Tal vez de este cuento popular del Caribe, ‘Pánfilo y la lección de humildad’, venga ese dicho tan conocido de ‘no seas Pánfilo’, cuando queremos decirle a alguien que no sea holgazán. Aunque en este caso, Pánfilo es sobre todo prepotente y egoísta, y una buena lección le hace reflexionar sobre el rumbo que lleva su vida. ¡No te lo pierdas!
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El cuento de Pánfilo y la lección de humildad
Cuentan que existió en un poblado de Nicaragua un niño que a falta de padre y hermanos, se había criado sólo junto a su madre. Y como era el único hijo, la mujer le había consentido demasiado. Tanto, que Pánfilo, como se llamaba el niño, creció pensando que tenía el poder absoluto sobre cualquier persona.
Pánfilo creció y se convirtió en un niño malcriado, egoísta y tirano. Capaz de salirse siempre con la suya y de meterse en líos y peleas, de los que solía salir siempre victorioso. Era alto, fuerte, y muchos le temían.
Un día, se enfrentó con un compañero de clase, Rufino, un chaval alto pero delgado. Y terminó dándole una buena paliza.
Su madre estaba asustada. No podía permitir que su hijo siguiera por ese camino. Así que un día fue a visitar a un anciano del lugar, el más sabio. Y le pidió ayuda para ‘reconducir’ a su hijo.
– Creo que tengo lo que necesitas- dijo el anciano.
Fue en busca de una piedra que guardaba en una bolsa de cuero. era una piedra oscura y puntiaguda.
– Debes sumergir esta piedra en agua durante al menos seis horas y hacer que tu hijo se bañe o duche con esta agua.
– ¿Eso es todo?- preguntó la mujer algo extrañada.
– Sí, así es. Esta piedra la arrojó a la Tierra el dios del Trueno. Verás como ayuda a cambiar a tu hijo…
Lo que sucedió tras la ‘receta’ del anciano sabio
La mujer, algo confundida, decidió hacer lo que el anciano le había dicho. Así que llenó con agua el barreño que su hijo solía usar para bañarse y sumergió la piedra. La dejó ahí toda la noche, y a la mañana siguiente, muy temprano, la retiró para que su hijo no se diera cuenta de nada.
Pánfilo se bañó en el barreño como cada mañana, y se fue al colegio. Pero de camino, se encontró con Rufino.
– Esta es la mía- dijo para sus adentros, deseoso de volver a pegar a su compañero de clase.
Sin embargo, para su sorpresa, quien terminó apaleado fue él. Apenas tenía fuerzas y el delgado pero ágil Rufino, consiguió ‘vengarse’ y darle una buena paliza.
Pánfilo volvió a su casa lleno de heridas y moratones. Su madre, algo apenada al verle así, pensó sin embargo que era precisamente la lección que merecía.
El chico, alicaído, comprendió que no era el más fuerte y empezó a darse cuenta de todo el mal que había hecho. Desde entonces, comenzó a ser respetuoso y cauteloso, más empático y generoso con los demás. Nunca supo lo de la piedra, porque su madre decidió guardar para siempre ese secreto.
Qué temas podemos trabajar con el cuento de Pánfilo
Utiliza este cuento popular caribeño para reflexionar sobre:
- La bondad.
- El valor de la empatía.
- La prepotencia.
- El valor de la humildad.
- La importancia de reflexionar sobre nuestros actos.
Reflexiones sobre el cuento de Pánfilo y la lección de humildad
Tal vez pienses que este cuento no es nada educativo…Sí, habla de peleas, de ira, de agresividad. Pero precisamente es la actitud que Pánfilo, nuestro protagonista, consigue cambiar:
- Nadie es más que nadie: Nuestro protagonista, Pánfilo, se creía invencible. Nunca había perdido, nadie le había vencido. Usaba la fuerza, la ira y la tiranía pensando que así sería ‘el rey’. Sin embargo, alguien más débil en apariencia, consigue demostrarle que nunca será más que nadie ni menos que otros. Y la paz llegó no sólo a su entorno, sino también a su interior.
Fue lo que popularmente conocemos como ‘una cura de humildad’. Sucede cuando alguien que se cree invencible, es finalmente vencido por alguien supuestamente inferior a él.
- La importancia de perder y aprender de las derrotas: Nuestro protagonista jamás se había enfrentado a una derrota. No sabía lo que significaba. Esas victorias continuadas ayudaron negativamente a ‘endiosarle’, hasta el punto de creer que realmente era más poderoso que ninguno. Las derrotas, a pesar de la amargura y la frustración que nos hacen sentir, son herramientas de aprendizaje, ya que nos ayudan a recordar quiénes somos en realidad frente al resto. Nadie es más que nadie, ni menos que ninguno, y una derrota a tiempo, puede ayudarnos de veras a entender si recorremos el camino adecuado o debemos buscar otro.
«Las derrotas son herramientas de aprendizaje»
— (Reflexiones sobre el cuento de Pánfilo)
Una reflexión más sobre este cuento caribeño
- Con violencia no se consigue nada: Otra de las lecciones que Pánfilo aprendió tras esa pelea perdida es que en realidad la violencia o una pelea, sólo indica quién es más fuerte, pero no quién es mejor. Aunque a veces una herida sirve para recordarnos los errores que cometimos, para no volver a cometerlos. Como en el caso de nuestro protagonista.
A Pánfilo esa última pelea con Rufino le supuso unas heridas no sólo físicas, sino internas, que le ayudaron a sanar y reflexionar sobre sus acciones. Entendió que eso que había sentido no era agradable, y al fin se puso en el lugar del otro al darse cuenta. La lección le hizo ver que en realidad no debía tratar a los demás como a él no le gustaría que le trataran.
Otros preciosos cuentos del Caribe
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- Cuma y las entrañas de la Tierra: Esta leyenda tan curiosa nos explica el origen de los terremotos. Te va a encantar.
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- Los duendes aluxes: Este no es un cuento caribeño, sino una leyenda maya sobre unos seres mágicos encargados de velar por la Naturaleza…
Y recuerda que además puedes leer muchos cuentos infantiles narrados mediante podcast. Utiliza para ello el canal de podcast de Tucuentofavorito.com de Spotify o bien el de Ivoox aquí:
