Descubre esta fábula corta de Esopo, ‘Los dos perros’ o ‘Los dos perros del cazador’, que nos habla de la importancia de educar a los hijos desde pequeños teniendo en cuenta la importancia del valor del esfuerzo. Una fábula que también incluye otras reflexiones, como el de la justicia y los celos. No te pierdas la historia y las reflexiones finales más abajo.
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La fábula de Esopo de Los dos perros del cazador
Un hombre tenía dos perros: uno negro y estilizado, de cuello largo y cuerpo atlético, al que el hombre utilizaba para cazar. Y otro pequeño, de color canela y dulce mirada, al que el hombre dejaba en casa siempre que salí a cazar para que la vigilara.
El perro negro tenía un duro trabajo: acompañaba a su dueño en la caza, corría en busca de presas, buscaba entre los matorrales, olisqueaba por todas partes. Y al final del día, regresaba a a casa agotado.
En ese momento, el perro pequeño salía muy contento al encuentro de su amo. Saltaba y movía la cola, ladraba de contento, y eso, al amo, le llenaba de alegría.
Después, el cazador siempre hacía lo mismo: escogía dos buenas presas y se las daba a los dos perros, una presa para cada uno, siempre por igual.
– Venga, ahí tenéis vuestro premio, y es igual, para que ninguno se enfade.
Sin embargo, el perro negro sentía que aquello no era justo. ¿Cómo era posible que ambos recibieran el mismo premio, cuando era él el que se dejaba la piel cada día, mientras su compañero dormía plácidamente en la casa. Un día, muy enfadado, le dijo al otro perro:
– No es nada justo que ambos recibamos un regalo similar. Yo acabo rendido y trabajo mucho cada día, mientras que tú sólo esperas a que regresemos, y tu único cometido es permanecer relajado y tumbado en el hogar.
El otro perro, asintió, comprendió su enfado, pero dijo:
– Tienes razón, pero no me lo eches en cara. Yo no tengo la culpa. Fue el amo quien me enseñó a vivir del trabajo de otros.
Moraleja: «La culpa no es del niño perezoso, sino del padre que le educó así»
(‘Los dos perros del cazador’ – Esopo)
Qué podemos trabajar con la fábula de Los dos perros del cazador
Utiliza esta fábula corta de Esopo, ‘Los dos perros del cazador’, para reflexionar sobre:
- La importancia de educar en valores a los niños.
- El valor del esfuerzo y sus recompensas.
- Los celos y la frustración.
- La justicia y la injusticia.
Reflexiones sobre la fábula de Los dos perros del cazador
¿Cuál es el problema de educar mediante los premios a todos por igual? Que se genera una injusticia para unos y se inculca la pereza y la falta de interés en el esfuerzo para otros. Cuidado con la educación que damos a nuestros hijos, parece decir en esta fábula de ‘Los dos perros del cazador’, de Esopo:
- Premia el esfuerzo, no la pereza: En muchos lugares se premia a todos los niños por igual, para evitar celos entre ellos. Pero, ¿qué siente aquel que se esforzó más y recibe el mismo premio que el que no se esforzó? Esopo nos recuerda la importancia de premiar el esfuerzo. No todos los trabajos merecen la misma recompensa. Unos son más duros que otros, unos precisan de un mayor esfuerzo que otros… En esta fábula de ‘Los dos perros del cazador’, ambos animales recibían el mismo premio al finalizar el día, acrecentando la frustración de aquel que se esforzó más, y la desilusión que puede conllevar.
- La culpa es de del que educa mal: De nuevo Esopo nos sugiere no juzgar al perro de color canela por recibir recompensas sin esforzarse. La culpa no es del perezoso, sino de aquel que le permitió serlo o incluso, que le enseñó a ser así y a vivir plácidamente del trabajo de otros. Esto que resalta la fábula de Los dos perros se puede extrapolar perfectamente a la sociedad. Una sociedad debe fomentar y premiar el esfuerzo frente a aquellos que se contentan y conforman con sobrevivir o vivir a costa de lo que los otros generan.
«La culpa no es del perezoso, sino de aquel que le permitió serlo»
— (Reflexiones sobre la fábula ‘Los dos perros del cazador’)
Una reflexión más sobre la fábula ‘Los dos perros del cazador’
- La frustración y la desilusión ante una injusticia: El peligro que reside en esta historia de ‘Los dos perros del cazador’, tan real y tan actual, es que uno de los dos protagonistas siente una gran injusticia que apaga su ilusión por aquello que hace y por lo que tanto se esfuerza cada día. Mientras que el perro pequeño se acomoda en su privilegiada situación y simplemente le echa la culpa a quien le permite vivir de esa manera, el otro perro sufre las consecuencias.
Él, que trabaja más, se esfuerza más. que termina cada día agotado, no es valorado como se merece, mientras que su compañero puede conseguir lo mismo sin esforzarse. ¿Para qué esforzarse entonces?, pensará él, No merece la pena… Desgraciadamente esto mismo sucede en nuestra sociedad, que en numerosas ocasiones olvida la importancia de premiar y valorar lo suficiente el esfuerzo y el trabajo bien hecho, apagando poco a poco la ilusión.
«Si no se premia el esfuerzo de aquellos que lo dieron todo por un trabajo, se destruye la ilusión de quien se esforzó, se crean celos y frustración, y un terrible sentimiento de injusticia»
— (Reflexiones sobre la fábula ‘Los dos perros del cazador’)
Otras fábulas de Esopo para niños y mayores
¿Te gustó la fábula de ‘Los dos perros del cazador’? Prueba a leer también estas otras fábulas escritas por Esopo:
- El ratón y la rana: Las burlas hacia otros, el acoso o el bullying, no sólo hace daño a la víctima, sino también al que se burla. No te pierdas esta interesante fábula.
- El labrador y la fortuna: ¿Qué entiendes por el concepto de justicia? Esta fábula nos lo explica, al tiempo que añade un valor esencial más en esta ecuación, el de la gratitud.
- El león y el jabalí: ¿Cuántas veces una discusión estúpida nos ha llevado a una desgracia? A veces no medimos la importancia del agravio y terminamos desencadenando una disputa con trágicas consecuencias…
Y recuerda que muchas de estas fábulas también las puedes escuchar narradas mediante podcast. Las encontrarás en el canal de Tucuentofavorito.com en Spotify o en el de Ivoox aquí:
