Este cuento, ‘Las danzas y el sol’, está basado en un cuento popular mexicano muy antiguo. A lo largo de los años, la historia ha ido cambiando, así que es probable que encuentres la misma historia con versiones diferentes. ¡A ver si te gusta esta adaptación!
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El cuento de las danzas y el sol
Hace mucho, pero que mucho tiempo, el sol brillaba con tanta intensidad, que quemaba muchas plantas y obligaba a los hombres y a los animales a esconderse durante el día.
Cansados de tener que encerrarse en cuevas durante tanto tiempo y tener que vivir de noche, los hombres hablaron con él:
– Sol, haces que nuestra vida sea imposible. Solo podemos salir de noche porque tu calor nos hace daño…
El sol, apesadumbrado, decidió esconderse, de modo que la noche se instaló en la Tierra por completo.
– Pero… ¿y el sol? ¿Dónde está?- preguntaron angustiados los hombres.
Pidieron a los animales que buscaran por todas partes. Junto al mar, en la montaña… De pronto, una pequeña lagartija vio que salía un intenso brillo bajo una piedra. Fue corriendo a buscar a los hombres.
– ¡He encontrado al sol! ¡He encontrado al sol!- gritaba eufórica.
Les llevó hasta donde estaba la enorme roca y los hombres comenzaron a romperla con una enorme maza de metal. Y al partir en dos la roca, vieron al sol, acurrucado.
Estaban tan felices los hombres al verle, que comenzaron a bailar. Al sol esta danza le gustó tanto, que al fin se decidió a salir.
– Volveré a mi lugar si prometéis bailar de vez en cuando para que yo pueda verlo- dijo.
Los hombres asintieron. Pero antes de que partiera, pidieron a los dioses una solución para que no les quemara más. Los dioses colocaron un vidrio en el corazón del sol para evitar que desprendiera tantísimo calor.
Desde entonces, los hombres, los animales y las plantas viven felices bajo los rayos del sol. Cada día los hombres bailan, sin saber que lo hacen por un pacto que hace muchos años sus antecesores hicieron con el sol.
Qué temas puedes trabajar con el cuento ‘Las danzas y el sol’
Utiliza este precioso cuento popular de ‘Las danzas y el sol’ para reflexionar acerca de: – Por qué es tan importante el sol en nuestra vida.
- La asertividad: cómo llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.
- El sentimiento de rechazo.
- La empatía.
- El baile como símbolo de felicidad.
Reflexiones sobre el cuento ‘Las danzas y el sol’ para los niños
Qué curiosa historia sobre el sol, ¿verdad? A veces podemos hacer daño a otros sin querer, y la solución está en buscar el equilibrio y en controlar nuestra fuerza:
- El sol que quemaba: Ya ves, el sol es necesario para que podamos vivir, pero en ‘Las danzas y el sol’, se nos plantea la posibilidad de que incluso aquello que necesitamos pueda hacernos daño por su inmensa fuerza cuando pierde el control. Todo en exceso es malo. Y el sol, en este caso, quemaba. Las virtudes del sol, sin medida, se convertían en un gran problema. Al final lo que importa es aprender a utilizar con medida nuestras fortalezas. Siempre en equilibrio, para conseguir el mejor partido de ellas.
- El daño ocasionado por el rechazo: En este cuento de ‘Las danzas y el sol’, el sol calentaba sin saber que quemaba a los hombres. No lo hacía de forma malintencionada. Cuando los hombres le explican lo malo que es para ellos su calor, se siente terriblemente desgraciado. Él, que quería ayudar a los hombres, resulta que les hace daño. La frustración le lleva a esconderse, a desaparecer, buscando así una solución al problema de los hombres. Sin embargo, el problema no solo no mejora, sino que empeora. Sin el sol, las plantas mueren. La solución a un problema nunca es huir, sino enfrentarse a él.
«Al final lo que importa es aprender a utilizar con medida nuestras fortalezas, en equilibrio.»
— (Reflexiones sobre ‘Las danzas y el sol’)
Alguna reflexión más sobre ‘Las danzas y el sol’
- El baile, sinónimo de alegría: Es curioso cómo los hombres usan la danza para expresar sus emociones. No solo la alegría. La danza es capaz de exteriorizar cualquier tipo de emoción. Y es algo que gusta al sol. Esta historia nos anima a exteriorizar las emociones, a mostrarlas al mundo sin temor.
- Un cristal en el corazón: El final del cuento nos deja una solución sorprendente. En ‘Las danzas y el sol’, los dioses colocan un vidrio en el corazón del sol para que no queme tanto. Una metáfora de la necesidad de canalizar el amor que damos. La energía que transmitimos. La empatía es necesaria para entender qué necesita el otro, para ofrecer lo que necesita en su justa medida.
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