El cangrejo y su hijo. Cuento africano para niños

Este cuento corto, originario del continente africano, ‘El cangrejo y su hijo’, nos habla de la imposibilidad de ir contra la naturaleza, y de la importancia del ejemplo en la educación. No te pierdas el divertido relato y sus reflexiones finales sobre los mensajes que transmite. Es un cuento popular de la zona de África central.

TIEMPO DE LECTURA: 4 MINUTOS

Un cuento africano muy educativo: ‘El cangrejo y su hijo’

Cuento infantil africano El cangrejo y su hijo
‘El cangrejo y su hijo’, un cuento para niños originario de África

Vivían en la orilla de un río y bajo la protección de una enorme roca, mamá cangrejo, papá cangrejo y su numerosa prole de cangrejitos. Y era una familia muy feliz. Los padres se desvivían en la educación de sus hijos. Les enseñaban a cazar y a pescar, pero todos tenían un pequeño defecto que molestaba mucho a papá cangrejo: andaban de costado. Y él soñaba con que al menos su hijo mayor, Cangrejo Mukulo, se librara de esa tara y se convirtiera en un cangrejo perfecto.

Estaba tan obsesionado papá cangrejo, que a menudo despertaba a su mujer por la noche para decirle:

– ¿Te has fijado en que también Mukulo camina de costado?

– Sí, querido- contestaba con resignación mamá cangrejo- ¿Y qué quieres? Nosotros también…

Papá cangrejo se esforzaba en pedir una y otra vez a su hijo que caminara derecho, con la cabeza bien alta:

– ¿Te has fijado en cómo lo hacen los demás animales, Mukulo? Mira cómo nadan los peces, en línea recta, y hasta las arañas… Realmente, hijo, serías el mejor cangrejo de todo el río si consiguieras andar de frente. Para mí sería un gran honor y tú te convertirías en el cangrejo más listo y honesto.

Pero Mukulo, por más que lo intentaba, siempre terminaba andando de costado.

– Lo intento, papá, pero no sé caminar de otra forma…- decía el pobre cangrejito.

La forma de enseñar de papá cangrejo en ‘El cangrejo y su hijo’

Y papá cangrejo le repetía el mismo discurso tooodos los días. Se lo recordaba cuando pescaban, cuando cazaban, cuando descansaban bajo la roca. Pero Mukulo seguía andando de lado igualmente.

Cansado ya de no obtener resultados, papá cangrejo le dijo a su hijo un día:

– Está bien, voy a dejar de regañarte. Te enseñaré a caminar recto.

Y le pidió a su hijo que le acompañara a la orilla. Allí, empezó a darle indicaciones y le pedía que caminara una y otra vez en línea recta. El resto de cangrejitos se divertía observando la lección de su padre, sin entender muy bien. Pero se habían colocado en un buen lugar para ver el espectáculo, y reían sin parar cada vez que su hermano empezaba a caminar de costado y papá cangrejo gritaba con su imponente vozarrón:

– ¡Así no! ¡Hacia delante!

Los cangrejitos, como eran muy pequeños, no entendían de disimulos, y reían con todas sus fuerzas. Tanto, que su hermano mayor, humillado, se cansó de repetir una y otra vez lo mismo, y dijo a su padre:

– Está bien, no sé hacer lo que me pides. Pero si me enseñas cómo lo haces tú, tal vez pueda imitarte.

Papá cangrejo no tuvo otra que intentarlo, para no quedar mal delante de su hijo. Pero por más que lo intentaba una y otra vez, no era capaz de caminar de frente.

– ¿Ves?- protestó su hijo mayor- No me pidas algo que ni tú mismo eres capaz de hacer.

Y dicho esto, se alejó de allí alegremente, caminando, por supuesto, de costado.

Desde entonces, todos los cangrejos andan de lado y no se volvieron a plantear la necesidad de cambiar su forma de caminar.

Qué valores y temas puedes trabajar con el cuento ‘El cangrejo y su hijo’

Utiliza este fantástico cuento corto, ‘El cangrejo y su hijo’, que bien podría ser una leyenda, para reflexionar acerca de:

  • Por qué debemos aceptar las limitaciones que nos impone la Naturaleza.
  • No intentes lo imposible.
  • La importancia del ejemplo en la educación.

Reflexiones sobre este cuento africano del cangrejo y su hijo para niños y mayores

Reconozcámoslo, hay objetivos imposibles de alcanzar. No todo es posible en esta vida, y cuanto antes nos demos cuenta de ello, más felices nos sentiremos. Aceptar nuestras limitaciones y trabajar nuestros dones es parte fundamental de la vida:

  • Las metas imposibles solo crean frustración: Eso de ‘todo es posible en esta vida’ no es exactamente cierto. Tenemos limitaciones, las que nos impone la propia naturaleza. Un cangrejo nunca podrá caminar de frente, y nosotros nunca podremos volar igual que las aves. Necesitaremos aparatos para conseguirlo. El intentar marcarnos objetivos que son realmente imposibles, nos crea ansiedad y mucha frustración.

Es lo que le sucedía al pobre cangrejito de esta historia, ‘El cangrejo y su hijo’, que por más que lo intentaba, no conseguía contentar a su padre. Pero él no tenía la culpa, porque lo intentaba, y se esforzaba. Simplemente pretendía algo para lo que su propia naturaleza le había imposibilitado hacer. Como esto, no busquemos objetivos inalcanzables. Busquemos metas que sí podamos lograr, aunque sea un camino difícil, pero al menos que sea posible.


«No busquemos objetivos inalcanzables: seamos conscientes de nuestras limitaciones.»

— (Reflexiones sobre ‘El cangrejo y su hijo’)

Una reflexión más sobre ‘El cangrejo y su hijo’

  • La educación empieza por el ejemplo que damos: Frente a la teoría, es la práctica la que nos enseña de forma rápida y eficaz. La práctica, y el ejemplo. Los niños aprenden mucho antes de lo que ven en los mayores, que son sus referentes, que lo que puedan leer en un libro. Por eso el cangrejito de esta historia del cangrejo y su hijo le pidió a su padre que le mostrara cómo caminaba él de frente… Al ver que no era capaz de darle ejemplo, desistió definitivamente del empeño.

Otros fantásticos cuentos africanos para niños

¿Qué te pareció la historia del cangrejo y su hijo? ¿Te gustan estos cuentos? Aquí tienes algún ejemplo más de cuentos para niños originarios de África realmente sorprendentes:

  • Sobre la perseverancia, El lago de las aguas heladas: La confianza, la perseverancia, la constancia… Este cuento está lleno de valores y nos habla de superación y del amor de una madre por su hijo. ¡No te lo pierdas!
  • El sultán y la palmera: Este cuento nos habla de generosidad, pero más allá de la visión de nuestro presente. Nos habla de por qué debemos pensar en una solidaridad a largo plazo.
El sultán y la palmera, un cuento sobre la generosidad
Cuento El sultán y la palmera
  • Kitete: Este cuento está lleno de ternura, y está dedicado a todos los niños con capacidades diferentes. ¡Descúbrelo!

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Además, también puedes escuchar muchos relatos narrados mediante podcast. Busca entre todos estos:

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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