Te proponemos leer esta interesante leyenda de la mitología griega: Medusa y Perseo. Se trata de un relato que nos habla de astucia, coraje y paciencia. Un relato que también podemos usar para hablar del tema de la resolución de problemas, usando siempre la inteligencia. Y de cómo se puede vencer a un enemigo sin usar la fuerza.
TIEMPO E LECTURA: 4 MINUTOS
La increíble historia de Medusa y Perseo
Cuentan que hace mucho, pero que mucho tiempo, vivían en el monte de Atlas, en Grecia, unas hermanas realmente malvadas. Las conocían como Gorgonas, pero la más terrible de las dos, se llamaba Medusa, una joven muy hermosa pero con una extraña maldición.
Medusa en lugar de cabellos tenía serpientes que salían de su cabeza. Sus ojos eran terriblemente hipnóticos, y cada vez que miraba fijamente a un ser vivo, hombre o animal, este se transformaba en estatua de piedra de inmediato.
Fueron muchos los que intentaron matarla. Guerreros muy valientes que subieron el monte Atlas en busca de Medusa. Pero ninguno lo consiguió. Y toda la ladera de la montaña estaba llena de estatuas de piedra.
– Yo la mataré- dijo un buen día el hijo del dios Zeus, Perseo.
– Hijo, es muy peligroso. Ningún guerrero ha conseguido librarse del maleficio de esa mujer- le advirtió su padre.
– Iré bien preparado, padre.
Perseo estaba decidido a terminar con la espantosa Medusa. Para ello, llevó todo lo necesario, regalos que había recibido de los dioses para ayudarle: una espada curva y muy afilada que le regaló el dios Mercurio, y un escudo de bronce de una sola pieza que le regaló la diosa Atenea, , capaz de detener terribles golpes sin abollarse, y tan pulido, que parecía un espejo.
Y por último, lo más importante, Perseo tenía unas pequeñas alas en los tobillos que le permitían volar.
Medusa y Perseo: El plan trazado por Perseo para derrotar a Medusa
– Lo más importante es que nunca debo mirarla a los ojos directamente- se decía una y otra vez Perseo.
Así que decidido, ascendió volando el monte Atlas y en lugar de llegar al lugar donde estaba Medusa, se quedó un poco apartado. Desde allí podía observarla. Para no mirarla directamente, Perseo usó su escudo como espejo. Así podía observar sus movimientos indirectamente.
Medusa vio a Perseo e intentó asustarle. Se movía de un lado a otro, soltando terribles gritos. Sus serpientes no dejaban de retorcerse y de mirarle con sus horribles ojos amarillos. Pero Perseo no se movía de donde estaba. Y no miraba a Medusa, a pesar de los movimientos que hacía para persuadirle. Simplemente esperó, sin dejar de observar a través de su escudo.
Medusa cada vez estaba más y más enfadada y se movía y gritaba más y más. Hasta que, muerta de cansancio, fue apagando su furia hasta caer dormida. Sus serpientes también fueron cerrando los ojos una a una. Y justo cuando se durmió la última de ellas, Perseo salió con mucho cuidado y se acercó en silencio hasta ella. Y de un solo golpe, le cortó la cabeza. Del cuerpo de la mujer nacieron entonces Pegaso, el caballo alado, y un gigante, Crisaor.
Y así es cómo el hijo de Zeus consiguió acabar con la terrible Medusa. Dicen que conservó la cabeza, que usaba contra sus enemigos de vez en cuando, para convertirlos en estatuas de piedra.
Qué temas puedes trabajar con el relato de Medusa y Perseo
Utiliza esta historia de la mitología griega de Medusa y Perseo para hablar de estos temas:
- La astucia y la inteligencia en la resolución de problemas.
- El valor de la prudencia.
- La paciencia como una virtud.
Reflexiones sobre la historia de Medusa y Perseo
Una vez más, nos encontramos con un interesante relato que demuestra que la astucia, la inteligencia, vence a la fuerza. Perseo no solo era un joven valiente, sino que además era prudente e ingenioso:
- Más vale maña que fuerza: Es un refrán que habrás escuchado muchas veces. Esta historia de Medusa y Perseo nos demuestra que es cierto. La astucia o inteligencia son mucho más poderosas que la fuerza bruta.
Así, mientras que Medusa se dejó llevar por los impulsos de la ira, y no hizo más que mostrar su fortaleza para intentar infundir miedo en su adversario, Perseo tuvo la suficiente sangre fría como para no caer en su trampa. Usó la razón sobre las emociones, una forma muy inteligente de afrontar una situación de riesgo. La cabeza, y no el corazón, es lo que le salvó de acabar como el resto de guerreros que intentaron dar muerte a Medusa.
«Prudencia, inteligencia y paciencia, son las tres virtudes que ayudan a conquistar una meta»
— (Reflexiones sobre la leyenda de ‘Medusa y Perseo’)
Alguna reflexión más sobre ‘Medusa y Perseo’
- La prudencia y la inteligencia, dos buenos aliados: En el caso de Perseo, prudencia e inteligencia iban de la mano. Pensó muy bien en cómo protegerse de Medusa. Ese instinto de prudencia le llevó a pensar cómo derrotarla. Y pensando y pensando, tuvo una genial idea. Puesto que no debía mirarla a los ojos directamente, buscó una forma indirecta de observarla sin que ella pudiera transformarle en estatua de piedra. Una genial idea que le condujo a la victoria.
- La paciencia, una virtud: Lo habrás escuchado alguna vez. Y sí, así es. La paciencia es una virtud porque nos ayuda a conseguir nuestro objetivo, mediante la perseverancia y el temple de los nervios. En ‘Medusa y Perseo’, Perseo tuvo una buena idea para derrotar a Medusa, pero de nada le hubiera servido si no se hubiera mantenido firme en su escondite, si hubiera perdido la paciencia y hubiera bajado su escudo. Las buenas ideas, sin perseverancia y paciencia, pueden terminar fracasando.
Otros relatos de la mitología griega muy especiales
Además de esta historia de Medusa y Perseo, te proponemos leer también algún otro relato mitológico más. Por ejemplo:
- La caja de Pandora: ¿Conoces el dicho de ‘ha abierto la caja de Pandora’ cuando alguien estalla en ira? Está relacionado precisamente con este relato que nos habla, precisamente, de esos peligrosos impulsos que nos llevan a perder los nervios.
- El caballo de Troya: La historia de este caballo tan especial también está relacionada con el ingenio y la astucia para resolver un conflicto. En este caso, griegos y troyanos libran una batalla y la reina griega es secuestrada. ¿Cómo conseguirán rescatarla?
- La historia de Atlas: ¿Por qué tenía que cargar Atlas con la bola del mundo sobre su espalda? Resulta que era un castigo por algo que hizo, pero él intentó engañar a alguien para pasarle esa carga. ¿Lo conseguirá? No te pierdas esta leyenda.
Y si te interesa escuchar algún relato narrado, prueba a echa un vistazo al canal de podcast de Tucuentofavorito.com: