Esta fábula anónima, originaria de la India, ‘El oro y las ratas’, es ideal para mostrar a los niños la importancia de no hacer a los demás lo que nunca nos gustaría que nos hicieran a nosotros. Nos habla de engaños, amistad falsa y por supuesto, astucia para resolver problemas.
TIEMPO DE LECTURA: 4 MINUTOS
La fábula india del oro y las ratas
Existió una vez en la India un comerciante de ricas telas que se había hecho famoso entre todos por la calidad de su producto. Tal es así, que comenzó a ahorrar algo de dinero. Y eso le hacía inmensamente feliz.
Le gustaba mucho su trabajo, pero a menudo debía viajar en busca de nuevas telas. Sucedió que antes de partir a uno de estos viajes, escuchó que por la zona habían visto a unos famosos ladrones. Entonces pensó en su caja llena de monedas de oro, y temió que los maleantes se la quitaran en su ausencia.
Decidió entonces pedir ayuda a un gran amigo y fue con su caja a su casa.
– Amigo- le dijo- Tengo que partir en busca de más telas para mi negocio y necesito pedirte un favor: que guardes bien esta caja en donde guardo todos mis ahorros. No quiero que los ladrones se la lleven.
– Por supuesto, no te preocupes, que conmigo estará a salvo– dijo convincente el amigo.
Sin embargo, cuando el comerciante regresó del viaje, recibió una mala noticia:
– ¡Ay, amigo!- dijo compungido el amigo- ¡No vas a creer lo que ha pasado! Resulta que guardé muy bien tu caja dentro de un cofre de madera. Pero unos ratones lo agujerearon y se comieron el oro… ¡Cómo lo siento!
El comerciante, que no se había creído aquella historia, le siguió el juego, y pensó rápidamente cómo darle un escarmiento.
La lección del comerciante en ‘El oro y las ratas’
– Vaya, qué desgracia más grande- respondió él poniendo voz lastimera- Pero sé que no ha sido tu culpa, amigo mío. Y a pesar de todo, quiero agradecerte el favor… Te invito a un rico asado mañana a mi casa.
Su amigo pensó que se había creído la historia de los ratones, así que no pudo rechazar la invitación.
– ¡Muchas gracias, amigo mío! ¡Allí estaré!
El comerciante salió de la casa y se dirigió al establo. Sin que su amigo le viera, se llevó el mejor de sus caballos y lo escondió en el establo de su casa.
Al día siguiente, puntual, el amigo se presentó en su casa, tal y como habían acordado. Pero llevaba mala cara…
– Pero bueno, ¿qué te pasa?- preguntó el comerciante- ¿Por qué tienes esa cara tan triste?
– Pues verás, resulta que ayer debió entrar alguien en mi establo por la noche y se llevó el mejor caballo que tengo, ¡un caballo de valor incalculable!
– Vaya… – respondió el comerciante- ¡Yo sé quién se lo llevó!
– ¿Sí?- preguntó eufórico el amigo.
– Sí, sí… ayer por la noche vi una lechuza volar con un caballo entre sus patas.
– ¿Una lechuza? ¿Me tomas el pelo? ¡Una lechuza no puede con el peso de un caballo!
– Pues yo creo que sí… Si unos ratones son capaces de comer oro, una lechuza puede con el peso de un caballo…
El amigo del comerciante lo entendió todo. Arrepentido, prometió devolverle el oro. A cambio, el comerciante le entregó su caballo. Así, cada uno se quedó con lo que era suyo.
Moraleja: «Nunca hagas al otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti».
(‘El oro y las ratas’ – Fábula india)
Qué temas puedes trabajar con la fábula ‘El oro y las ratas’
Utiliza esta fantástica fábula india, ‘El oro y las ratas’, para reflexionar sobre:
- Las mentiras, el engaño.
- El valor de la amistad.
- El ingenio, la astucia para resolver problemas.
- La avaricia.
- El sentimiento de arrepentimiento.
- La prudencia.
Reflexiones sobre la fábula del oro y las ratas
Desde luego, nunca te puedes fiar ni de un amigo… La avaricia corrompe con facilidad a los hombres. Así que hay que ser prudente y saber resolver problemas de la forma más inteligente:
- El desengaño de la traición: Esta historia del oro y las ratas está protagonizada por dos ‘supuestos’ amigos. Sin embargo, aparece un tema importante, el de la traición. Hasta el mejor amigo puede defraudarnos cuando se deja llevar por emociones como la avaricia, la envidia, los celos… En este caso, el amigo del rico comerciante se dejó llevar por la avaricia, y superpuso este deseo sobre el valor de la amistad. El comerciante fue engañado, pero supo sobreponerse y reaccionar de la mejor manera posible.
«Las emociones pueden cegarnos hasta el punto de llevarnos a cometer una traición ‘inesperada’…»
— (Reflexiones sobre ‘El oro y las ratas’)
Más reflexiones sobre ‘El oro y las ratas’
- Ante el engaño, ingenio: Para resolver un problema, lo mejor es olvidar las emociones y pensar muy bien con la cabeza. El ‘El oro y las ratas’, el comerciante se podía haber dejado llevar por el impulso de la frustración y la ira contra su amigo, y haberle acusado de mentiroso, pero el amigo lo hubiera negado y el comerciante no hubiera conseguido finalmente nada más que un gran disgusto.
Sin embargo, nuestro protagonista del oro y las ratas supo reaccionar de forma inteligente. Su intención era crear remordimientos en su amigo y lograr que confesara el robo. Por eso, le ‘pagó’ con la misma moneda, robando un bien muy preciado del amigo e inventándose, tal y como hizo él, una estúpida e inverosímil versión de lo que había pasado.
«Nunca hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.»
— (Reflexiones sobre ‘El oro y las ratas’)
- La gran lección del comerciante: El protagonista del oro y las ratas consiguió dar una lección a su amigo. Logró que confesara el robo y le devolviera todo, y lo hizo provocando en él un sentimiento de arrepentimiento. Al ver que le habían ‘pillado’ en su gran mentira, no pudo hacer otra cosa que confesar la verdad. La gran moraleja de esta fábula es recordar que nunca debemos hacer a otros lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.
Otras increíbles fábulas indias con sus moralejas
Si te gustó la fábula del oro y los ratones, no te pierdas tampoco estas otras historias, con grandes moralejas y sus explicaciones finales sobre los mensajes que transmiten:
- El cuervo y la serpiente: No es la fuerza bruta, sino el ingenio, el que consigue la victoria. Y si no, lee con atención esta fábula corta y sus explicaciones finales.
- La tortuga, el gamo, el ratón y la corneja: Está claro que la unión hace la fuerza. Juntos, somos más fuertes y conseguimos metas más poderosas. Sobre este tema versa esta preciosa historia que nos recuerda, en cierta manera al cuento clásico de los músicos de Bremen.
- Los tres peces: Aquí tienes una buena fábula sobre la resolución de problemas, y lo importante que es siempre el pensamiento positivo.
Y recuerda que también puedes escuchar muchísimas fábulas narradas mediante podcast gracias al canal gratuito de Tucuentofavorito.com. Las encontrarás aquí:
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