Te ofrecemos una selección con los mejores refranes sobre la avaricia para los niños. De esta forma, podrán entender por qué la codicia o avaricia es tan perjudicial. Encontrarás cada refrán popular con su explicación.
Descubre cuáles son los 30 mejores refranes populares sobre la avaricia para los niños
Hemos seleccionado los dichos, proverbios y refranes populares sobre la avaricia y el poder del dinero más conocidos. Y, para que los niños también puedan entenderlos, hemos añadido su explicación. Seguro que muchos de ellos te suenan. Pero, ¿sabrías explicar qué significan? Aquí los tienes:
1. ‘Poderoso caballero es Don Dinero’. En realidad, este refrán tan popular que indica el poder del dinero para corromper hasta al más moral y el más ético, proviene de una sátira de Francisco de Quevedo, en donde el protagonista declara su amor corrupto al dinero.
2. ‘Ojo al dinero, que es amor verdadero’. Aquí se hace referencia al sentimiento que a veces provoca el dinero, similar al del enamoramiento. Esto es, que anula por completo la razón hasta llegar a hacerte cometer locuras.
3. ‘Quien come y no da, empachado morirá’. Este refrán más bien hace referencia al egoísta, al que tiene mucho y no da nada, que también guarda una estrecha relación con la avaricia.
4. ‘A gloria huele el dinero, aunque se saque del estercolero’. El origen del dinero ‘fácil’ está podrido y huele mal… es lo que viene a advertirnos este refrán español. A pesar de que el dinero puede proceder de un lugar ‘apestoso’, a quien lo recibe y lo maneja, le olerá a gloria. Aunque el dinero venga de modo ilícito, a quien lo recibe le provocará una gran alegría.
5. ‘En el arca del avariento, el diablo yace dentro’. Es decir, que la avaricia está relacionada con la maldad y muy estrechamente con el diablo. Es lo que viene a decir este curioso refrán.
Otros cinco refranes populares sobre la avaricia para los niños
Aquí tienes más refranes populares sobre la avaricia, explicados para niños y mayores:
6. ‘Con salud y dinero, hago lo que quiero’. Siempre se dice que lo más importante es la salud. Este refrán añade, que tras la salud, lo siguiente más importante es el dinero. Ambos hacen al hombre feliz.
7. ‘Sarnosos y avarientos, nunca están contentos’. Este refrán resalta la constante insatisfacción de los avaros, que aún teniendo mucho, siempre quieren más y más.
8. ‘Entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero’. Lo que viene a decir este refrán es que el honor es importante, pero el dinero puede ser quien nos de honor, porque el dinero es capaz de tapar cualquier deshonra. Y aquí, volvemos a recordar el primer refrán, y podríamos añadir… porque poderoso caballero es don dinero.
9. ‘Come a gusto y placentero y que ayune tu heredero’. Si gastas el dinero o más bien, lo derrochas, al final quien pagará las consecuencias serán los herederos.
10. ‘No hay compañero como el dinero’. ¿Podría el dinero comprar amigos? Tal vez una amistad verdadera no se compra, pero es cierto que quien posee mucho dinero, cuenta alrededor con muchos supuestos ‘amigos’ que tal vez estén ahí por puro interés. El dinero según este refrán es mejor que un amigo, porque ofrece consuelo sin traicionarte jamás.
Más refranes populares sobre la avaricia
Descubre estos otros refranes populares sobre la avaricia. Todos, por supuesto, con su explicación:
11. ‘El pobre es rumboso, el rico, roñoso’. Suele darse esta extraña característica, que quien menos tiene suele ser más generoso, mientras que aquel que tiene mucho, suele ser más avaricioso y egoísta.
12. ‘No hay mal tan lastimero como no tener dinero’. Una de las mayores quejas de las personas, más allá de la salud, es el dinero. Tal vez sea la segunda queja más frecuente. Tal vez porque le damos al dinero demasiada importancia.
13. ‘No es amistad la que siempre pide y nunca da’. En la amistad también se puede ser egoísta y avaricioso. En ese caso, se dice que no es una amistad verdadera, sino interesada. Un amigo antepone el dar al recibir o pedir, y si pide algo, también tiene en cuenta que debe dar y compensar con agradecimiento lo que le dieron.
14. ‘Quien tiene dinero, pinta panderos’. Que viene a ser lo mismo que decir que aquel que tiene mucho dinero, puede dedicarse al ocio y no preocuparse por el trabajo.
15. ‘Al que teniendo cama duerme en el suelo, no hay que tenerle duelo’. El avaricioso es capaz de tener de todo y no usarlo por no gastarlo. En este extremo, el refrán nos indica que no debemos sentir lástima por aquel que malvive aún teniendo dinero, ya que es su elección y no lo hace por falta de posibilidades.
Otros cinco refranes populares sobre la avaricia y dinero
Todos estos refranes populares sobre la avaricia o codicia, van acompañados por explicaciones:
16. ‘Eres guapo y eres rico, ¿qué más quieres, Federico?’. Está claro que el tal Federico, famoso en este refrán, debe quejarse a pesar de tener dos de los mayores anhelos de los hombres: belleza y dinero. El refrán nos recuerda que no debemos quejarnos sin razones de peso para hacerlo.
17. ‘Morir rico tras vivir pobre, llámale bestia y no hombre’. El avaro es capaz de vivir en la más austera de las posibilidades con tal de no gastar dinero. Cuando se le pasa la vida y muere, deja una importante suma de dinero sin haberla utilizado para mejorar su propia vida. Podríamos decir que es ‘de tontos’.
18. ‘Rey es amor y el dinero, emperador’. ¿Quién es más importante, el rey o el emperador? ¿Quién tiene más peso en el corazón del hombre? La respuesta es complicada, ¿verdad? Ambos parecen ser muy poderosos. De esta forma, se ponen en la balanza al amor y al dinero. Ambos mantendrán seguramente la aguja muy cerca del equilibrio.
19. ‘La bolsa del tacaño miserable, solo el diablo la abre’. El avaro suele ser muy tacaño, una actitud propia de las personas egoístas y con cualidades atribuidas al mal y al diablo. El refrán viene a decir que el avaro solo es capaz de dar lo que tiene al diablo, ya que es quien le domina y tiene poder sobre él.
20. ‘Tanto tienes, tanto vales’. Este es un proverbio muy famoso que critica la forma en la que muchas personas juzgan a otras, por lo que tienen, por su dinero y bienes materiales, frente a otras cualidades más importantes. Es cierto que a aquellos a los que poseen más dinero, se les abren con más facilidad cualquier puerta. Los pobres, los que menos dinero tienen, deben esforzarse mucho más para conseguir cualquier cosa.
Cinco refranes populares sobre la avaricia más para niños
Más refranes populares sobre la avaricia, explicados para niños y mayores:
21. ‘La avaricia es como el fuego: cuanta más leña le echas, más arde’. Otro proverbio que nos indica la insatisfacción del avaro por lo que tiene. Cuanto más dinero recibe y tiene, más quiere. Es una sed que aumenta a medida que tiene más y más dinero, como si el agua que en realidad bebiera, fuera salada y le diera más sed.
22. ‘Quien paga, manda’. De nuevo un refrán que habla del poder del dinero. Aquel que posee mucho dinero, es capaz de gobernar y dirigir los actos de otros.
23. ‘La avaricia es la pobreza de los ricos’. Este proverbio nos explica que el más rico, si se deja llevar por la avaricia, será en realidad el más pobre, el más desdichado. Tendrá mucho dinero, pero no tendrá nada de lo que realmente importa: la bondad.
24. ‘Corazón codicioso, no tiene reposo’. Porque en realidad, las personas avariciosas y codiciosas, tienen muchísimos remordimientos y luchas internas, ya que en el fondo saben que no hacen bien.
25. ‘San dinero es el santo más milagrero’. Y esto es así porque el dinero lo puede todo. Una vez más, un refrán que retrata el poder del dinero.
Últimos refranes populares sobre la avaricia para los niños
Aquí tienes los últimos cinco refranes populares sobre la avaricia que hemos seleccionado:
26. ‘Si el corazón fuera de acero, no le venciera el dinero’. La avaricia y el dinero corrompe el corazón que se deja doblegar. Si el corazón lo fortalecemos con valores como la caridad, la generosidad y la empatía, será tan duro que el veneno de la avaricia no podrá atravesarlo ni corromperlo’.
27. ‘La avaricia es mar, sin fondo y sin orillas’. Porque la avaricia no encuentra límites, es insaciable. Cuanto más se tiene, más se quiere.
28. ‘Al toma, todo el mundo asoma; al daca, todo el mundo escapa’. Todos estamos dispuestos a recibir dinero, pero no a darlo. Eso cuesta mucho más, y es un auténtico suplicio para el avaricioso.
29. ‘Quien haga fortuna, no se olvide de su cuna’. Este refrán hace referencia a la necesidad de ser agradecidos con los que un día nos ofrecieron cuidado y atención. Si consigues amasar una gran fortuna, nunca olvides a tu familia y compártela con ellos.
30. ‘Por el interés te quiero, Andrés’. Un refrán muy extendido, que se utiliza sobre todo para recriminar a alguien una actitud interesada. Un amigo que dice serlo para conseguir algo a cambio… un compañero que te llena de halagos para que más tarde le hagas un favor… Siempre son actitudes falsas.
Algunos cuentos, leyendas y fábulas sobre la avaricia
Además de refranes populares sobre la avaricia, existen numerosos cuentos, leyendas y fábulas sobre este tema. Aquí tienes algunos:
- Cuento de Navidad: El avaro más famoso de la literatura es Mr Scrooge. Dickens consiguió retratar como nadie las particularidades del más avaricioso, que vivía en una tétrica y penosa vivienda y no era capaz de sentir empatía ni bondad en su corazón.
- El cultivo del oro: Este cuento explica cómo el ansia de poseer dinero es capaz de hacernos creer cualquier cosa, por inverosímil que parezca. Y es que el dinero, como el amor, es capaz de cegarnos. ¡Buenos refranes populares sobre la avaricia podríamos sacar de este cuento!
- El ratón bajo el granero: Nos faltó en la selección de refranes populares sobre la avaricia este interesante y popular refrán español: ‘la avaricia rompe el saco’. Es el mejor resumen que podríamos hacer de esta fábula. Aquel que quiere más y más al final pierde el control y puede perderlo todo.
- El flautista de Hamelín. El avaricioso puede encontrar un gran castigo, como el que obtuvo el alcalde de Hamelín, cuando se negó a pagar lo que le correspondía al flautista que liberó a su país de las ratas.
- La gallina de los huevos de oro. Una fábula que nos advierte de que a más avaricia, más podemos perder. Cuidado con perder el sentido común.
