Este popular cuento mexicano, ‘La justicia de la tortuga’, también podría utilizarse como una fábula con una buena moraleja, que tiene que ver con la justicia, la prudencia y el uso del ingenio para resolver problemas. Los tres animales protagonistas son la tortuga, el conejo y el coyote, aunque intervienen tres animales más. ¿Tienes curiosidad por saber qué ocurrió? ¡Te lo contamos!
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ToggleEl cuento infantil La justicia de la tortuga
Paseaba tranquilo el conejo por el campo, de camino a la casa de su amiga zarigüeya (o tlacuache), cuando de pronto escuchó una voz lastimera:
– ¡Socorrooo! ¡Ayudaaaa!
Miró y remiró hacia todos los lados, pero no vio a nadie. La voz venía de un agujero tapado casi por completo por una enorme piedra, y se acercó hasta el borde. Entonces vio a su enemigo, el coyote, agazapado en la oscuridad. Al principio se asustó, claro, pero los quejidos del coyote le dieron algo de pena.
– Por favor, amigo conejo, no puedes dejarme aquí. Necesito que muevas un poco la piedra para poder salir.
– Pero… si te dejo salir… ¡me comerás!
– Nooo. Te prometo que no lo haré. Si me salvas la vida, dejaré de perseguirte para siempre.
El compasivo conejo al final decidió ayudar y a base de mucho esfuerzo y pequeños saltos, consiguió mover la piedra lo justo para que el coyote saliera del agujero de un salto. Lo primero que hizo fue acorralar al conejo.
– ¡Qué hambre tengo, conejo! No podré cumplir mi promesa.
– Pero… ¡no es justo! ¡Yo te acabo de salvar la vida!- dijo el pequeño animalito.
– Bueno, ¿qué es justo y qué no es justo? El bien se paga con el mal.
– ¡Eso no es así!
– ¿No? Pues haremos una cosa. Preguntaremos a tres animales, los primeros que vengan, y dependiendo de lo que ellos digan, pagaré tu buen acto con bien o con mal.
La decisión de los tres animales y la justicia de la tortuga
El primer animal que pasó por allí fue una vaca.
– Amiga vaca- dijo el coyote- Dime, ¿verdad que el bien se paga con mal?
– ¡Ya lo creo!- respondió la vaca- Yo he estado alimentando toda mi vida a mis amos con leche. Incluso a veces se han comido a mis crías. Y ahora que soy vieja, me van a matar…
El coyote miró con cierto aire de superioridad al conejo. Ya tenía un punto a su favor. En esto que llegó un viejo caballo. Y ante la pregunta del coyote, no dudó ni un instante:
– La vida no hace más que pagarte con mal las buenas acciones-dijo- Yo que he trabajado duro años y años, que he cargado leña, que he llevado a mis amos de un lado a otro… ahora que soy viejo, me abandonan en el monte para que me muera de hambre.
– Ya ves, conejo… – dijo el coyote.
– Bueno, ¡todavía falta uno!
El tercer animal que pasó por allí fue una tortuga. Le hicieron la misma pregunta y ella contestó:
– Bueno, primero debería ver cómo estaban las cosas. Así podré hacerme una idea…
– Mira- dijo el coyote- yo estaba encerrado en este agujero.
De un salto, el coyote volvió a entrar en el oscuro hoyo.
– Y tenía la piedra que no le dejaba salir- añadió el conejo- Espera, así…
Y dando de nuevo pequeños saltos, volvió a colocar la piedra como estaba al principio del cuento.
– Vaya- dijo entonces la tortuga- Con que así estaba todo… Ya veo.
– Sí- dijo el conejo- Yo le liberé y él me quiere comer. ¿Qué debo hacer? ¿Dejar que me coma?
– Pues tú sabrás qué hacer ahora.. si quitar o no de nuevo la piedra- dijo la sabia tortuga.
Y a pasitos cortos, se fue alejando. El conejo no lo dudó ni un instante. Salió corriendo monte arriba, dejando al coyote encerrado, a merced de su suerte.
Qué temas puedes trabajar con el cuento de La justicia de la tortuga
Utiliza este cuento mexicano, ‘La justicia de la tortuga’, para reflexionar acerca de:
- La astucia y la inteligencia para resolver problemas.
- Qué es la justicia.
- Buenas y malas acciones.
- El valor de la prudencia.
- La necesidad de desconfiar de los desconocidos.
- Detectar mentiras a tiempo.
Reflexiones sobre el cuento de La justicia de la tortuga
Los valores nos enseñan que las buenas acciones obtienen buenas recompensas, que el bien se paga con gratitud. Pero no siempre es así. La vida está repleta de personas sin valores que no dudan en seguir sus propios intereses.
Este cuento nos advierte de ello y nos avisa acerca de la necesidad de ser pícaros, prudentes y desconfiados con algunas propuestas ‘sospechosas’:
- La astuta mentira sabe disfrazarse: A veces es muy difícil detectar una mentira. Suelen llegar disfrazadas de verdad y a veces muy bien disfrazadas. Sin embargo, todos tenemos un ‘sexto sentido’ que puede ponernos en alerta. En este caso, ‘La justicia de la tortuga’ nos habla de la promesa de un animal que es enemigo y depredador natural del conejo.
Es difícil que un enemigo ‘se transforme al instante’ y decida cambiar de un día para otro. Siempre hay que desconfiar de esas promesas inverosímiles, o al menos poco creíbles. Como dice el refranero español: ‘más vale prevenir que curar’. Y aquí entra el valor de la prudencia.
«Las mentiras suelen disfrazarse de verdad con mucha astucia. Debemos aprender a detectarlas»
(Reflexiones sobre ‘La justicia de la tortuga’)
Más reflexiones sobre el cuento ‘La justicia de la tortuga’
- La prudencia salvadora: Nunca deberíamos salir de casa sin ella. Nos referimos a la prudencia, esa ‘pizca de miedo’ que nos lleva a desconfiar en ciertos momentos y activa el ‘botón’ de la desconfianza y el detector de mentiras. En ‘La justicia de la tortuga’, si el conejo hubiera sido más prudente, hubiera pedido ayuda a otro animal para no estar solo con el coyote, por ejemplo. Ese ‘por si acaso’ es la voz de la prudencia que tantas veces nos libra de un riesgo que puede ponernos en serios apuros. Y es la voz que nunca debemos silenciar.
- La inteligente tortuga: En este cuento de ‘La justicia de la tortuga’, realmente el animal más listo es la tortuga, capaz de idear rápidamente una salida para la complicada situación del conejo. Tan sencillo como ‘reestablecer el orden’. Es decir, que todo regrese al principio, para dar al conejo una segunda oportunidad y al coyote, una buena lección. La tortuga enseña al conejo a usar el ingenio y le viene a recordar que piense muy bien sus decisiones, porque las consecuencias pueden volverse contra él.
Otros preciosos cuentos mexicanos para niños por descubrir
Existen muchos cuentos mexicanos que utilizan animales para enseñar valores esenciales, a modo de fábula. Aquí tienes algunos ejemplos:
- La boda del coyote: De nuevo el coyote como protagonista de un cuento que nos alerta sobre la ‘ingenuidad’. Sí, algo que también aparece en el cuento que acabas de leer de La justicia de la tortuga.
- La mujer que compró un cerdo: No te pierdas esta divertida historia sobre la terquedad y la persuasión para conseguir que alguien muy terco nos haga caso. Ya habrás adivinado que en este caso, el animal ‘terco’ es el cerdo.
- La guerra del grillo y el león: ¿Quién puede más? ¿El fiero y fuerte león o el hábil y pequeño grillo? Pues todo depende de las alianzas. Sí, sí. Y es que ya sabes que ‘la unión hace la fuerza’.
Y recuerda que también puedes escuchar muchos cuentos infantiles narrados mediante interesantes podcast aquí:
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2 respuestas
ES PRECIOSO ESTE CUENTO, ME GUSTARIA SABER QUIEN ES EL AUTOR O SI ES ANÓNIMO, GRACIAS,
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Hola Miguel. Es un cuento popular anónimo. Muchas gracias!