Este cuento, ‘La guerra del grillo y el león’, bien podría ser una fábula, porque podemos sacar una buena moraleja y muchas reflexiones sobre el mensaje que transmite. Un divertido cuento que nos habla de humildad y su opuesto, la soberbia, pero que también nos habla de liderazgo , coraje y cooperación. ¿Te lo vas a perder?
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ToggleEl cuento popular ‘La guerra del grillo y el león’
Estaba un león, rey de la selva, descansando plácidamente sobre un montón de paja, cuando un pequeño grillo se subió a su lomo y comenzó a cantar.
– ¡Oh! ¿Quién canta? ¡Para ahora mismo, que me molestas!- dijo el león sin saber de qué animal se trataba.
El grillo se escondió entre la paja y el león siguió descansando y rascándose de vez en cuando las pulgas… Volvió a subir el grillo al lomo del león y empezó de nuevo a cantar.
– ¡Para ya, odioso animal!- rigió aún más enfadado el león.
Y el grillo regresó a su escondite, de modo que el león, por más que buscaba, no podía verlo. Y esta misma escena se repitió una y otra vez… El león, enfadadísimo, gritó:
– ¡Sal de tu escondite y déjate ver! ¿O es que eres un cobarde?
El grillo se plantó entonces frente al león y éste comenzó a reír a carcajada limpia:
– ¿Tú? ¿Con lo insignificante que eres? ¿En serio quieres molestarme? ¡Podría acabar con todos los de tu especie con una sola de mis zarpas si quisiera!- le dijo entonces el soberbio león.
– ¿De verdad?- respondió entonces el grillo- Pues eso tendrás que demostrarlo. Está bien, hagamos una guerra entre especies. Tus amigos y tú contra mis amigos y yo… Mañana mismo, para preparar los ejércitos.
– Me parece bien, grillo. Estás un poco loco si piensas que podrás vencer al rey de la selva… Mañana nos vemos aquí mismo.
La guerra del grillo y el león: los dos ejércitos
Y así quedó todo. El león fue en busca de elefantes, zorros, armadillos… Todos los animales cuadrípodos que pudo encontrar. Y por su parte, el grillo fue reclutando a todos los insectos: escarabajos, miles de hormigas, mosquitos, moscas, avispas, abejorros…
Y llegó el día de la batalla. Los mamíferos se colocaron en el lugar indicado y los insectos, un poco más adelante, dirigidos por el grillo desde una rama, de esta manera:
– Hormigas, escarabajos, arañas… todos esperaréis abajo, en la tierra. Los insectos voladores, que esperen escondidos tras las hojas de este árbol. Saldrán a mi señal…
El león y sus soldados se impacientaban… no veían acercarse a los insectos. Así que el león mandó a un elefante a investigar, pero nada más llegar al lugar en donde estaban los insectos, un buen puñado de hormigas rojas subieron por sus patas y comenzaron a picarle. El pobre elefante salió de allí corriendo.
– ¡Socorrooo!- gritaba al tiempo que se acercaba a donde estaba el resto de compañeros.
– Vaya, con que esas tenemos- dijo el león- Pues que vaya el armadillo, que tiene una buena coraza y no podrán picarle las hormigas.
El armadillo se acercó con un poco de miedo. Es cierto que las hormigas no podían hacerle daño, pero entonces se acercaron volando unas avispas y se metieron en los pliegues de su armazón. El pobre armadillo también regresó chillando de dolor.
– Está claro que tengo que mandar a un animal más inteligente- dijo entonces el león Que se acerque el zorro…
Pero el zorro, que efectivamente, era el animal más inteligente, nada más dar dos pasos, se volvió a donde estaba el resto.
– ¿Por qué regresas, qué pasa?- preguntó el león.
El comienzo de la guerra del grillo y el león
– Pues está claro… Si tanto el elefante como el armadillo regresaron llenos de picaduras, es que los insectos ya comenzaron la guerra…
– Tienes razón- dijo el león- ¡A por ellos!
Y el ejército del león, jirafas y cocodrilos incluidos, fueron corriendo hasta donde esperaban los insectos.
La batalla en tierra fue descomunal. Las hormigas y las arañas picaban a todos los animales que podían, pero también acababan en muchos casos aplastados por los enormes animales que caían sobre la tierra.
Cuando la cosa se puso fea, el grillo decidió dar la orden a los insectos voladores.
– ¡Ahora!- gritó desde su rama.
¡Menudo festín para avispas y abejorros! Los elefantes corrían como locos, perseguidos por las avispas. Las jirafas intentaban proteger su cuello de las picaduras. Aquello se convirtió en un ‘sálvese quien pueda’, y el ejército del león se desintegró en un par de minutos.
El león se dio cuenta de que había perdido la batalla, y tuvo que aceptarlo a regañadientes. Desde ese día, dejaba que el grillo se subiera a su lomo para cantar. Y con el paso del tiempo, hasta comenzó a gustarle aquel canturreo…
Qué temas puedes trabajar con el cuento ‘La guerra del grillo y el león’
Utiliza este fantástico cuento popular mexicano, ‘La guerra del grillo y el león’, para reflexionar acerca de:
- El valor de la humildad.
- Las decisiones que tomamos movidos por la soberbia.
- La inteligencia y la astucia.
- El liderazgo.
Reflexiones sobre el cuento de la guerra del grillo y el león
Está claro que el pequeño grillo le dio una buena lección al poderoso y soberbio rey de la selva. En ‘La guerra del grillo y el león’, los animales aparentemente más poderosos se dieron cuenta de que nadie es más ni menos y que todos deben aprender a convivir en igualdad:
- Una ‘cura de humildad’: ¿Alguna vez escuchaste el dicho de ‘ha recibido una cura de humildad’. Se dice cuando alguien soberbio y prepotente es ‘derrotado’ por aquel al que considera inferior. En el caso de ‘La guerra del grillo y el león’, el rey de la selva, el león, se reía del tamaño y aparente ‘insignificancia’ del grillo y sus compañeros, los insectos. Al verlo tan pequeño, pensó que era inferior a él y los de su especie. Por eso les declaró la guerra. El grillo, sin embargo, le dio una gran lección al león, demostrándole que no siempre es más poderoso el más grande en tamaño, sino que el poder depende de muchas otras cosas, como la inteligencia, la cooperación, o muchas otras ‘habilidades’ y características de cada uno.
- Cada cual tiene su virtud: En ‘La guerra del grillo y el león’, el león estaba convencido de que tanto él como sus compañeros de cuatro patas eran mejores por ser más grandes. Pero cada animal tiene su virtud y todas ellas son igual de importantes. Una sola avispa es capaz de vencer a uno de estos grandes animales gracias a su aguijón. Tras la batalla, el león se dio cuenta de su error, y al menos reconoció que estaba equivocado.
Una reflexión más sobre el cuento de La guerra del grillo y el león
- La inteligencia y el don de mando del líder: Se creía el león en esta historia de ‘La guerra del grillo y el león’ que él era el rey, el líder en la selva, pero el grillo demostró que era más astuto y que además tenía mejores dotes para dirigir y liderar un ejército. Así, mientras que el león confió en la ‘fuerza bruta’ de sus ‘soldados’, y decidió que debían avanzar todos a la vez y sin orden ninguno, el inteligente grillo organizó a su tropa según las condiciones y virtudes de cada uno de sus ‘soldados’. Las hormigas primero, con escarabajos y arañas apoyándolos… y en retaguardia y escondidos los insectos voladores, que serían determinantes en la fase final de la batalla. Un buen líder es aquel que es capaz de sacar el mejor partido para el grupo de cada uno de sus integrantes. Así lo demostró el grillo.
«No subestimes nunca la fuerza del pequeño»
(Reflexiones sobre ‘La guerra del grillo y el león’)
Otros fantásticos relatos sobre la humildad
Aquí tienes más relatos que, como este de ‘La guerra del grillo y el león’, nos hablan de humildad frente a soberbia y prepotencia:
- El lobo, el caracol y las avispas: Este cuento francés es similar al que acabamos de leer de ‘La guerra del grillo y el león’. En este caso, el león se transforma en lobo y los insectos protagonistas son las avispas, que ayudan a su amigo el caracol ante las amenazas del lobo. Te puedes imaginar cuál de estos dos ejércitos tienen todas las de ganar…
- El sapo y el ratón: Este cuento tradicional español también nos cuenta de forma muy divertida una historia de ‘reto’ entre un vanidoso ratón y un inteligente sapo. ¿Quién vencerá de los dos?
- La historia de Kattor: Un pequeño tigre piensa que es el amo del planeta. ¿Cómo no van a ser los tigres los más poderosos? Sin embargo, la propia Naturaleza le explicará que no existe ningún ser más poderoso que el resto…
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