez fuerte. Encarna dos características que parecen contrarias y son totalmente compatibles. Se puede ser sutil y transparente y a la vez fuerte e ingenioso. Aquí tienes algunas reflexiones sobre los extraños habitantes de Bollos de crema:

  • La inteligencia y la prudencia, tus mejores aliados: La pequeña protagonista de esta historia nos habla de dos cualidades de su extraño pueblo y de los habitantes de Bollos de crema. A pesar de ser pequeño y ligero, de ser frágil ante el viento fuerte, en realidad cuenta con un arma poderosa para evitar problemas. Es el ingenio, la inteligencia. Y por supuesto, también la cooperación. Gracias al ingenio de los habitantes de Bollos de crema, el viento fuerte no puede llevarse el pueblo. Para evitarlo, ellos construyeron una casa redonda en el centro del pueblo y lo ataron a una cuerda enorme enrollada en un carrete que esconden en el interior de la casa. De esta forma, cuando el pueblo se eleva, la cuerda lo sostiene para que no se aleje.

Un sistema muy eficaz que cuenta después con la necesaria colaboración de todos. Para recuperar el pueblo, los habitantes de Bollos de crema deben unir sus fuerzas para tirar de la cuerda y que el pueblo pueda regresar donde estaba. Inteligencia y cooperación, dos maravillosos aliados que consiguen que el pueblo no salga volando con el viento. Pero todo esto no hubiera sido posible sin el sentido de la prudencia que llevó a los habitantes de Bollos de crema a estar preparados por si el viento soplaba fuerte. Y es que no hay nada como estar preparado para lo que pueda suceder…

Más reflexiones sobre este maravilloso cuento infantil sobre los habitantes de Bollos de crema

  • El sentimiento de vínculo con una familia y un lugar: Otros de los puntos interesantes que salen reflejados en este divertido cuento sobre los habitantes de Bollos de crema, es el vínculo familiar y el sentimiento de arraigo a un lugar. ‘Ala de punta de lanza’ quiere conocer a su familia lejana, porque no la siente tan lejana. Para ella, sus tíos son parte importante de su familia y ya de entrada les considera bondadosos y divertidos.

Sin embargo, a pesar de sentirse unida a esta parte de la familia, no puede olvidar de dónde viene, cuál es su lugar. Por eso tiene esas pecas en la barbilla. En realidad todos tenemos (o debemos tener) unas pecas que no vemos, pero están ahí, que nos recuerdan quiénes somos y de dónde venimos. Puedes sentirte ‘ciudadano del mundo’, pero siempre tendrás unos orígenes que conviene recordar.

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Cuento infantil con animales: El duro invierno
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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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