Esta curiosa fábula corta de Esopo, ‘Hércules y Atenea’, nos habla de cómo la ira genera que un problema, lejos de acabar, empeore. Una historia que habla de la disputa y la discordia y de qué hacer para que ni se altere ninguna de ellas. Descubre lo que le pasó a Hércules y cómo su hermana Atenea le hizo entender por qué su problema empeoraba cada vez que intentaba usar su fuerza.
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Una fábula corta de Esopo sobre la ira: Hércules y Atenea
Caminaba Hércules por un camino muy estrecho cuando se encontró una manzana de grandes dimensiones en medio. La aplastó con el pie, y entonces la manzana dobló su tamaño.
Molesto, Hércules usó su enorme maza y la golpeó de nuevo. Pero la manzana entonces ocupó más espacio. Y por más que la golpeaba, la manzana crecía más y más.
Desesperado, y al ver que la fruta ocupaba ya todo el ancho del camino, se sentó en el suelo. Entonces se acercó su hermana, Atenea, y al verlo cabizbajo, mirando los restos de manzana, le dijo:
– Escucha, hermano: ese objeto que golpeaste es el espíritu de la disputa y la discordia. Si lo dejas tranquilo, permanece como está, no se altera. Pero si le tocas… ¡Mira cómo crece!
Moraleja: «La disputa y la discordia son causa de grandes males en la humanidad. no las estimules»
(‘Hércules y Atenea’ – Esopo)
Qué valores puedes trabajar con la fábula ‘Hércules y Atenea’
Utiliza esta fábula corta de Esopo basada en el mito de Hércules y Atenea para hablar de:
- La disputa y la discordia.
- Consecuencias de la ira.
- La necesidad de controlar las emociones.
Reflexiones sobre esta fábula corta de Esopo, ‘Hércules y Atenea’
Ante una disputa o ante la discordia, es mejor pasar sin estimularla, como si fuera invisible. De lo contrario, las consecuencias pueden ser terribles:
- No despiertas a ‘la bestia’: La discordia es como esa ‘bestia’ adormecida a la que cualquier ruido o movimiento inesperado pueden despertarla. Más aún si se siente amenazada, o recibe una embestida. Si despiertas a ‘la bestia’, la discordia se vuelve violenta y siente que crece, pudiendo provocar grandes males. Lo mejor es no alterarla, dejarla como está, sin más, pasar ‘de puntillas’ a su lado. Si Hércules hubiera pasado al lado de la manzana sin intentar aplastarla, no hubiera terminado sintiendo que la manzana le había derrotado.
- La ira es como esa manzana que crece: Al igual que la disputa y la discordia, la ira es igual que esa manzana. Cuando la ira recibe ira, crece y se multiplica, ocupándolo todo. La respuesta de la ira ante la violencia es la misma que la manzana al sentir que le aplastan, que se hace con todo el terreno y aumenta. De nuevo, la única manera de que la ira se apacigüe, o al menos no aumente, es ignorándola. Para eso, se necesita tener el control de las emociones.
Una reflexión más sobre ‘Hércules y Atenea’
- El equilibrio de las emociones: Los impulsos, las emociones desmedidas nos llevan a cometer errores. Hércules no pensó en las consecuencias de sus actos, simplemente se dejó llevar por la ira y golpeó a la manzana con fuerza. Si hubiera pensado antes de actuar, antes de dejarse llevar por las emociones, tal vez hubiera recapacitado y se hubiera dado cuenta de que aplastar la manzana no servía de nada. Con un poco de control de las emociones, los resultados hubieran sido otros bien distintos.
«Cuando la ira recibe ira, crece y se multiplica»
(Reflexiones sobre ‘Hércules y Atenea’)
Otras fantásticas fábulas de Esopo para niños
Aquí tienes alguna fábula más de este genial fabulista griego, tan popular y que dejó tantísimas historias relacionadas con algún valor esencial y con las emociones:
- Las mentiras y sus consecuencias con La rana que decía ser médico: La vanidad muchas veces lleva a la mentira, y esta, que tiene las piernas cortas, termina antes o después metiéndonos en serios problemas.
- No te confíes y esfuérzate, La liebre y la tortuga: Es lógico que pensemos que una liebre ganaría a una tortuga en una carrera, pero la prepotencia de una y la perseverancia y el esfuerzo de la otra, pueden cambiarlo todo.
- Las apariencias engañan, con La zorra y el perro: Desconfía de los sentidos, que muchas veces nos engañan. No te dejes llevar por las apariencias, y acertarás.
Y recuerda que también puedes escuchar fantásticas fábulas narradas mediante todos estos podcast:
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