La zorra a la que se le llenó el vientre. Fábula sobre la paciencia

No es fácil ser paciente. Sobre todo en momentos de angustia. Pero esta fábula de Esopo, ‘La zorra a la que se le llenó el vientre’, nos explica claramente cómo a veces solo con paciencia se consigue resolver un problema.

TIEMPO DE LECTURA: 1 MINUTO Y MEDIO

Una fábula corta sobre la paciencia: La zorra a la que se le llenó el vientre

La zorra a la que se le llenó el vientre, una fábula de Esopo
La zorra a la que se le llenó el vientre, una fábula de Esopo sobre la paciencia

Paseaba por el bosque una zorra hambrienta y descubrió que algún cazador había dejado caer en el fondo de un tronco algunos buenos trozos de carne. No se lo pensó dos veces y entró por el pequeño agujero para comérselos.

Tenía tanta hambre que se los comió todos con voracidad, pero después, al intentar salir del tronco, se dio cuenta de que no podía, porque su tripa había crecido tanto, que se quedaba atascada en el agujero.

La zorra comenzó a llorar y a llorar, angustiada ante la idea de terminar allí sus días de esa forma. Pero entonces se acercó hasta ella otra zorra que paseaba por aquel lugar.

– ¿Qué te sucede, amiga, por qué lloras tanto?

– Ay, ¡qué desgracia!- dijo ella- ¡Comí tanto que mi tripa se hinchó y ahora no puedo salir de este tronco!

La otra zorra la miró perpleja y dijo:

– Bueno, ¿y cuál es tu problema? Espera a que la tripa se deshinche y ya está… Y

es entonces cuando la zorra atrapada en el tronco se dio cuenta de qué sencilla era la solución a su problema.

Moraleja: «Solo con paciencia se resuelven muchos de nuestros problemas»

(La zorra a la que se le llenó el vientre – Esopo)

Qué valores y temas puedes trabajar con la fábula La zorra a la que se le llenó el vientre

Con esta fábula corta de Esopo, ‘La zorra a la que se le llenó el vientre’, podrás trabajar estos temas:

  • La resolución de problemas.
  • El importante valor de la paciencia.
  • El miedo que nos lleva al estrés.

Reflexiones sobre esta fábula corta de ‘La zorra a la que se le llenó el vientre’ para niños

Está claro que en momentos de angustia no somos capaces de pensar bien. Muchas veces la solución es bien sencilla, pero no la conseguimos ver. Estas son algunas de las reflexiones a las que llegamos tras leer la fábula ‘La zorra a la que se le llenó el vientre’:

  • La paciencia, esa gran virtud: Cuando tenemos un problema, buscamos la solución ya, instantáneo. A veces la tiene y otras no. En ocasiones no se puede hacer nada más que esperar. A esto se le llama paciencia, y aunque en un principio parezca sencillo, no lo es. La angustia y la necesidad de salir de un problema nos llevan a perder esa paciencia que muchos consideran (y con razón) como una gran virtud. De hecho, todo el que goza de tener una buena paciencia, disfruta de forma más tranquila de la vida.
  • El miedo que nos paraliza: El problema de la zorra a la que se le hinchó el vientre es que se dejó llevar por ese miedo que paraliza, un pánico que nubla nuestra mente y nos hace perder el control sobre los nervios. En momentos de estrés, en donde nos domina la angustia y la razón queda anulada, no somos capaces de ver la salida a nuestro problema. Es como si de pronto el agua en donde buscamos algo se vuelve turbia. La única solución es dejar que esa arena que enturbia el agua vuelva a su lugar. Es decir, esperar, sin más, a que todo regrese a su cauce.

«Debemos intentar escapar de ese miedo que nos paraliza e impide que pensemos con claridad»

— (Reflexiones sobre ‘La zorra a la que se le llenó el vientre’)

  • La ayuda de alguien que sí puede ver el fondo: La zorra atrapada tuvo suerte de encontrarse con una compañera que no estaba nerviosa y sí era capaz de ver con claridad el fondo del problema. De esta forma, la zorra le hizo ver a su amiga atrapada, cuál era la solución a su problema. Una buena ayuda que sin duda fue vital para que la zorra atrapada se tranquilizara.

Otras fantásticas fábulas de Esopo para niños

Las fábulas cortas de Esopo esconden mensajes realmente claros y concisos. Son fábulas sencillas que nos transmiten valores esenciales. Aquí tienes otros buenos ejemplos:

  • La gallina de los huevos de oro: La avaricia es capaz de hacernos perder el control, de cegarnos y de llevarnos a cometer auténticas locuras. No te pierdas esta popular fábula.
  • El asno y el león: De la vanidad de unos se aprovechan mediante el ingenio, otros (ya que la vanidad es cegadora). Es lo que pasa en esta fantástica fábula de Esopo.
Fábula de Esopo sobre la vanidad
El asno y el león, una fábula de Esopo para niños
  • Las dos cabras: cuando se juntan dos ‘tercos’, la solución es complicada. A veces uno tiene que ceder para que los dos consigan lo que buscaban.

Recuerda que también puedes escuchar alguna de estas fantásticas fábulas de Esopo a través de los podcast:

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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