Esta fábula o cuento originario de Francia, ‘El lobo enfermo’, nos advierte de las consecuencias de los excesos y sobre todo, de la desobediencia en la que caemos al dejarnos llevar en un momento dado por los impulsos, olvidando la prudencia y ciertas normas importantes. El protagonista de esta fábula es un lobo muy glotón, al que le costó muy caro saltarse cierta prohibición.
TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS
La fábula francesa El lobo enfermo
Había una vez un lobo al que le gustaba demasiado comer. Era muy glotón y no tenía medida. De hecho, comía tanto, que un buen día enfermó. Le dolía muchísimo el estómago y fue a visitar al médico del pueblo, un hombre anciano muy experimentado.
– Por favor, señor médico, le pagaré cuatro monedas si me curas. No puedo soportar este dolor de estómago…
Y el hombre, después de examinarlo bien, le dijo:
– Señor lobo, usted está enfermo de tanto comer. A partir de ahora no podrá comer más de siete libras de carne. De lo contrario, podría ser muy peligroso.
El lobo asintió, pagó al médico y se fue a casa del herrero para encargarle una balanza. Con ella, pesaría cada día la carne para asegurarse de que no comía ni un gramo de más de esas siete libras que le había indicado el doctor.
Y así hizo durante muchos meses. A pesar de quedarse con hambre, el lobo pesaba en su balanza la carne y no comía más de siete libras. Recuperó su figura esbelta y se sentía más ágil. Estaba feliz el lobo de haber visitado aquel día al médico.
Pero llegó el día de Santa Blandina, la fiesta patronal de aquella aldea, y el lobo sabía que era un día excelente para cazar. Todos los aldeanos iban a las 12 a misa, y dejaban los animales solos en las granjas. El lobo estaba tan emocionado, que olvidó la balanza al salir disparado hacia la aldea. Solo de pensar en el festín que podía darse…
Vio unas gallinas y ¡zas!, las cazó. También se comió una cabra y hasta una mula. Comió y comió sin acordarse de las siete libras. Total, por un día… Pues el lobo, aquella misma noche, murió de un atracón.
Moraleja: «No bajes la guardia: un solo descuido puede echar por tierra todo lo que tanto habías cuidado y trabajado»
(El lobo enfermo Fábula francesa)
Qué trabajar con la fábula ‘El lobo enfermo’
Utiliza esta fábula francesa de ‘El lobo enfermo’ para reflexionar sobre:
- La desobediencia.
- Los límites y las consecuencias de saltárselos.
- Los impulsos.
- La gula.
Reflexiones sobre esta interesante fábula del lobo enfermo
Sin duda, esta fábula, ‘El lobo enfermo’, nos deja una serie de advertencias que debemos tener en cuenta siempre, en todo momento:
- Basta un momento, un impulso, para destruir todo lo que tanto nos había costado mantener: Ya lo sabes, lo que cuesta construir algo y mantenerlo y lo poco que cuesta destruirlo. Es como cuando construyes un castillo de naipes, con paciencia y mucho cuidado… Tanto tiempo para conseguir poner la última carta y basta un simple descuida, un temblor de pulso, una ligera ráfaga de viento, y todo se va ‘a l traste’.
Así en la vida, debemos mantener constancia en lo que hacemos, no bajar la guardia, mantenernos vigilantes y nunca saltarnos aquella delgada línea que separa el triunfo del fracaso. Basta un momento de debilidad para volver a caer en aquello que nos hace daño.
- No hagas caso a ciertos impulsos: Las emociones son complejas y muy difíciles de dominar. El lobo en esta historia, ‘El lobo enfermo’, tenía ciertamente un problema, una enfermedad: la gula. Y mantenerse alejada de ella requería de constancia y sobre todo, mucha fuerza de voluntad. Lo estaba consiguiendo, hasta que una tentación, más grande que fuerza de voluntad, le arrastró de nuevo hacia la gula. Y esta vez, rebasó los límites con tanto descontrol, que las consecuencias fueron terribles.
Otra buena reflexión de la fábula ‘El lobo enfermo’
- Las recaídas después de una buena racha de fortaleza, son más peligrosas: Lo que le pasó al lobo en esta fábula de ‘El lobo enfermo’, sucede no solo con la gula, sino con todas nuestras flaquezas y problemas que intentamos controlar. Y es cierto que después de una buena ‘racha’ la recaída puede ser más peligrosa, más descontrolada. De ahí la importancia de usar la razón en momentos de debilidad y frenar la tentación a tiempo. Si el lobo hubiera recapacitado, y se hubiera dado la vuelta para buscar su balanza, el final hubiera sido muy distinto.
«Basta un segundo, un impulso, para ‘tirar por la borda’ todo lo que tanto nos había costado conseguir»
— (Reflexiones sobre la fábula El lobo enfermo)
Otros increíbles relatos de lobos
¿Te ha gustado esta fábula? La verdad es que existen muchos relatos con el lobo como protagonista. A menudo usan este animal en los cuentos y las fábulas para ‘ejemplarizar’ nuestras debilidades. No es que pongan al lobo como ‘el malo’, sino que lo utilizan para advertirnos de los peligros de los que debemos huir. Aquí tienes algún buen ejemplo:
- El lobo y los siete cabritos: Un cuento clásico, muy popular, que de nuevo nos habla de la prudencia como nuestro mejor aliado para protegernos de los peligros.
- La zorra, el lobo y el caballo: En esta fábula de La Fontaine, imprudencia y vanidad van de la mano y pueden llegar a ser un fatal enemigo. Desde luego, tanto la vanidad como la imprudencia pueden jugarnos una muy mala pasada.
- El castillo de los tres lobos: En este caso, aquí tenemos un cuento francés que nos recuerda en cierta manera al cuento clásico de Los músicos de Bremen. al igual que en ese cuento, unos animales huyen de una granja para buscar una vida mejor. Cooperar y se ayudan para conseguir echar de su castillo a tres feroces lobos que tienen atemorizados al resto de animales del bosque. ¿Lo conseguirán?
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