El cordero envidioso. Una fábula con valores de Godofredo Daireaux

Esta historia, ‘El cordero envidioso’, nos habla de la insatisfacción que lleva al envidioso a intentar tener lo que otros tienen, a pesar de no necesitarlo. Godofredo Daireaux, de nacimiento francés, vivió en Argentina y plasmó como nadie sus experiencias ganaderas en la Pampa. Por eso utiliza los animales como metáfora o fábula. Un escritor pedagógico que nos ha dejado fábulas maravillosas. Descubre la adaptación de esta fábula.

La fábula del cordero envidioso

El cordero envidioso, una fábula de Godofredo Daireaux
Fábula del cordero envidioso

Vivía en una granja un corderito tan hermoso, que hacía las delicias de las dos hijas del granjero. Tal era así, que lo tenían al pequeño cordero por mascota. Cada mañana acudían a peinar su blanca y suave lana. Y de beber le daban agua cristalina del manantial. También le acariciaban para que durmiera y hasta le regalaron un mullido cojín de seda de vivos colores para que pudiera descansar como un auténtico rey. El cordero era sin duda el animal más mimado de la granja. De comer, las niñas le llevaban suculentos guisos.

Sin embargo, el pequeño cordero, a pesar de tener la mejor atención, constantemente miraba con envidia al resto de ovejas. Y en cuanto el ganadero llegaba con la comida, que normalmente eran granos de cereal o simple heno, el cordero saltaba como un resorte y pisaba a quien fuera necesario para llegar el primero.

El resto de ovejas, cansadas de su actitud, se plantaron un buen día ante él muy enfadadas. La oveja jefa dijo:

– Estamos hartas de que siempre llegues a por la comida el primero, cuando ni siquiera tienes hambre. Las hijas del granjero te cuidan y miman cada día. Te dan los mejores alimentos… ¿Por qué haces esto?

El cordero, con la cabeza bien alta, respondió:

– Pues la verdad es que no tengo hambre, pero de sólo ver que os dan algo que yo no tengo…

– Es decir, que actúas por envidia, quieres decir.

– Llámalo como quieras- dijo el cordero- Pero creo que estoy en mi derecho.

– ¡En tu derecho, dices! ¡Si ya tienes suficiente con lo que te dan!

La oveja jefa reunió al resto y propuso votar si expulsar o no de allí al impetuoso cordero. El resultado fue unánime. El cordero envidioso debía abandonar aquella granja.

– Recoge tus cosas y lárgate. Hemos votado y no te queremos aquí- dijo la oveja jefa.

El cordero, algo arrepentido, buscó su cojín de seda y se fue. Ya por la noche, hambriento como estaba, encontró otra granja. Decidió quedarse allí. Pero no había niñas que le mimaran. En esa granja aprendió a ser uno más, sin privilegios.

Moraleja: «Si deseas lo que otros tienen aunque no lo necesites, terminarán por excluirte y perderás todo lo que tienes»

(‘El cordero envidioso’ – Godofredo Daireaux)

Qué temas podemos trabajar con la fábula del cordero envidioso

Utiliza esta fantástica fábula del cordero envidioso para reflexionar sobre:

  • La envidia y sus consecuencias.
  • El sentimiento de injusticia.
  • La frustración.
  • El arrepentimiento.
  • La necesidad de valorar y agradecer lo que tenemos.

Reflexiones sobre la fábula del cordero envidioso

Cuando sólo nos centramos en la felicidad de los demás, e intentamos poseer lo que tienen con la intención de hacernos con su felicidad, terminamos sintiéndonos terriblemente infelices y vacíos. Ese sentimiento de frustración parte de la envidia, que nos lleva a olvidar lo que tenemos y a no poder disfrutar y ser felices.

  • La envidia nos hace infelices: Sí, porque es un sentimiento que nos crea ansiedad e insatisfacción constantemente. queremos lo que otros tienen porque pensamos que así seremos tan felices como ellos. Pero, ¿nos preguntamos antes si realmente necesitamos lo que otros tienen?

El centrarnos constantemente en otros es indicativo de la falta de amor propio, de la falta de autoestima, de la incapacidad de valorar y agradecer lo que tenemos. Por eso, el cordero envidioso era en realidad infeliz, a pesar de tenerlo todo, de recibir amor y cariño y de ser mimado. No era capaz de valorar todo lo que tenía. Y buscó la felicidad de los otros sin darse cuenta de que ya la tenía, pero de otra manera.


«El estar constantemente observando lo que hacen o tienen los demás, es síntoma de falta de amor propio»

— (Reflexiones sobre ‘El cordero envidioso’)

Más reflexiones sobre la fábula del cordero envidioso

  • El sentimiento de injusticia: Por otro lado, los otros personajes protagonistas de esta historia del cordero envidioso eran las otras ovejas. Ellas sentían una gran injusticia. Las niñas trataban mejor al cordero envidioso, mientras que ellas se tenían que conformar con una vida más humilde. Sin embargo, lo aceptaban, y no protestaban a pesar de considerar que se trataba de algo injusto.

Pero el hecho de que el cordero además intentara quitarles lo poco que el granjero les daba, les hizo recapacitar sobre su postura. Y echaron de allí al cordero envidioso, porque ya no sólo se trataba de una mera injusticia. También les estaba robando su comida. Ante tal abuso no les quedó otra que expulsarle.

  • El pequeño cordero lo tenía todo y no era feliz: Sí, el cordero envidioso tenía todo lo necesario para ser feliz, y no lo era. ¿Por qué? Por ingratitud. No supo agradecer lo que le daban y en lugar de ello siguió deseando lo que no tenía. Lo mismo nos sucede a nosotros cuando ansiamos lo que otros tienen, sin darnos cuenta de que ya tenemos lo suficiente para ser felices. La frustración es grande. La ansiedad, mayor. La envidia, si no conseguimos gestionarla, sólo nos lleva al sufrimiento.

Otras obras maravillosas para reflexionar sobre la envidia

¿Te gustó la historia del cordero envidioso? Si quieres profundizar en esta emoción básica, prueba a leer también estas otras historias.

  • Las medias de los flamencos: El querer ser como los demás por pura envidia, puede llevarnos a serios problemas… No te pierdas esta increíble historia.
  • El murciélago: A veces deseamos lo que tienen otros, y se lo arrebatamos. Pero al final, ese daño causado termina por pasarnos factura.
El murciélago, un cuento sobre la vanidad
El cuento de Galiano del murciélago
  • El cisne y el cuervo: La envidia no sólo se queda en el sentimiento de querer lo que tienen otros. Da un paso más allá e intenta anular lo que tienen para destruir su felicidad.

Y recuerda que muchas de las fábulas que encontrarás en la web, podrás escucharlas también mediante podcast. Las encontrarás en el canal de Tucuentofavorito.com en Spotify y también en Ivoox.

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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