Podemos jugar con las poesías y ayudar a los niños a conocerse mejor. Con este precioso poema de la poetisa argentina Elsa Isabel Bornemann, ‘Cuando yo cierro los ojos’, podemos hablar con los más pequeños sobre el sentido de la vista y también usar los versos para incentivar su imaginación y mejorar su capacidad de atención. ¿Quieres leer esta poesía? ¡Adelante!
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ToggleUna poesía para niños sobre el sentido de la vita: ‘Cuando yo cierro los ojos’
¿Alguna vez jugaste con tus hijos a ‘perder’ alguno de los sentidos durante unos segundos o comprobar qué sucede si no lo tuviéramos? Además de valorar más cada uno de ellos, podemos ayudarles a entender qué nos aportan. En esta ocasión, podemos jugar con la vista. Para ello, lee este precioso poema de Elsa Isabel Bornemann:
Cuando yo cierro los ojos…
¿Qué sucede?
¿Quedan quietas las paredes?
¿No se mueven?
¿Dónde va la luz que estaba
yo mirando?
¿Se mete por mis bolsillos
disparando?
¿Dónde va toda mi casa
si me duermo?
¿Sigue igual o no?
¿Qué pasa? No me acuerdo…
¿Cuando yo cierro los ojos,
qué sucede?
¿Pueden quedarse las cosas…?
¿Dime, pueden?
(‘Cuando yo cierro los ojos’ – Elsa Isabel Bornemann)
Cómo trabajar esta poesía corta con los niños de ‘Cuando yo cierro los ojos’
Utiliza esta preciosa poesía de Elsa Isabel Bornemann para trabajar el sentido de la vista y mejorar la atención de los niños y su creatividad e imaginación :
- Mejora la atención de los niños: Nada mejor que un poema atractivo para mejorar la atención de los más pequeños. En este caso además ellos pueden participar según vas recitando el poema. Por ejemplo, tras los dos primeros versos, puedes pedir a los niños que cierren los ojos. Entonces continúas y de nuevo les pides que los abran.. Si están participando constantemente, permanecerán atentos hasta el final del poema.
- Trabajemos el sentido de la vista: ¿Te diste cuenta de que el poema habla de qué ven los ojos y qué dejan de ver cuando los cierras? ¿Seguirán ahí todas las cosas? Prueba a pedir que se fijen en algún objeto o algún lugar de la habitación, que lo miren durante unos segundos y que intenten describir lo que han visto al cerrar los ojos. Después volverán a abrir los ojos para comprobar si todo lo que han descrito sigue ahí.
Más ideas para trabajar con el poema Cuando yo cierro los ojos
- Aviva su imaginación: Además de recordar lo que los ojos ven, podemos ver muchas otras cosas ‘adicionales’ con los ojos cerrados. Un buen ejercicio para la imaginación consiste en ‘crear nuestra propia realidad’ con los ojos cerrados. Puedes empezar con ‘imagina que estás en un bosque repleto de flores… ‘ Los niños podrán comenzar a llenar la escena de todo lo que puedan ‘ver’ con los ojos cerrados. Si quieres, después pueden hacer un dibujo con lo que vieron y añadir aquello que imaginen.
- Trabaja el miedo: Muchos niños tienen miedo a la oscuridad. Con esta poesía, y haciendo el ejercicio de cerrar los ojos, entenderán que las cosas no se mueven, que todo sigue en el mismo lugar. Por la noche, cuando ellos cierran los ojos, piensan que pueda suceder algo, que la realidad se puede transformar. Pero con este ejercicio comprobarán que no es así, que lo único que cambia parte de su imaginación.
Otras preciosas poesías de Elsa Isabel Bornemann para los niños
Aquí tienes más poemas de esta misma poetisa. Son todos fantásticos para leer con los niños:
- Cuéntico bóbico para una nénica aburrídica: ¿Jugamos con las tildes de la forma más divertida? Descubre este poema en donde las esdrújulas han tomado el poder y campan a sus anchas transformando las palabras y haciéndolas muy divertidas. ¡Fabuloso!
- Canción de lo que tengo: Trabaja el valor de la generosidad con los más pequeños. Puedes ayudarte de esta maravillosa poesía de Elsa Isabel Bornemann.
- Se mató un tomate: La forma más divertida de hacer un repaso por las principales verduras. Imagina qué noticia… ¡se ha matado un tomate en una ensalada! A los niños les divertirá mucho.
Recuerda que además de poesías, en la web encontrarás muchos relatos, como cuentos, fábula so leyendas. Además, algunos podrás escucharlos narrados. Usa el canal de podcast de Tucuentofavorito.com en Spotify o en Ivoox.