¿Quién puede más, nuestra naturaleza o la educación que recibimos? Este cuento, ‘El tigre que balaba como las ovejas’, te hará pensar sobre este punto. Por mucho que intenten inculcarnos ciertas normas sociales, la naturaleza finalmente nos pone en nuestro sitio. Lee con atención el cuento y luego, reflexiona…
TIEMPO DE LECTURA: 4 MINUTOS
El cuento del tigre que balaba como las ovejas
Una tigresa embarazada, se encontraba cruzando el bosque cuando de pronto, notó que estaba de parto. Sin poder dar ni un paso más, tuvo a su bebé en mitad de un claro. ¡Era el tigre más hermoso que había visto jamás!
En seguida el pequeño se puso de pie, y fue justo en ese momento, cuando la tigresa escucho el disparo lejano de unos cazadores. Muerta de miedo, agarró con fuerza a su recién nacido entre las fauces y salió corriendo. Pero en la carrera, el cachorro cayó y, desorientado, comenzó a correr hacia otra dirección.
El pequeño tigre tuvo que andar mucho hasta que se encontró con un rebaño de ovejas. Al ver al tigre, las ovejas se asustaron un poco, pero al percatarse de que tan sólo era un cachorro, se llenaron de ternura. El pequeño se acercó a ellas y los animales decidieron acogerle como una oveja más. Le cuidaron con cariño, le enseñaron a comer hierba y a balar como ellas.
El pequeño tigre se esforzó mucho y al final, consiguió hacer todo lo que hacían las ovejas. El tigre creció, y sus balidos, aunque roncos, sonaban convincentes. La hierba no terminaba de gustarle, pero era lo único que pensaba que él podía comer.
El tigre que balaba como las ovejas y el otro tigre
Un día, un tigre llegó hasta el lugar en donde pastaban las ovejas. Agazapado, buscó el mejor ángulo para el ataque, pero cuando iba a saltar sobre una de ellas, vio que a su lado descansaba tranquilo un tigre como él.
– Pero… ¿Qué es esto? ¿Y este tigre?- se preguntó extrañado.
Las ovejas aprovecharon su confusión para dispersarse y el ‘tigre-oveja’, entonces, asustado, comenzó a balar. Al fin y al cabo, es lo que había aprendido de las ovejas… El otro tigre al escucharlo, se quedó atónito.
– ¿Cómo es que balas como las ovejas? ¿Qué te pasó?- le preguntó entonces.
Pero el ‘tigre-oveja’, sin entender nada, no podía dejar de balar y balar…
– Ya lo entiendo- dijo entonces el tigre- Tal vez piensas que eres una oveja… Ven conmigo, te mostraré algo.
El tigre llevó al otro tigre hasta un pantano e hizo que mirara al agua transparente. Ambos reflejos, el suyo y el del recién llegado, eran idénticos.
– ¿Lo ves? Tú eres un tigre, como yo. No eres una oveja. No tienes que comer hierba. Ni tienes que hacer ese ridículo sonido. Acompáñame y te enseñaré todo lo que necesitas saber.
El ‘tigre-oveja’, un poco contrariado, siguió al otro tigre hasta donde se encontraba el resto de su grupo. Entre ellos, estaba la madre del ‘tigre-oveja’, que le reconoció en cuanto lo vio. ¡Menuda alegría se dio al saber que no había muerto!
Entre todos, re-educaron al tigre. Le enseñaron a cazar, a comer y a rugir como un tigre. Él se dio cuenta entonces de lo equivocado que había estado. Al fin se sentía feliz. Por fin había encontrado su lugar.
Qué temas puedes trabajar con este cuento del tigre que balaba como las ovejas
Utiliza este cuento popular de la India, ‘El tigre que balaba como las ovejas’, para reflexionar sobre estos aspectos:
- El poder de la naturaleza de cada uno.
- La compasión y la generosidad.
Reflexiones sobre el cuento del tigre que balaba como las ovejas
No podemos ir contra nuestra naturaleza. Al final terminará por arrastrarnos al lugar al que pertenecemos:
- Busca tu lugar siguiendo tu propia naturaleza: Si te das cuenta, en el cuento del tigre que balaba como las ovejas, nuestro protagonista no era consciente del lugar al que pertenecía. Se había criado entre ovejas y llegó a pensar que era una de ellas. Sin embargo, no terminaba de encontrarse a gusto, no terminaba de sentir que encajaba entre ellas. La naturaleza finalmente es quien nos arrastra al lugar que debemos ocupar. Es imposible ir contra ella.
El momento en el que el tigre por fin se sintió libre y feliz fue al encontrarse con su naturaleza y aceptarla. Deja que la naturaleza fluya y no intentes librar contra ella ninguna batalla.
- La generosidad de las ovejas: En esta historia tenemos otros personajes que representan la bondad y la generosidad. Aún sabiendo que el recién llegado podía convertirse en un potencial peligro, decidieron acoger y cuidar con todo su amor al pequeño tigre. Le enseñaron como mejor pudieron, ya que no podían enseñarle a ser un tigre. Sólo podían enseñarle a ser una oveja. Y es lo que hicieron. A pesar del riesgo, prefirieron cuidar y ayudar al tigre. Sólo un corazón bondadoso es capaz de arriesgar su propia vida por ayudar a otro.
«Es imposible ir contra nuestra propia naturaleza»
— (Reflexiones sobre ‘El tigre que balaba como las ovejas’)
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