Según esta fábula corta de Esopo, ‘La zorra y el cangrejo’, deberíamos tener siempre muy claro nuestro lugar. No podemos pretender aspirar a imposibles, que además supongan un riesgo. Es decir, la presuntuosidad puede jugarnos una mala pasada. Pero esta historia también nos habla de prudencia ante lo desconocido… Lo entenderás mejor después de leer esta fábula corta.
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La fábula de Esopo ‘La zorra y el cangrejo’
Un cangrejo de mar, cansado de vivir siempre en el agua, decidió un buen día salir a la playa y buscar allí un nuevo hogar. Se instaló junto a unas rocas, un lugar en donde se creía seguro… hasta que pasó cerca una zorra hambrienta.
Al no encontrar ese día nada más para comer, la zorra vio al cangrejo y consiguió atraparlo. El pequeño animal de mar se lamentaba entonces:
– Me lo tengo merecido… por intentar ser un animal de tierra firme cuando siempre he sido un animal de mar.
Moraleja: «Si intentas adentrarte en terrenos desconocidos, sé especialmente prudente, para no ser derrotado por enemigos a los que no conoces».
( La zorra y el cangrejo – Esopo)
Qué temas puedes trabajar con la fábula ‘La zorra y el cangrejo’
utiliza esta genial fábula corta de Esopo, ‘La zorra y el cangrejo’, para reflexionar acerca de:
- La presuntuosidad.
- El valor de la prudencia.
- El miedo a lo desconocido como escudo protector.
- Las malas decisiones.
- Consecuencias de nuestros actos.
Reflexiones sobre la fábula de La zorra y el cangrejo
A menudo tomamos en la vida malas decisiones, que muchas veces están relacionadas con la vanidad o presuntuosidad. Unidas a una falta de prudencia, puede conllevar grandes problemas:
- ¿Cuál es tu lugar?: Siempre tendremos un lugar en donde nos sintamos cómodos y protegidos. Pero el mundo está repleto de lugares desconocidos y apetecibles, que avivan nuestra curiosidad y nos llaman a ser investigados. No hay nada de malo en hacerlo, en dar ese paso y adentrarnos en esos lugares, siempre y cuando no olvidemos que no es un lugar ‘amable’ y que debemos ser prudentes constantemente. Es el problema del protagonista de esta fábula de la zorra y el cangrejo. El pequeño cangrejo se instaló sin más en la playa, sin hacer antes un estudio del terreno, de los enemigos que podían acecharle y del mejor escondite para sobrevivir a ellos. Ese fue su gran error.
- Las consecuencias de nuestros actos: En La zorra y el cangrejo también observamos las consecuencias de las malas decisiones. Los errores se pagan, y a veces, con una pena muy alta. No siempre hay segundas oportunidades. El cangrejo de esta historia no la tuvo. De ahí la necesidad de medir muy bien nuestros actos, porque todo ellos tienen consecuencias directas.
Una última reflexión sobre ‘La zorra y el cangrejo’
- El miedo salvador: A veces tener miedo puede ser bueno. Si el cangrejo de esta fábula hubiera sentido miedo al encontrarse en un lugar desconocido, hubiera sido más prudente y precavido a la hora de escoger un lugar donde vivir. El miedo es una emoción muy útil y beneficiosa si la usamos de forma adecuada. El miedo que paraliza y nos impide avanzar no nos hace ningún bien, pero el miedo que nos protege de los riesgos, nos puede salvar y ayudar a evitar serios problemas.
«Los errores se pagan. No siempre hay segundas oportunidades»
(Reflexiones sobre ‘La zorra y el cangrejo’)
Otras fantásticas fábulas de Esopo para niños
¿Te gustó la historia de la zorra y el cangrejo? Disfruta también con estas otras fábulas de Esopo. Todas incluyen reflexiones sobre la moraleja que nos deja:
- El tordo goloso: Nuestros impulsos y emociones primarias nos llevan a cometer muchos errores. De nuevo Esopo habla aquí de las consecuencias de nuestros actos y de caer en las tentaciones, aún desoyendo los consejos más valiosos.
- La zorra a la que se le hinchó el vientre: No es fácil ser paciente y aguardar cuando algo nos molesta. Pero a veces es la única opción ante un problema. Esperar, sin más, a que se pase. Esta fantástica fábula de Esopo nos lo explica muy bien con esta metáfora.
- El ratón y la rana: Las burlas, el maltrato, no solo hace daño a la víctima. Quien se burla de otros, también puede recibir su ‘castigo’. Es el llamado ‘karma’, y esta fábula corta habla precisamente de ello.
Y recuerda que también puedes escuchar fantásticas fábulas narradas, como estas:
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