Aquí tienes un cuento corto utilizado por muchos psicólogos para ayudarnos a entender la necesidad de frenar y reflexionar en la vida. El relato ‘El hacha del leñador’ trata de ese estrés que nos mantiene activos constantemente en la vida, ese estrés que nos agota y nos lleva a tomar decisiones equivocadas. No te pierdas este cuento corto y sobre todo, no dejes de leer las reflexiones finales.
TIEMPO DE LECTURA: 1 MINUTO
Un cuento corto sobre el estrés: El hacha del leñador
Un leñador se presentó un día a una oferta de empleo. Su maestría y determinación fueron suficientes. Le dieron el trabajo. Al día siguiente, se presentó en el bosque. Estaba tan ilusionado y con tantas ganas de demostrar lo que valía, que ese día cortó 18 árboles.
Todos se asombraron. ¡Nadie había cortado tantos árboles en un solo día antes! Pero el hombre quiso superar su propio récord al día siguiente.
– ¡Hoy cortaré más árboles aún!
Pero, por más que se esforzó, ese día no consiguió llegar a su anterior récord. Tampoco al siguiente. Ni al siguiente. Y, desesperado, fue a hablar con su jefe y le dijo:
– Lo siento, no sé qué pasa, que cada día corto menos cantidad de árboles… y no dejo de esforzarme al máximo. ¡Si no paro!
Entonces, su capataz le miró y le dijo:
– ¿Y desde cuándo no afilas el hacha?
– ¿Afilar el hacha? ¡Si no tengo tiempo para afilarla!- respondió él.
Qué temas puedes trabajar con el cuento ‘El hacha del leñador’
Utiliza este cuento corto del hacha del leñador para reflexionar sobre estos temas:
- A dónde nos lleva el estrés.
- Cómo enfrentarnos a la frustración.
Reflexiones sobre este cuento corto, ‘El hacha del leñador’
El leñador de esta historia nos representa a muchos de nosotros. Tal vez, a la inmensa mayoría. Vivimos en un mundo frenético, que no descansa. No dejamos de andar y andar, pero… ¿no será mejor parar de vez en cuando para arreglar todo aquello que detiene nuestro paso?:
- La necesidad de parar: Esa famosa frase de ‘que pare el mundo que yo me bajo’ deberíamos planteárnosla de vez en cuando. Sin darnos cuenta, nos vemos arrastrados por el ritmo frenético que nos impulsa a seguir andando sin descanso. Pero parar y reflexionar, parar y observar, es necesario. Porque es lo único que nos va a ayudar a tomar el camino correcto y a deshacernos de aquello que nos lastra. A veces es importante desconectar de nuestra rutina y pensar en qué estamos haciendo, qué camino seguimos, qué cambiaríamos de nuestra vida, qué nos hace falta y sobre todo, si realmente somos felices.
«A veces debemos desconectar un momento de la rutina y pararnos a observar si vamos por el camino correcto»
(Reflexiones sobre ‘El hacha del leñador’)
Más reflexiones sobre esta historia del hacha del leñador
- El estrés nos lleva a la frustración: El protagonista de esta historia del hacha del leñador se esforzaba, perseveraba y perseguía una meta que nunca llegaba. Esto le llevó a sentir una profunda frustración, a sentirse infeliz. No se deba cuenta que en realidad, era el estrés de una rutina que le mantenía activo y no le dejaba parar, lo que le llevó a tomar una decisión equivocada. Sí, el estrés que sentía por querer lograr algo que no conseguía, le llevó a no dejar de intentarlo, a no parar para pensar y localizar dónde estaba el problema. A veces, cuando nos esforzamos y no conseguimos la meta, la mejor solución es parar y recapacitar sobre qué nos hace falta para lograrlo.
- La necesidad de afilar el hacha: La metáfora del hacha es ideal para entender por qué debemos frenar en la vida de vez en cuando. Frenar para reflexionar sobre si estamos en el camino correcto, si de verdad hacemos lo que queremos, lo que nos hace felices. O si por el contrario, debemos hacer algún cambio antes de continuar.
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- Una fábula sobre el estrés que nos impide tomar decisiones, El elefante que perdió su anillo de boda: A veces nos bloqueamos ante un problema, y es porque la angustia y el estrés no nos dejan ver con claridad. De nuevo, la solución es parar y esperar a que las ‘aguas clareen’.
- Nuestra actitud ante los problemas, El café: Este relato nos hace una pregunta directa, que está relacionada con la actitud que tomamos ante los problemas en la vida. La pregunta es… ¿cómo quieres ser, como una zanahoria, como un huevo o como un grano de café?
- La necesidad de controlar las emociones, con El anillo del equilibrio: Las emociones nos hacen más humanos y nos ayudan siempre y cuando consigamos equilibrarlas. Para no caer en una excesiva tristeza o en una desmesurada alegría, debemos aprender a dominar las emociones. Este cuento popular sefardí nos explica cómo hacerlo.
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