Este cuento popular hindú, ‘El rey de los monos’, nos habla de humildad frente al mal al que nos lleva la soberbia. Es una gran metáfora acerca de nuestra ‘pequeñez’ frente al mundo, y de cómo a veces olvidamos que somos un pequeño punto en el universo y que nuestra vida es un largo y eterno aprendizaje. No te pierdas el cuento y sus reflexiones finales.
TIEMPO DE LECTURA: 2 MINUTOS
El cuento corto ‘El rey de los monos’ para reflexionar sobre la soberbia
Existía un mono al que todos llamaban el rey de los monos, por ser el más fuerte, ágil y rápido de todos. Proclamado rey, su orgullo y vanidad comenzaron a crecer más y más.
Un día, escuchó hablar de Buda. Decían maravillas de él y le entró curiosidad:
– Si todos conocen al tal ‘Buda’- pensó- Él me debería conocer a mí, que por algo soy el rey de los monos. Iré a verle y así nos podremos conocer.
Así que el rey de los monos fue en busca de Buda. Cuando lo encontró, le pareció poca cosa… un monje más, como el resto. Entró bien estirado en la habitación y alzó la cabeza.
– Aquí está el rey de los monos- dijo anunciándose a sí mismo.
– ¿Qué tal estás, amigo?- dijo Buda afectuoso.
– ¿Cómo estoy? Ya lo ves… muy bien. Soy el más rápido, el más ágil, el más valiente… Soy el rey de los monos.
– ¿De veras?- preguntó Buda.
– ¡Claro que sí! Si no me crees, te lo demostraré. ¿Dónde quieres que vaya?
– Pues el mejor lugar sin duda es el interior de uno mismo, pero puedes ir donde desees…
– Sí, pareces alguien diferente… ¿qué respuesta es esa? Está bien, iré al fin del mundo. No tardaré nada. Por algo soy el más veloz y el más fuerte… Iré y volveré en nada de nuevo a este mismo lugar.
– Si lo deseas…
El rey de los monos llega al fin del mundo
Y así, el rey del mono comenzó a correr a toda velocidad. Cruzó valles, montañas, ríos… pasaron los días y al fin llegó hasta unas enormes columnas. Más allá, ya no veía nada…
– Esto debe ser el fin del mundo- pensó- Orinaré aquí para dejar constancia de que llegué.
Así que el rey de los monos orinó sobre una de las columnas y comenzó a correr de nuevo en la dirección contraria. Cruzó mesetas, bahías, lagos, vio las estrellas, el sol… pasaron los días y al fin llegó hasta donde estaba Buda. Jadeando, dijo:
– Ya ves, Buda, he llegado al fin del mundo y he vuelto en nada de tiempo, como te prometí. Ya te dije que era el más veloz, poderoso y ágil. El mejor entre los mejores.
Buda, clavando en el rey de los monos sus piadosos ojos, dijo:
– Por favor, mira a tu alrededor.
Entonces, el rey de los monos se dio cuenta: ¡Estaba en la palma de la mano de Buda! Veía sus dedos, que parecían columnas. Y más allá, el vacío. ¡Y qué mal olía! Era su fétido olor de orina, pues había orinado sobre los dedos de Buda. Ni siquiera había salido de su mano.
Qué temas puedes trabajar con el cuento ‘El rey de los monos’
Utiliza este breve cuento hindú para reflexionar acerca de:
- El valor de la humildad.
- La prepotencia y la soberbia.
- Las buenas lecciones.
Reflexiones sobre el cuento del rey de los monos
Qué peligrosa y perjudicial es la soberbia… apesta como ese orín del rey de los monos. Pero muchas veces quien la posee no se da cuenta, hasta que alguien le ayuda a abrir los ojos:
- La soberbia, un terrible mal: La soberbia nos lleva a la prepotencia y arrogancia y con ella, cometemos el gran error de creer que somos superiores a los demás, perdiendo de vista que en realidad todos somos igual de pequeños en la inmensidad del Universo. Esta historia hindú nos muestra una metáfora. Dentro del contexto religioso, el rey de los monos es el hombre y Buda es Dios. El hombre es pequeño ante Dios, pero su arrogancia puede llevarle a pensar que es superior a Él. Para los no creyentes, Buda puede simbolizar el Universo. El hombre es una mínima parte del inmenso universo y nunca deberíamos olvidarnos de esto.
«No debemos olvidar que somos una pequeña parte en la inmensidad del universo, y que apenas conocemos una nimiedad de nuestra existencia»
(Reflexiones sobre ‘El rey de los monos’)
- La soberbia es falta de respeto: Sí, el rey de los monos pecó de soberbia y esto le llevó a faltar al respeto a todos los demás, a los que consideraba inferiores a él. Pero su arrogancia era tal, que no era capaz de darse cuenta. A veces la vanidad, la soberbia, la prepotencia, es como una venda que nos cubre los ojos. No somos capaces de ver más allá. Por eso, el rey de los monos pensó que llegaba al fin del mundo, que recorría las zonas más inhóspitas del plantea…cuando en realidad no había salido de la inmensa palma de Buda. Lo que él consideraba el fin del mundo era solo una pequeña parte de la inmensidad de lo que aún no conocemos.
Una última reflexión sobre esta historia
- La humildad, el antídoto: Nada como una buena lección de humildad para ponernos de nuevo en el sitio que nos corresponde. Nadie es más ni menos que el otro. Todos somos pequeñas partes del cosmos. Todos estamos unidos en el mismo sentido, formamos parte del mismo mundo. Desconocemos tantas cosas… grandiosas e incomprensibles para el hombre.
Otros cuentos budistas para reflexionar
Si te gustó el cuento del rey de los monos. prueba a leer también estos otros relatos hindúes:
- La anciana que buscaba una aguja: A veces buscamos la felicidad en un lugar inadecuado. La buscamos lejos, fuera de nosotros, en lugar de buscarla dentro.
- El regalo: El mundo está repleto de desagradables ‘regalos’. Ofensas, insultos.. Pero en nuestras manos está el aceptarlos o no.
- La cuerda de la vida: ¿Cuántas veces no habremos perdido una gran oportunidad por miedo a fracasar? ¿Cuántas nos hemos aferrado a algo pensando que es lo que nos mantenía seguros, cuando en realidad era lo que nos hacía daño? De esto trata precisamente esta fantástica fábula.
Y recuerda que también puedes escuchar numerosos cuentos para reflexionar narrados. Los encontrarás aquí:
2 respuestas
No era el cuento que buscaba, pero sin duda fue muy interesante, sigan delante, gracias
Un relato muy objetivo sobre este terrible mal, de la humanidad, que se olvida, que Dios, nos tiene en sus manos.
Y también pasamos por alto, su acto de humildad del Señor de Señores, Jesús, El Cristo, que hace 2022 años dijo: Yo no he venido a ser servido, sino a servir. Por lo que yo agrego enfáticamente:
Porque el que no sirve… NO SIRVE!!
Servidor
Dr. José Abraham Estarrona Elizondo.🙋♂️