Madrid tiene una fuente muy famosa (sobre todo para los aficionados del Real Madrid). Pero, ¿qué sabes del mito de la diosa Cibeles? Se trata de una leyenda de la mitología frigia, aunque luego los griegos también ‘adaptaron’ la historia de esta diosa. De hecho, su historia, es la más famosa. Cibeles está relacionada con la fertilidad y llegó a ser considerada la ‘diosa Madre’.
Un dato más: Frigia era una región de la península de Anatolia, en Asia Menor (los Balcanes del Sur). Es decir, el lugar que hoy en día ocupa Turquía.
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La sorprendente historia de la diosa Cibeles
Cibeles era según los frigios la diosa de la Tierra y la fertilidad, aunque muchos la consideran también diosa ‘madre’. Pero, ¿cómo nació?
La leyenda griega cuenta que Zeus tuvo un sueño mientras dormía en el monte Dídimo. Se le apareció una hermosa joven que despertó el placer en él. Una pequeña cantidad de semen cayó sobre una grieta de la tierra. De ahí nació una criatura hermafrodita, Agdistis, que fue castrado por los dioses y transformado en la diosa Cibeles.
De los genitales cortados de Agdistis, dicen que nació un almendro y el fruto de este árbol se depositó en el vientre de una ninfa (Nana) que dio a luz a un hijo al que abandonó, llamado Atis.
El pequeño fue criado por unas cabras y cuando creció, la diosa Cibeles se sintió atraída por él. Pero el joven estaba enamorado de otra mujer, la ninfa Sagarítide, y Cibeles, muerta de celos, ordenó castrarle.
Y a partir de aquí las versiones de esta misma historia cambian… ¿Qué pasó con Atis? Algunos aseguran que no sobrevivió tras la castración. Y es más… que fue enterrado y luego resucitado por la propia Cibeles. Aunque otra versión asegura que se convirtió en un pino.
La tercera versión difiere, y habla de un Atis convertido en un eunuco al servicio de la diosa Cibeles. Un relato que cuadra, pues los sacerdotes que servían a esta diosa eran todos eunucos.
Los leones de la diosa Cibeles
¿Por qué se representa a la diosa Cibeles con leones? La famosa fuente de Madrid muestra precisamente a una hermosa diosa sobre un carro tirado por dos leones. Es el animal que se corresponde con esta deidad. Ya Ovidio, el famoso poeta romano, habla de la diosa Cibeles, y la describe junto con un carro tirado por leones que atraviesa el cielo de parte a parte. Pero la cosa no queda ahí. Estos animales también encierran una extraña historia…
Los leones en realidad son una mujer y un hombre, dos jóvenes que fueron castigados por la diosa Cibeles. Sus nombres: Atalanta e Hipómenes.
Atalanta era hija del rey de Beocia y fue abandonada en el bosque, ya que su padre deseaba un varón. La joven fue cuidada y adiestrada por unos cazadores. También era muy bella, pero rechazaba a todos sus pretendientes, al más puro estilo de Dafne. Cansada de la insistencia de su padre por que encontrara pareja, dijo que solo se casaría con aquel que le ganara en una carrera. Pero pobre del que perdiera, porque sería castigado con la muerte…
Y aquí entra en juego el pícaro Hipómenes, un joven arcadio al que le encantaban los retos. Pidió a Afrodita tres manzanas doradas. Durante la carrera, las fue tirando al suelo. Atalanta, deslumbrada por su brillo, se fue parando a recogerlas, momento que Hipómenes aprovechaba para sobrepasarla. Al final, ganó la carrera y los jóvenes se casaron. Y fueron muy felices, hasta el día en que entraron en el templo de Cibeles y tuvieron relaciones. La diosa, enfurecida, les transformó en leones para que tiraran de su carro, y lanzó además una maldición para que nunca más pudieran mirarse.
Personajes del mito de la diosa Cibeles
- Agdistis: La criatura hermafrodita que nació de Zeus y la Tierra. Más tarde, sería Cibeles.
- Cibeles: Diosa de la Tierra, diosa Madre.
- Zeus: el Dios de los dioses.
- Nana: Una ninfa fertilizada por la semilla de un almendro que nació de los genitales de Cibeles.
- Atis: El hijo de Nana (y Cibeles). Fue castrado por no corresponder a la diosa Cibeles.
- Los leones: En realidad son Atalanta e Hipómenes.
Claves para entender el mito de la diosa Cibeles
- ¿Es la diosa Cibeles un mito griego?: No, es más antiguo. Es un mito frigio, adaptado por los griegos y luego por los romanos.
- ¿Cómo nació Cibeles?: Es hija de Zeus, quien germinó la tierra del monte Dídimo. Nació un hermafrodita que fue castrado por los dioses. El resultado fue Cibeles.
- ¿Tuvo algún hijo la diosa Cibeles?: Tuvo un hijo a través del vientre de otra mujer (por los genitales de cuando Cibeles nació hermafrodita). El hijo se llamaba Atis.
- ¿Qué le pasó a Atis?: Fue castrado por no corresponder el amor de Cibeles.
- ¿Quiénes son los leones que tiran del carro de Cibeles?: Son los jóvenes Atalanta e Hipómenes. castigados por Cibeles por tener relaciones en su templo.
La versión del mito frigio de la diosa Cibeles
Veamos ahora en qué difiere esta historia griega del mito frigio, mucho más antiguo que el griego, sobre la diosa Cibeles.
Ellos la retratan como una princesa frigia que fue abandonada por sus padres. Ella se enamoró del joven Atis, y cuando los padres de Cibeles se enteraron de que estaba embarazada, decidieron volver a por ella y matar al pobre Atis.
Cibeles, enloquecida, comenzó a tocar un tambor con bastante estruendo por toda la región de Frigia. Y su historia (y quejas) llegaron hasta los dioses, que al conocer su historia, decidieron castigar a los frigios mandando a esta región hambre y penurias.
Para terminar con esto, los frigios debían enterrar a Atis y construir templos en honor a Cibeles y a su joven amante. Y así hicieron en Frigia, un lugar que pasó a venerar a la diosa Cibeles y su desdichado enamorado.
Comentarios sobre el mito griego de la diosa Cibeles
El mito de Cibeles cuenta con una mezcla entre la historia más antigua, de Frigia, y el toque de la mitología griega. Los griegos cuentan que efectivamente, Zeus engendró a una criatura hermafrodita, de tal poderío, que provocó celos entre los dioses. Ellos querían terminar con Agdistis, pero Zeus se resistía, y para impedir que muriera, decidió castrarle, con la hoz de Cronos (la misma con la que en su día castró a Urano). Y así, nació Cibeles:
- En busca de su otra parte: Cibeles vivió en una continua y perturbadora búsqueda. Representa la frustración por haber perdido parte de la identidad. Al ser castrada, buscó su ‘otra parte’ con desesperación, y se convirtió en una diosa ‘castigadora’. Y es que la frustración, las grandes pérdidas, generan ira, una ira implacable e injusta, que suele caer como un rayo sobre aquellos que menos culpa tienen… como le sucedió al pobre Atis.
- Atis, la parte que le faltaba a Cibeles: Está claro que Cibeles dio al fin con aquella parte que los dioses le habían arrebatado, y esa parte era Atis, que nació de los genitales castrados de la diosa (cuando era Agdistis), a través de unas almendras que germinaron en el vientre de una ninfa del bosque. La historia parece rocambolesca, pero ya sabes que la mitología era así… llena de metáforas relacionadas con la metamorfosis y unión de todos los elementos de la Naturaleza.
Pero, ¿qué podía pasar si la parte que Cibeles buscaba no quería estar a su lado? Pues es lo que pasó. A su frustración anterior se sumó la sed de venganza y la soberbia. Y claro, tenía que castigar al pobre Atis… aunque no tuviera la culpa de no amar a Cibeles.
La famosa fuente de Cibeles
En Madrid existe una famosa fuente dedicada a esta diosa, Cibeles, que además tiene una réplica en México. Se trata de una escultura del siglo XVIII, de Roberto Michel y Francisco Gutiérrez Arribas, de acuerdo con el diseño del famoso Ventura Rodríguez. La mandó construir, por cierto, el rey Carlos III, empeñado en ‘embellecer’ la ciudad de Madrid a base de edificios y esculturas singulares.
La fuente, enclavada en la plaza que lleva su mismo nombre, representa a la diosa con ropas frigias y una corona de puntas, sobre un carro tirado por dos leones que no se miran (Atalanta e Hipómenes). El cántaro del que mana agua representa a su amado Atis, que terminó castrado.
Hoy en día, esta fuente es centro de celebración de los triunfos del equipo Real Madrid.
Otros grandes mitos griegos por descubrir
Si te gustó la historia del mito de Cibeles, prueba a leer también estos otros:
- Mito de Pandora: ¿Alguna vez escuchaste decir eso de ‘ha destapado la caja de Pandora’. Viene a ser como una ‘caja de los truenos’, de ira y desgracias. Este mito explica por qué usamos este dicho tan popular…
- Mito de Apolo y Dafne: Este mito griego explica la relación entre el laurel y los vencedores en carreras y competiciones deportivas. La historia tiene que ver con Apolo, dios de las artes y el deporte y con Dafne, una hermosa joven con la que Apolo estaba obsesionado…
- Mito de Prometeo: La imagen de un hombre atado a una roca, a merced de un águila que cada día acude para devorar su hígado, es realmente aterradora. Tiene que ver con la historia de Prometeo, uno de los mitos griegos más famosos, que nos habla de un duro castigo a un semidiós por haberse burlado de los dioses.
Y recuerda que algunas de estas historias también las puedes escuchar narradas aquí:
2 comentarios
Aquí se percibe que la presentación estática de la Diosa Cibeles que tenemos en el centro de Madrid tiene implicaciones más aviesas y malévolas de lo que parece a primera vista. Los dos leones – Atalanta e Hipómenes – miran cada uno a para un lado distinto, dirigen su intención en sentido contrario rompiendo el equilibrio y la dirección precisa. Refleja lo mismo que esa carta del carro en el tarot que tiene dos caballos de distinto color y cada uno corre en dirección opuesta; lógicamente el resultado del auriga conductor es una estrepitosa caída.
Representa cuando en nuestro ser interior tenemos sentimientos entre sí antagónicos que provocan conflictos, chocan y perturban la paz íntima de cada ser. Estos pueden ser de muy distinta índole: Razonamiento contra sentimiento, deseos contra realidades, afinidades opuestas…etc….
En el medio de ellos está esa rígida, severa y firme Diosa que trata de poner orden con meditación, calma, consciencia y reflexión.
En esta repito muy estática presentación que no parece querer dirigirse a ninguna parte.
Un cordial saludo de Juan Pablo.
¡Qué gran reflexión! Muchas gracias, Juan Pablo 🙂