Este cuento, ‘Una estrella de Navidad’, fue escrito por la ilustradora y escritora estadounidense Katherine Pyle (1863-1938). No es un cuento infantil, sino un mensaje para reflexionar sobre la vida más allá de la muerte. Un relato breve y hermoso que se centra en la magia de una pequeña estrella de Navidad.
TIEMPO DE LECTURA: 6 MINUTOS
El cuento ‘Una estrella de Navidad’, para adolescentes y adultos
Madre Luna contaba el mismo cuento a las estrellas cada vez que se acercaba la Navidad. Y a pesar de ser siempre el mismo relato, el de la historia de la estrella de Belén, cada año la escuchaban con la misma emoción.
Después, las estrellas se ponían su gorro azul e iban a dormir, justo cuando en la Tierra amanecía. Pero en esa ocasión, una estrella permaneció allí, sin moverse, junto a madre Luna.
– ¿Qué te pasa, estrella? ¿por qué no puedes ir a dormir?
– Madre luna, no sé qué me sucede, pero es como si sintiera que necesito ser como esa estrella de Belén que ahora sigue viviendo en el corazón de los hombres, aunque ya no esté en el cielo con nosotras.
– ¿No eres feliz aquí?- preguntó madre Luna.
– ¡Sí!, ¡lo he sido, y mucho! Pero desearía tanto ser como esa estrella y pertenecer a un corazón humano…
– Entonces, es que ha llegado tu momento- dijo madre Luna con dulzura.
Tomó de la mano a la estrella y la condujo hasta un lugar en donde apareció una puerta.
– Es la puerta de las Maravillas- le explicó madre Luna- Ella te llevará al lugar al que deseas llegar.
La puerta se abrió y la estrella vio un pasillo oscuro. Al final, una luz brillante. Sintió algo de miedo. Madre luna le dijo:
– No temas. Al final está el lugar que tanto deseas. Vivirás por siempre en un corazón.
Soltó la mano de la estrella y la puerta se cerró lentamente. La estrella avanzó titubeando y al llegar al final, de pronto se encontró suspendida de una cuerda junto con más estrellas en una hermosa tienda de juguetes.
Una estrella de Navidad: el encuentro con el niño
En aquel momento, una mujer buscaba regalos junto a un niño. El pequeño posó de pronto sus ojos sobre la estrella dorada.
– ¡Me ha mirado! ¡Me ha mirado!- pensó emocionada la pequeña estrella.
Al momento lo supo. Era el corazón que buscaba. Estaba tan nerviosa que tembló, y el niño vio un sutil movimiento de la estrella.
– ¡Mamá! ¡Mamá! Por favor, quiero esa estrella… ¿No quedará hermosa en el árbol?
El pequeño, que estaba muy enfermo, miró suplicante a su madre.
– Pero tenemos muchos adornos para el árbol… Claro, que si me miras con esos ojos, ¿cómo no voy a hacerte caso? Por favor, quiero también esa estrella, la estrella dorada de la cuerda- dijo la mujer al encargado de la tienda.
La pequeña estrella llegó a la casa de aquel niño envuelta en papel. Pero no tardó mucho en ser la protagonista absoluta. Unas manos fuertes la colocó en lo más alto del árbol.
Era Nochebuena, la noche más hermosa. El pequeño no dejó de admirar aquella estrella. Y pronto llegaron más niños y muchas más personas que se sentaron a una mesa. Hubo brindis, muchas risas y alboroto. Hasta que la visita se fue y se apagaron las luces. Entonces, los adornos navideños del árbol comenzaron a hablar entre sí:
– Pues ya está, se acabó- dijo algo triste el racimo de uvas de cristal- Unos días más, y otra vez encerrados en una caja oscura un año entero.
– Cierto- añadió el hada blanca- Ya ni se fijarán en nosotros a partir de mañana… Pasó el día más importante de todos…
Pero estaban equivocados. Al menos para uno de esos adornos, sólo el comienzo de algo importante.
Una estrella de Navidad: el final es el principio
El pequeño de la casa empeoró, y al día siguiente, todo eran caras largas y tristes. El niño permanecía en la cama y un médico llegó para atenderle. Se despidió con tristeza de los padres del niño, apretando con fuerza sus manos.
Una sirvienta llegó por la tarde a la biblioteca, el lugar en donde estaba el árbol de Navidad. Se subió a una banqueta y bajó de ella con la estrella dorada. La llevó hasta el cuarto del niño y se la puso en las manos.
– ¿Esto es lo que querías?
El niño apenas podía hablar, así que asintió con la cabeza. La apretó contra su pecho y se durmió. Su madre dormía a su lado. Su padre, en un sillón junto a la cama.
Esa noche, la noche de Navidad, la estrella cumplió su sueño, y pasó a formar parte del corazón de aquel niño. Junto a él, viajó a un nuevo país celestial. El cuerpo del pequeño, junto al de la estrella, quedaron allí, en la Tierra, mientras ambos partían juntos hacia el país de los ángeles.
Qué temas podemos trabajar con el cuento ‘Una estrella de Navidad’
Utiliza este cuento, ‘Una estrella de Navidad’, para reflexionar sobre:
- La vida tras la muerte.
- Lo que podemos hacer por los demás.
- El pensamiento positivo.
Reflexiones del cuento ‘Una estrella de Navidad’
Tal vez la primera sensación que te quede tras leer este cuento, ‘Una estrella de Navidad’, sea de tristeza. Sin embargo, no es lo que pretende su autora. El objetivo es hacernos entender que todos estamos aquí de paso. Esta vida, para Katherine Pyle, no es el fin, sino el camino hacia otro lugar:
- El mensaje principal del cuento: A lo largo de este relato, ‘Una estrella de Navidad’, la autora nos manda constantemente mensajes sobre la esperanza de creer en una vida tras esta otra vida. La estrella, protagonista del cuento, vive en el cielo y atraviesa un pasadizo oscuro para ‘nacer’ de nuevo en otra vida. Su misión es la de acompañar a un niño hasta el lugar a donde llegan las almas, liberadas de la materia.
La estrella de pronto siente que desea ser inmortal, como la estrella de Belén, y a pesar del miedo de enfrentarse a lo desconocido, da el paso para llegar hasta un niño que está a punto de realizar el mismo viaje que desea realizar la estrella. Ella será la luz que le guíe hasta su nueva vida, el lugar en donde la materia no existe, en donde el espíritu es libre y eterno.
Más reflexiones sobre el cuento ‘Una estrella de Navidad’
- La entrega absoluta de la estrella: La protagonista en ‘Una estrella de Navidad‘ muestra la virtud de entrega por los demás. Todos tenemos una misión en la vida y la estrella entiende que la suya es la de ser guía hacia la eternidad para alguien en la Tierra. El niño siente que esa estrella le estaba esperando, que la necesita esa Navidad. El mensaje de la estrella llega hasta su corazón. Y la estrella se entrega a su nueva misión por completo. No hay mayor gesto de amor que el de la entrega a los demás.
- La muerte no es el fin: Aunque el final de este cuento nos transmita pesar, por ser un niño el que parte hacia la otra vida, el mensaje es optimista, lejos de lo que podamos pensar. La muerte no es el fin, sino el principio de una nueva vida, nos dice ‘Una estrella de Navidad’, un mensaje que también encontramos en otros populares cuentos navideños, como el de ‘La pequeña cerillera’, de Hans Christian Andersen.
Al fin y al cabo, la Navidad celebra, para los cristianos, el nacimiento de Jesús, cuyo mensaje principal fue el de la resurrección.
«No hay mayor gesto de amor que la entrega a los demás»
— (Reflexiones del cuento ‘Una estrella de Navidad’)
Otros cuentos de Navidad para adolescentes y adultos
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- Navidad en el callejón: La generosidad extrema, la entrega absoluta a los demás, tiene sus recompensas. No te pierdas esta preciosa historia repleta de valores.
- Los calcetines de Santa Claus: Una leyenda turca que explica por qué existe la tradición de dejar unos calcetines para que Santa Claus deje ahí los regalos.
- Por qué sonaron las campanas: Existió una vez una hermosa iglesia cuyas campanas dejaron de sonar por Navidad. Los habitantes de aquel lugar llevaban los mejores presentes con la intención de volver a escucharlas, pero no fueron estos regalos los que las hicieron sonar de nuevo. Descubre qué otra cosa fue.
Y recuerda que también puedes escuchar numerosos relatos de Navidad narrados mediante podcast. Los encontrarás en el canal de tucuentofavorito.com en Spotify y en el de Ivoox aquí: