Esta fábula de Tomás de Iriarte, ‘El canario y el grajo’, habla de aquellos que, muertos de envidia ante alguna habilidad, intentan desacreditar por todos los medios al que deslumbra, sin darse cuenta de que con ello, se desacreditan a sí mismos. No te pierdas la historia protagonizada por diferentes pájaros y las reflexiones finales sobre la moraleja que transmite.
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La fábula sobre la envidia ‘El canario y el grajo’
Hubo un canario que se empeñó en adiestrarse en el canto. Estudió, ensayó, y consiguió no solo una voz melodiosa, sino un canto realmente dulce y magistral. Su fama comenzó a extenderse por todas partes. Hasta un ruiseñor cuyo canto ya había sido reconocido en casi todo el mundo, acudió un día a escucharlo.
– ¡Qué maravilla! ¡Qué entonación! Sin duda, canario, eres el mejor… – le dijo.
Los demás pájaros comenzaron a envidiar al canario. Los que sabían cantar, por no ser tan perfectos como él. Los que no sabían cantar, por no tener ese gran don.
Finalmente un grajo, de voz chillona, decidió desacreditar al canario (por pura envidia). Primero empezó a meterse con el color de sus plumas. Después, con su procedencia. Como veía que no era suficiente para dejarlo en ridículo, comenzó a correr la voz de que en realidad todo era una farsa, y que su voz no era angelical, sino un soberano rebuzno.
– Cosa rara- comenzaron a cuchichear los pájaros- Parece ser que el canario no canta, sino que rebuzna…
Esta gran mentira llegó a oídos del águila. Indignado (por si aquel bulo era cierto) fue a ver al canario y exigió que cantara ante él, para comprobar de una vez por todas la verdad. El canario, cansado de tanta mentira, decidió cantar. El águila se dio cuenta entonces de la calumnia del grajo, y acudió al dios Júpiter en busca de ayuda.
– No te preocupes, águila, que el grajo tendrá su merecido. Convoca a todas las aves a un recital y obliga al grajo a cantar…
Es lo que el águila hizo. Una vez que tuvo a todos los pájaros presentes, el grajo no pudo huir y tuvo que obedecer las órdenes del águila. Pensó que tal vez todos comenzaran a admirarle a él.. Pero . ¡Oh, sorpresa! Nada más comenzar a cantar, en lugar de su voz se oyó un horroroso rebuzno. Todos los presentes comenzaron a reír, y uno de ellos se levantó y dijo:
– Con razón se ha convertido en asno el que quiso hacer un asno del canario.
Moraleja: «El que para desacreditar a otro recurre a medios injustos, suele desacreditarse a sí mismo»
(‘El canario y el grajo’ – Tomás de Iriarte)
Qué temas puedes trabajar con la fábula del canario y el grajo
Utiliza esta fantástica fábula de Tomás de Iriarte, ‘El canario y el grajo’, para reflexionar acerca de:
- Las mentiras.
- El sentimiento de envidia.
- Los bulos.
- La justicia.
Reflexiones sobre la fábula ‘El canario y el grajo’
Siempre suele ser así: el que intenta apagar la luz del otro por envidia, termina apagándose a sí mismo y haciendo que el otro al que intentaba hacer daño, brille más…
- Los celos de los que no saben valorarse a sí mismos: Todos tenemos grandes habilidades. Pero no siempre se puede ser el mejor. La humildad nos ayuda a reconocer nuestras limitaciones para no caer en la frustración y la envidia. En esta fábula del canario y el grajo, nos muestran los efectos negativos de esta emoción, la envidia. El que más sufre, sin duda, es el que siente esos celos que le llevan a intentar anular al otro. No suele conseguirlo. Sus tramas y mentiras suelen terminar saliendo a la luz. El que brilla con luz propia lo seguirá haciendo.
- Cuando la envidia nos lleva a la mentira: El grajo intenta en esta historia hacer creer a todos una gran mentira, con tal de desacreditar al pájaro cantor y hundir su fama. No se da cuenta de que la verdad siempre termina por conocerse. Ya lo dice el refrán: ‘Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo’. El águila pronto se dio cuenta de la mentira del grajo y el castigo no tardó en llegar…
Una reflexión más sobre la fábula del canario y el grajo
- Justicia ‘divina’: El castigo del grajo por hacer correr un bulo, una mentira, e intentar con ello hacer daño al canario, llegó en forma de ‘karma’. El mismo arma que utilizó, la mentira que usó, de intentar comparar al canario con un burro, fue la que le dejó en ridículo delante de todos. Su voz se convirtió en un sonoro rebuzno, para dejar claro que el que intenta desacreditar a otros con malas artes y engaños, termina castigándose a sí mismo y quedando en evidencia.
«Quien intenta desacreditar a otros con malas artes, termina castigándose a sí mismo»
(Reflexiones sobre la fábula ‘El grajo y el canario’)
Otras fábulas de Iriarte que no debes perderte
Si te gustó esta genial fábula del canario y el grajo, tampoco puedes perderte estas otras, escritas todas por Tomás de Iriarte. Muchas de ellas además van acompañadas de la fábula original en verso:
- Los dos conejos: Cuando nos entretenemos en cosas sin importancia y nos dejamos llevar por la terquedad, perdemos de vista lo realmente importante y terminamos sufriendo las consecuencias. Descubre qué les pasó a los protagonistas de esta historia…
- El burro flautista: El arte no se adquiere por casualidad. Las grandes habilidades no llegan de pronto, sino que precisan de un aprendizaje y un duro entrenamiento. El burro de esta fábula llegó a pensar que ya sabía tocar la flauta solo con soplar…
- La rana y la gallina: Una fantástica fábula sobre la vanidad, que nos puede llevar a hacer ‘el ridículo’ en numerosas ocasiones.
Y recuerda que también puedes escuchar fábulas narradas tan interesantes como esta del canario y el grajo. Las encontrarás aquí en forma de podcast: