Cuidado con el que intenta ganarse tu confianza con malas intenciones… Es el mensaje de ‘El leopardo y las monas’, una fábula corta de José María de Samaniego que nos recuerda que no debemos olvidar nunca el importantísimo valor de la prudencia. No te pierdas la fábula ni sus reflexiones finales.
TIEMPO DE LECTURA: 1 MINUTO
Índice de contenidos
ToggleFábula corta sobre la prudencia para niños: ‘El leopardo y las monas’
Se reían las monas del leopardo, porque eran muy ágiles, y en cuanto el felino intentaba atraparlas, saltaban con destreza a las ramas más altas de los árboles. Y así intentó cazarlas sin éxito el leopardo un día y otro, hasta que se le ocurrió una idea.
Una mañana, se tumbó bajo un gran árbol, y se hizo el muerto.
– Vaya, aquí tenemos a nuestro fiero cazador derrotado al fin-dijo una de las monas al verlo.
– Mira bien, no sea que esté durmiendo- le recriminó una compañera.
Pero la mona le tocó y no se movía. Entonces, comenzó a saltar de contenta a su alrededor.
– Muerto y bien muerto- gritó la mona bien contenta.
Y todas las demás se unieron a la fiesta. Brincaron y brincaron felices, hasta que el leopardo comenzó a notar que estaban cansadas. Ya agotadas, las monas se sentaron en el suelo y entonces el leopardo saltó sin previo aviso sobre ellas, dándose un gran festín.
Moraleja: «No te confíes demasiado, porque el peor enemigo es precisamente el que no aparenta poder hacer daño y usa la confianza que genera para dar un golpe de venganza».
(‘El leopardo y las monas’ – José María de Samaniego)
La fábula de Samaniego del leopardo y las monas en verso
Esta que acabas de leer es una adaptación de la fábula original de José María de Samaniego ‘El leopardo y las monas’, que es en verso y dice así:
No a pares, a docenas encontraba
las Monas en Tetuán, cuando cazaba,
un Leopardo; apenas lo veían,
a los árboles todas se subían,
quedando del contrario tan seguras,
que pudiera decir: No están maduras.
El cazador, astuto, se hace el muerto
tan vivamente, que parece cierto.
Hasta las viejas Monas,
alegres en el caso y juguetonas,
empiezan a saltar; la más osada
baja, arrímase al muerto de callada,
mira, huele y aun tienta,
y grita muy contenta:
«Llegad, que muerto está de todo punto,
tanto, que empieza a oler el tal difunto.»
Bajan todas con bulla y algazara:
Ya le tocan la cara,
ya le saltan encima,
aquélla se le arrima,
y haciendo mimos, a su lado queda;
Otra se finge muerta y lo remeda.
La parte final de la fábula en verso
Mas luego que las siente fatigadas
de correr, de saltar y hacer monadas,
levántase ligero,
y más que nunca fiero,
pilla, mata, devora, de manera
que parecía la sangrienta fiera,
cubriendo con los muertos la campaña,
al Cid matando moros en España.
Es el peor enemigo el que aparenta
no poder causar daño; porque intenta
inspirando confianza,
asegurar su golpe de venganza.
(‘El leopardo y las monas, de José María de Samaniego)
Qué temas puedes tratar con la fábula El leopardo y las monas
Utiliza esta fábula corta del leopardo y las monas para reflexionar sobre:
- El valor de la prudencia.
- Las mentiras camufladas.
- El peligro de quien genera una falsa confianza.
Reflexiones sobre la fábula corta El leopardo y las monas para niños y mayores
Mide bien lo que ves, no sea un engaño. Precisamente los más peligrosos son los más astutos y aquellos que mejor utilizan la mentira…
- Las apariencias engañan: No te dejes llevar nunca por las apariencias. Los sentidos engañan, más aún la vista. Comprueba muy bien que lo que te dicen los sentidos se asemeja con la realidad y no abandones nunca cierta desconfianza.
- Siempre con el sentido de la prudencia: Sí, aunque todo parezca que está tranquilo y no hay enemigo ‘a la vera’, anda siempre con el sentido de la alerta, porque tal vez el peligro se encuentre donde menos lo esperas.
- El enemigo más peligroso es el que no lo parece: Porque es aquel capaz de esconder una mentira ‘sin que se note’. Dicen que es mejor fiarse de aquel que parece ‘más bruto’ pero es claro y se ve de frente. Pero el que apenas se hace ver, el que no destapa sus cartas, ese, es más peligroso, porque tal vez esconda algo…
Otras fantásticas fábulas cortas para niños
Aquí encontrarás más fábulas que como esta que acabas de leer, nos traen mensajes muy claros relacionados con valores esenciales:
- La avaricia rompe el saco, con ‘La mujer y la gallina’: Sí, muchas veces nos ocurre que aún teniendo lo necesario, queremos más. Y al final, por arriesgar lo que tenemos, lo terminamos perdiendo todo.
- La fábula de los dos gorriones: En esta ocasión, la desconfianza en extremo también es perjudicial, porque por un lado y por el otro, no aprovechan una gran oportunidad. Descubre de qué se trata.
- La astucia en La liebre y el elefante: Puede mucho más la inteligencia que la fuerza bruta. De eso sabe mucho uno el protagonista de esta fábula corta, en donde una vez más la astucia puede a la fuerza.
También puedes escuchar muchas fábulas cortas narradas, para niños y mayores. Las encontrarás aquí:
¿Te ha gustado el contenido?
Puntuación media 5 / 5. Votos: 10
¡Todavía no hay votos! Sé el primero en valorar el contenido.