‘Es de bien nacidos ser agradecidos’, dice el refrán. Y esta fábula de la India, ‘El león y la cigüeña’, nos habla precisamente de ello. La gratitud crea vínculos de amistad muy necesarios. Puede que un buen día necesites a ese amigo que por un gesto de ingratitud, puedes perder. No te pierdas esta historia corta y sus reflexiones finales.
TIEMPO DE LECTURA: 4 MINUTOS
La fábula india ‘El león y la cigüeña’
Un león muy, pero que muy hambriento, devoraba a toda prisa la carne de una res recién cazada. Tenía tanta hambre que tragó trozos de carne demasiado grandes y uno de ellos llevaba un hueso que se quedó atravesado en su garganta. ¡Qué dolor y qué angustia comenzó a sentir el león! No podía librarse de ese hueso de ninguna manera: ni tosiendo, ni revolcándose en la tierra, ni intentando llegar a él con su zarpa…
Lloraba y se lamentaba el león, y una cigüeña que le observaba desde lo alto de un árbol, se acercó con cautela a él:
– ¿Qué te pasa, león? ¿Por qué te quejas así?
El león, muy dolorido, respondió como pudo:
– Cof, cof… Me atraganté con un hueso… cof, cof… no puedo librarme de él. Lo tengo atravesado en la garganta.
La cigüeña, que era compasiva, le dijo:
– Podría ayudarte, pero tengo miedo a que luego intentes darme caza…
Y el león, que estaba desesperado, le suplicó:
– Te prometo, cigüeña, que si me ayudas, no te haré nada. Todos creen que soy un animal feroz, pero cumplo mi palabra.
El león y la cigüeña: la buena acción del ave
La cigüeña, que tenía buen corazón, decidió ayudarle:
– Está bien, túmbate boca arriba y abre todo lo que puedas la boca. Intentaré llegar al hueso con mi pico.
El león obedeció mansamente y la cigüeña colocó un palo en sus fauces para que no cerrara la boca.
– Ahora debes estar muy quieto.
El león hizo todo lo que el ave le decía y la cigüeña, con gran precisión, consiguió llegar con su fino y largo pico hasta el fondo de la garganta del león. Localizó el hueso y pudo sacarlo.
¡Qué contento estaba el león al sentirse liberado de aquella tortura! En cuanto la cigüeña retiró el palo de su boca, se dio media vuelta y se fue. La cigüeña por su parte, también alzó el vuelo.
Y en unos días, al ver de nuevo al león, devorando otra presa, se acercó para decirle:
– Hola de nuevo, león. ¿Qué tal estás?
– Ya ves- respondió el león. Perfectamente recuperado.
– Me alegro- dijo la cigüeña- Aunque me duele que ni me dieras las gracias por lo que hice… Merezco un premio por salvarte la vida, ¿no crees?
Y el león, mirándola con cierto aire de superioridad, le dijo:
– ¿Un premio? Bastante es que no te comiera. Ese es tu regalo. Y suficiente.
– Eres un ingrato– protestó la cigüeña- Y te digo una cosa: tal vez otro día vuelvas a necesitarme y te prometo que ya no te ayudaré.
Y diciendo esto, la cigüeña se alejó de allí para siempre.
Moraleja: «La ingratitud puede llevarte a perder un amigo o un aliado, que tal vez necesites en un futuro».
(‘El león y la cigüeña’ – Fábula de la India)
Qué temas puedes trabajar con la fábula del león y la cigüeña
Utiliza esta genial fábula de la India, ‘El león y la cigüeña’, para reflexionar sobre:
- El valor de la gratitud.
- La amistad.
- Las consecuencias de la ingratitud.
- La soberbia.
- La ansiedad.
Reflexiones sobre la fábula del león y la cigüeña
No olvides ser agradecido cuando alguien te ayude. Nunca sabes si más tarde vas a volver a necesitarlo. Es muy importante cuidar las relaciones con los demás:
- El sentido de la gratitud: Lo más normal es que salga de uno mismo… cuando recibimos ayuda, ‘nos sale’ dar las gracias. Pero la soberbia o la prepotencia hace que muchas veces se olvide. Y no es sólo una cuestión ética. Aunque sea por un interés… La gratitud hace que podamos crear vínculos de amistad y un amigo siempre estará ahí cuando necesites ayuda.
La gratitud debería ser desinteresada, aunque en esta fábula del león y la cigüeña, el ave le recuerda al rey de la selva, que aún por interés, también debería ser agradecido.
- La gratitud y la amistad: Esta fábula del león y la cigüeña sugiere que la gratitud también es capaz de crear vínculos de amistad. Si el fiero león hubiera sido agradecido con la cigüeña, ella le hubiera considerado un nuevo amigo, y por supuesto, tal y como dice al final de esta historia, no hubiera dudado en ayudarle de nuevo de necesitarla. La falta de gratitud del león hizo perder esa oportunidad de amistad y el león perdió de esta manera un nuevo amigo y un nuevo aliado.
«La falta de gratitud puede hacer perder una amistad»
— (Reflexiones sobre ‘El león y la cigüeña’)
Más reflexiones sobre ‘El león y la cigüeña’
- La soberbia que nos ciega: El león se dejó llevar por la soberbia. Su prepotencia le hizo perder un amigo muy valioso. Tal vez en un futuro se arrepienta de ello, pero será tarde. A veces cometemos grandes errores por culpa de la soberbia, y estos errores puede que a la larga nos pasen factura.
- Cuidado con la ansiedad: ¿Qué le llevó al león de esta fábula del león y la cigüeña a atragantarse? Sí, la ansiedad con la que devoraba la comida. Olvidó ser prudente al comer y esto le llevó a atragantarse. La ansiedad hace que bajemos la guardia y queramos algo rápido, sin pensar en que las prisas a veces pueden pasarnos malas jugadas.
Otras fantásticas fábulas sobre la gratitud
Si te gustó esta fábula corta del león y la cigüeña, prueba a leer también estas otras fábulas sobre este mismo valor esencial:
- El león y el ratón: Tal vez sea la fábula de Esopo sobre la gratitud más conocida. Una historia que nos habla de nuevo de la necesidad de ser agradecidos con quienes nos ofrecen ayuda, aunque sean pequeños y humildes.
- El hombre y la culebra: De nuevo se nos presenta un caso de injusticia e ingratitud, ya que la falta de gratitud supone también en cierta manera una gran injusticia.
- El lobo colgado de un árbol: Aquí tienes una fábula francesa que también nos habla de gratitud, o más bien, la ingratitud y nos alerta sobre los engaños.
Y recuerda que también puedes escuchar muchas fábulas con valores. Las encontrarás tanto en el canal de Tucuentofavorito.com de Spotify como en el de Ivoox. Busca entre todas estas fábulas: