Este cuento que podrás leer aquí, ‘El pájaro de fuego’, es una adaptación del cuento del poeta y cuentista boliviano Óscar Alfaro. Un cuento hermoso que nos recuerda tanto a los relatos de Oscar Wilde, sobre la fe, capaz de crear vida y ayudar a renovar lo que se muere. Esta metáfora del ave fénix nos habla de ilusión, de amor por la vida, de pensamiento positivo y el poder de los deseos. ¿Qué es capaz de hacer alguien que desborda vida? Descubre esta historia y sus reflexiones finales.
TIEMPO DE LECTURA: 5 MINUTOS
El hermoso cuento del pájaro de fuego
Existió una vez un hermoso pájaro rojo. Eran sus plumas de un rojo tan brillante, que parecía al volar una brasa de fuego suspendida en el aire. Cuando se posaba sobre los tejados, los hombres pensaban que en la casa ardía. Y cuando se posaba sobre un granero, los animales huían despavoridos, pensando que iban a morir abrasados.
Un día, se posó el pájaro de fuego sobre el agua un instante, y todos los animales allí presentes miraron obnubilados.
– ¿Cómo es posible que el fuego no se apague con el agua?- pensaron.
Sin embargo, el pájaro de fuego no se sentía ave, sino una hermosa flor. Para él, las flores eran la máxima representación de la belleza.
– ¡Soy una bella flor del aire con un largo tallo que me permite ir a todas partes! – decía el pájaro de fuego.
Las demás aves, por supuesto, no le veían como una flor, sino como un pájaro.
– ¿Dónde se ha visto una flor que cante?- decía uno de los pájaros.
– ¿Y una flor con pico?- decía otro.
El pájaro de fuego busca su lugar
Pero al pájaro de fuego no le importaba… Decidió alejarse, huyendo de tanto incrédulo.
– Me posaré sobre un árbol seco para alegrarle con mi color. Él sí creerá que soy una flor- pensó el pájaro de fuego.
Vio un ceibo seco, partido por un rayo, y se posó encima. Desde luego, parecía una hermosa flor carmesí. Solo le faltaba el aroma… así que se dejó caer sobre unas cuantas flores silvestres para capturar su aroma. Después regresó al ceibo y se sentó sobre él, con una patita escondida, para parecer más aún una flor enorme sobre un fino tallo. Y allí estuvo un rato hasta que empezó a sentir hambre.
Entonces, una mariposa se acercó. Y el pájaro de fuego se la comió. El resto de mariposas lo vieron, y pensaron:
– ¿Cómo es posible que esa flor se haya comido a nuestra compañera? Vayamos a investigar…
Y el pájaro de fuego se las fue comiendo una a una, hasta que ya consiguió calmar su apetito. Luego se puso a cantar, olvidando su oficio de flor.
– Qué raro- pensó una avispa que le vio- ¡Una flor que canta!
– Debe tener un grillo en el corazón- dijo la libélula
– ¡Eso es bien absurdo!- expuso la langosta.
– Pues su perfume es delicioso- añadió la libélula.
– ¡Y qué color rojo tan hermoso!- dijo la langosta.
– Parece demasiadas cosas- dijo entonces la avispa- Iré junto a mis compañeras para comprobar qué pasa.
El descubrimiento de las avispas
Volaron las avispas y la rodearon. Y cuando estaban a punto de probar su polen, el pájaro levantó el pico, y las avispas retrocedieron asustadas.
– ¡Es un pájaro disfrazado! ¿Qué engaño es este?- gritaron las avispas.
– ¡Tendrá su merecido! ¡Todas a por ella!
Pero justo en el momento en el que las avispas iban a clavar sus aguijones en el pájaro, el ceibo se estremeció, como si volviera a la vida, y dijo:
– ¡No! ¡Parad! ¡No matéis a esta hermosa flor!
Las avispas se asustaron:
– ¡Es el árbol quien habla! ¡Ha vuelto a la vida!
– Sí, y fue esta flor quien hizo el milagro- dijo el ceibo.
– Pero no es una flor, sino un pájaro disfrazado- protestaron las avispas.
– Es lo de menos… Él me revivió con su mentira piadosa. Me hizo creer que podía seguir dando flores. Al verlo sobre mí, pensé… ¡Todavía puedo dar flores! Y la vida comenzó a circular de nuevo por mis ramas muertas. Y aquí me tenéis de nuevo, llenito de flores…
Efectivamente, el ceibo se había cubierto de nuevo de flores rojas, tan grandes como el pájaro que permanecía muy quieto sobre él.
– Está bien- dijeron entonces las avispas- Te perdonamos por haber resucitado al ceibo con tu hermosa mentira- le dijeron al pájaro rojo.
Y se dedicaron a libar la miel de las nuevas flores del ceibo.
Qué temas puedes trabajar con el relato del pájaro rojo
Utiliza esta hermosa historia del pájaro rojo para reflexionar sobre:
- El poder de una ilusión, de un deseo. El poder de la fe.
- La resurrección.
- La capacidad del amor y el pensamiento positivo para crear.
- Las mentiras ‘piadosas’.
- El perdón.
Reflexiones sobre el cuento del pájaro rojo
Qué hermosa metáfora la del ave fénix, ¿verdad? La ilusión, el deseo, el creer algo con mucha fuerza es tan poderoso, que es capaz de lograr un milagro: hacer realidad algo realmente inimaginable. Devolver la vida a quien la había perdido… la ilusión a quien dejó de tenerla.
- La fe que logra milagros: En esta historia del pájaro de fuego, del ave fénix que hace resurgir la vida de las cenizas, nos encontramos con varios personajes. El principal es, por supuesto, el pájaro de fuego, quien cree de verdad que es una flor. Su fe es tan grande, que es capaz de hacer realidad lo impensable. Una fe desbordante que provoca en los demás muchas reacciones…
- Los que le consideran un ‘loco’: Los otros pájaros no creen lo que el pájaro de fuego cree… Piensan que es un loco y le rechazan. El pájaro de fuego decide sin embargo seguir su camino, sin importar lo que piensan los demás. Su fe le da confianza y seguridad en sí mismo.
«La fe es capaz de conseguir el milagro y devolver la ilusión por la vida a quien la perdió.»
— (Reflexiones sobre ‘El pájaro de fuego’)
Más reflexiones sobre este precioso cuento
- Los que le tildan de mentiroso: Las avispas son los únicos ‘personajes’ (además de los propios pájaros) que descubren que la supuesta flor es en realidad un ave. Descubierta la mentira, deciden castigar al pájaro por hacerles creer algo que no es verdad…
- Los que le admiran y creen realmente lo que el pájaro cree: Muchos de los animales que salen en este cuento, creen que el pájaro es un hermosa flor. Su fe es ‘contagiosa’, hasta el punto de que las mariposas se acercan a la ‘flor’ con total ingenuidad.
- Los que terminan perdonando su locura: Las avispas, que en principio pensaban castigar por mentir al pájaro de fuego, terminan perdonándolo a petición del árbol. Al comprobar que su ‘mentira’ había logrado un milagro, le perdonan. Su poder de revivir a un árbol muerto es más importante que una ‘mentira’ que no hizo mal, sino bien.
- Revivir al creer de nuevo: El árbol seco vuelve a la vida y el pájaro de fuego es responsable. Pero, ¿qué hizo el ave para conseguir que el ceibo reviviera? Le hizo creer que podía seguir viviendo, haciéndole creer que él era de sus flores. Si crees que puedes hacerlo… ¡puedes hacerlo! El árbol de pronto se ilusionó de nuevo con la vida, y consiguió la confianza necesaria para creer, llenarse de fe y volver a la vida.
Otros relatos para reflexionar
Descubre también estos otros cuentos, ideales para adolescentes y adultos, para pensar en temas trascendentales de la vida:
- La roca y el perdón: Este es un cuento budista muy corto con excelentes reflexiones sobre la importancia del perdón para seguir viviendo…
- El buscador: Todo un alegato al ‘Carpe Diem’. Vive al máximo cada día. No importan la cantidad de días que vivas, sino la calidad de esos días vividos.
- El hombre feliz: ¿Dónde se encuentra la felicidad? ¿Se puede buscar en algún lugar determinado? Interesante cuento para reflexionar sobre lo que tenemos y la cantidad de veces que deseamos cosas innecesarias.
Y recuerda que también puedes escuchar muchos relatos narrados mediante podcast aquí: