El arte de la caligrafía. Cuento sobre el esfuerzo

Este cuento popular chino, ‘El arte de la caligrafía’, nos habla de esfuerzo, perseverancia, vanidad y de paciencia. De cómo en el aprendizaje debemos invertir esfuerzo y mucho tiempo para ganar en experiencia y perfección. Un maravilloso cuento para reflexionar.

TIEMPO DE LECTURA: 2 MINUTOS Y MEDIO

Un cuento chino sobre el esfuerzo: El arte de la caligrafía

El arte de la caligrafía, un cuento chino
Un cuento chino: El arte de la caligrafía

Existió hace mucho tiempo un experto en el arte de la caligrafía en China. Se llamaba Yi Zhi. Su popularidad era tal, que muchas personas acudían desde muy lejos para contemplar su escritura, como si de un cuadro se tratara.

Este hombre, que además era muy sabio, tenía un hijo que quiso emular a su padre. Al principio, los vecinos de Yi Zhi alababan los progresos de su hijo. Tal es así, que el niño creció en vanidad y llegó a pensar que realmente era muy bueno en su oficio.

– Seré mucho mejor que él en el oficio y me aplaudirán al ver mis obras- se dijo un día.

Así que tomó unos pinceles y comenzó a crear un texto. Tardó varios días, prestando atención para intentar copiar cada uno de los trazos de su progenitor. Todo orgulloso, tras casi una semana de trabajo, fue a enseñárselo a su padre.

El arte de la caligrafía: La lección que Yi Zhi dio a su hijo

Yi Zhi observó el cuadro y al darse cuenta de la vanidad que mostraba su hijo, decidió no hacer ningún comentario. Tomó uno de sus pinceles y añadió un pequeño trazo al final de uno de los caracteres.

El niño entonces fue corriendo a ver a su madre, que era una excelente crítica de arte. Ella observó el dibujo de su hijo y le dijo:

– No está mal, pequeño, pero te queda mucho todavía para ser como tu padre. De hecho, en todas estas palabras solo hay un pequeño trazo que se parezca a su escritura.

Y diciendo esto, señaló justo el trazo que su marido había añadido en una de las letras. El niño, algo avergonzado, fue de nuevo a ver a su padre.

– Papá, ¿por qué no he podido hacer el dibujo como tú después de tantos días de práctica.

Su padre le miró y respondió:

– ¿Ves todas esas tinajas que hay a lo largo del patio?

– Sí, son muchas- asintió el niño.

– Mi padre me dijo un día que solo conseguiría ser grande en algo si las llenaba todas de agua y practicaba el arte que quisiera trabajar hasta que se agotara la última gota de agua de la última de las tinajas.

El niño entonces lo entendió. Llenó las tinajas de agua y al cabo de veinte años, justo cuando se terminó la última gota de agua de la última tinaja llena, comenzó a ser alabado por todos. Su caligrafía, entonces sí, era tan buena como la de su padre.

Escucha el podcast del arte de la caligrafía

Si quieres, también puedes escuchar narrado este cuento chino, ‘El arte de la caligrafía’. Puedes encontrarlo en el canal de Tucuentofavorito.com en Spotify o bien escucharlo con este reproductor de Ivoox:

Qué valores puedes trabajar con ‘El arte de la caligrafía’

Utiliza este fantástico cuento chino, ‘El arte de la caligrafía’, para hablar de:

  • El esfuerzo y la perseverancia para lograr la perfección.
  • La paciencia.
  • El valor de la humildad.
  • La vanidad propia de la ignorancia.

Reflexiones sobre este cuento chino para niños y mayores

El arte de la caligrafía, cuento para niños con valores
‘El arte de la caligrafía’, un cuento para niños sobre el esfuerzo y el aprendizaje

Muchas veces queremos algo de forma inmediata, sin esfuerzo, sin perseverancia. Y la vanidad nos hace llegar a pensar que podremos conseguirlo. Pero no es así. El dominio de un arte precisa de todos estos valores:

  • Sin esfuerzo ni perseverancia, no hay recompensa: En la inmensa mayoría de los casos, salvo contadas excepciones, cualquier aprendizaje precisa de esfuerzo y sobre todo de tesón y perseverancia. No podemos convertirnos en el mejor en ninguna disciplina sin esfuerzo, sin práctica y sin tiempo.

No se trata de practicar un par de días ni dos meses. El esfuerzo debe ser mantenido en el tiempo durante muchísimo más. Si tenemos claro un objetivo y lo acompañamos de ilusión, lo conseguiremos. De ahí la importancia de dedicarnos a lo que realmente nos gusta o motiva. No puedes perseverar por tanto tiempo en algo que no te agrada.


«Si tenemos claro un objetivo y añadimos grandes dosis de ilusión, lo conseguiremos»

— (Reflexiones sobre ‘El arte de la calografía’)

Más reflexiones de ‘El arte de la caligrafía’

  • La paciencia, una virtud: En ‘El arte de la calografía’, el pequeño pensó que practicando unos cuantos días, conseguiría dibujar como su padre. La impaciencia es muy propia de la juventud. La vida a esa edad discurre de forma más lenta y lo que para lo que es un minuto para un adulto, para un niño puede parecer una semana.

De ahí que quieran correr, conseguir todo rápido. Pero el niño pronto se dio cuenta de que para aprender y conseguir la maestría en algo, es fundamental tener paciencia. Unido al esfuerzo y la perseverancia, proporcionan un triunfo casi seguro.

  • La vanidad alentada por otros: En este cuento, ‘El arte de la caligrafía’, el niño creció en vanidad y llegó a pensar que realmente era muy bueno en el arte de la caligrafía porque otras personas le alentaron en esta creencia. Cuando se miente y se alaba a otro en un intento de dar ánimos y hacerle creer que es fantástico cuando aún no lo es, cometemos un gran error. No le ayudamos, sino más bien le estamos engañando, y eso generará en él frustración y recelo. Lo mejor siempre es ser sincero (cuidando las palabras).

Otros cuentos chinos y fábulas orientales para niños y mayores

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  • La chimenea mal situada: Cuidado con los consejos de otros. Desconfía. Ten en cuenta que algunas personas los utilizarán con un fin particular…
  • La taza de té vacía: Para aprender, antes debemos sacudirnos los prejuicios y todos los conocimientos que pensábamos que teníamos. Solo se puede aprender desde la humildad y si partimos desde cero.
Una fábula corta sobre la humildad y el aprendizaje: La taza de té vacía
La taza de té vacía, una fábula china sobre el aprendizaje
  • El origen del ruido: cuando nos sentimos mal, cuando sentimos ira o tristeza… ¿por qué tendemos a buscar al culpable fuera? Ese sentimiento nace dentro de nosotros, no fuera.

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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