Este cuento o leyenda urbana pertenece a la cultura de Benín. en África occidental. El cuento de ‘Zimba y Flora’ es utilizado para advertir a los más jóvenes de los peligros de la desobediencia. También, de los peligros de la noche y de los malos comportamientos. Un relato de terror realmente sobrecogedor.
TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS
El terrorífico relato africano de Zimba y Flora
Vivían en una pequeña aldea de Benín dos hermanas: Zimba y Flora. Eran muy diferentes. Mientras que Flora era respetuosa, atenta con su madre, estudiosa y prudente, Zimba, sin embargo, no quería entender de leyes, normas ni límites. A menudo se escapaba del colegio, desobedecía constantemente a sus padres y paseaba hasta largas horas de la noche por el bosque, a pesar de que su madre le advertía una y otra vez del peligro que eso suponía.
Una noche, Zimba se encaprichó de un baño en el lago. Pidió a su hermana que la acompañara.
– Ay, me da mucho miedo, hermana- respondió Flora- Madre siempre dice que no debemos ir allí tan tarde… ¿Por qué no lo dejas para mañana a primera hora?
– No seas miedica y acompáñame. Necesito que me frotes la espalda con jabón.
Flora era tan buena que al final decidió acompañar a su hermana para ayudarla. Llevaba una toalla y el jabón. Pero Zimba, que iba saltando entre las piedras, llegó antes al lago. Se zambulló, y creyendo que su hermana ya estaba con ella, le pidió que frotara su espalda.
– Venga, hermanita, deja bien limpia mi espalda.
El terrorífico final de Zimba y Flora
Notó cómo algo le rozaba la espalda, y al darse la vuelta, creyendo de nuevo que era su hermana, vio ante sí el demonio más horrible que podría imaginar. Negro como la noche y con dos ojos de un rojo intenso como el fuego brillando en medio de la oscuridad. Una risa maléfica le traspasó la sangre.
Zimba salió del agua, con el corazón desbocado. Corrió y corrió a toda velocidad, presa de pánico, sin mirar, sin pensar. Se iba chocando con los árboles y las piedras. Caía una y otra vez, hasta que perdió el conocimiento tras uno de esos golpes.
Su hermana Flora la encontró tendida en el suelo y consiguió llevarla hasta su casa. Pero cuando Zimba abrió los ojos, solo podía ver tinieblas. Sus ojos estaban vacíos… Zimba se quedó ciega para siempre. Y los aldeanos de aquel lugar se dieron cuenta del tremendo peligro que suponía acercarse al bosque por la noche, pues era el lugar en donde se escondían los demonios.
Qué temas puedes trabajar con el cuento de Zimba y Flora
Utiliza este cuento corto de Zimba y Flora para reflexionar sobre:
- El karma.
- Por qué debemos obedecer ciertas normas.
- La prudencia.
- Las consecuencias de la desobediencia.
Reflexiones sobre el relato de terror africano de Zimba y Flora
Las normas tienen una razón de ser. Los límites también. Desobedecerlos implica un riesgo que muchas veces termina en desgracia:
- Si no hubiera desobedecido…: La madre de Zimba le había advertido en numerosas ocasiones a su hija que no debía acercarse por la noche al lago. Sin embargo, su desobediencia le llevó por mal camino, y las consecuencias fueron terribles.
El bosque era peligroso bajo la oscuridad, y la madre de las chicas solo quería protegerlas. A pesar de todos sus intentos, una de sus hijas decidió desobedecer. El resultado, ya lo conocemos… Y es que seguir nuestras propias reglas, ajenos a las ya existentes, desobedecer consejos que buscan protegernos, puede tener fatales consecuencias.
«Seguir nuestras propias reglas, desoyendo los consejos y saltándonos los límites y prohibiciones, tiene sus consecuencias.»
— (Reflexiones sobre Zimba y Flora)
- La prudencia, indispensable: Zimba no solo desobedeció a su madre. Cometió un error aún mayor… el de olvidar por completo la prudencia, ese sentido que a menudo va de la mano del miedo, de un miedo protector que nos protege de los peligros.
Ella no sentía ningún tipo de miedo ni por supuesto, entendía la importancia de la prudencia. Vivía la vida según sus normas y sus caprichos. En Zimba y Flora, se contraponen además las dos personalidades tan diferentes de las hermanas. La una, prudente, respetuosa y obediente, que se salva del fatal destino de su hermana, que termina cayendo en la oscuridad de la noche por ser irrespetuosa, desobediente e imprudente.
Más reflexiones sobre Zimba y Flora
- La ceguera y su metáfora: El final de la historia de Zima y Flora no podría ser más metafórico… Zimba termina ciega, sumida en esa oscuridad que tanto le atraía. La oscuridad, que representa el caos, y el lugar en donde se refugia el peligro y los seres que como Zimba, no entienden de valores.
- El karma, ¿existe?: En Zimba y Flora podemos entender las consecuencias de la aventura ‘caprichosa’ de Zimba como un castigo a la vida que había decidido seguir. Ella era irrespetuosa y desobediente, vividora y falta de empatía y generosidad. ¿Fue el karma quien decidió devolverle todo lo que ella daba? Sin duda,, este relato africano es uno de esos cuentos ‘moralizantes’ que explican que el mal existe y que en nuestra mano está seguir su camino o alejarnos.
Otros sorprendentes cuentos de terror
¿Te gustó la historia de Zimba y Flora? Si lo que buscas son relatos de terror, estos otros seguro que también consiguen ponerte ‘los pelos de punta’:
- El espectro y el salteador de caminos: No te fíes nunca de las apariencias, ni olvides el sentido de la prudencia. Este fantástico relato de Daniel Defoe también nos habla de ese ‘karma’ que castiga a los malhechores.
- El almohadón de plumas: NI imaginas la terrorífica historia que estás a punto de leer, en donde la protagonista enferma de forma progresiva por algo realmente espantoso.
- La declaración de Randolph Carter: ¿Qué hay bajo las tumbas? ¿De verdad existe un inframundo? Acompaña al protagonista de esta terrorífica historia de Lovecraft a un mundo de misterio y seres realmente espantosos.
Y recuerda que también puedes escuchar historias de terror narradas mediante podcast. Las encontrarás aquí:
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