Este relato, ‘Los dos escarabajos’, parte de una fábula corta atribuida a Esopo, que se centra en explicar de forma muy clara en qué consiste la amistad verdadera. No te pierdas la historia de estos dos animales y la moraleja final, sobre la que también reflexionaremos.
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La fábula de los dos escarabajos
Vivían en una pequeña isla dos escarabajos. Eran felices, y se tenían el uno al otro. Sin embargo, tenían muy poca comida. De hecho, sólo podían alimentarse de los excrementos del único toro que vivía en aquel lugar. En algunos momentos incluso llegaban a pasar hambre, pues el toro no salía todos los días a pastar.
Uno de los dos escarabajos, cansado de esa situación, le dijo al otro:
– Amigo, creo que deberíamos buscar otro lugar en donde tengamos más alimento.
– Pero ¿cómo? ¡Vivimos en una isla! Tendríamos que volar hasta el continente, y es un viaje peligroso y muy largo.
– Yo estoy dispuesto a hacerlo, no tengo miedo. Si quieres, espérame aquí y regresaré con alimento para los dos.
– Oh, de acuerdo. Mucha suerte, amigo- le dijo el otro escarabajo, convencido de que su compañero cumpliría su promesa.
Los dos escarabajos: el viaje del escarabajo
El escarabajo más decidido partió al día siguiente en busca de algo de suerte. Y la tuvo. El viento estaba a su favor, y no tardó mucho en alcanzar la costa. ¡Menudo paraíso! El escarabajo aterrizó en una colina plagada de vacas. Se dio un auténtico festín.
– ¡Qué maravilla! Este es el lugar que estaba buscando. No pienso irme de aquí.
Estaba tan contento que se olvidó de la promesa. Pasaron los días, pasaron los meses, y el escarabajo, inmensamente feliz, terminó olvidando a su amigo.
Pero llegó el invierno, y a refugio, en un agujero oscuro, el escarabajo se dio cuenta de lo solo que estaba. Entonces, se acordó de la promesa y de su amigo.
– ¡Oh, no! ¡Me olvidé de él!- dijo totalmente arrepentido.
Decidió regresar a la isla, y al llegar, encontró al otro escarabajo, que husmeaba en busca de comida entre la hierba. Estaba mucho más flaco.
– ¡Amigo! ¡He vuelto!- gritó al verle.
El otro escarabajo le miró. Se dio cuenta de lo bien que le había ido, porque estaba muy sano y lustroso. Había ganado peso y sus alas brillaban. Apenado, dio media vuelta y siguió con lo que estaba haciendo.
– Pero… ¿no te alegras de verme?- preguntó el escarabajo recién llegado.
– Olvidaste una promesa… Ha pasado mucho tiempo.
– Ya… pero… es que no podía volar cargado de comida. Lo pensé, pero era imposible.
– Sí, pero tampoco volviste.
El escarabajo entonces se dio cuenta del gran error que había cometido. Su antiguo compañero se alejó sin volver la cabeza. Nunca más volvieron a verse.
Moraleja: «Nunca olvides la promesa que hiciste a un amigo, o romperás esa amistad para siempre»
(‘Los dos escarabajos’ – Esopo)
Qué temas podemos trabajar con la fábula de Los dos escarabajos
Utiliza esta fábula corta de Esopo, ‘Los dos escarabajos’, para reflexionar sobre:
- La amistad.
- El perdón.
- Las promesas.
- El sentimiento de culpa y arrepentimiento.
- – La tristeza.
Reflexiones sobre la fábula de ‘Los dos escarabajos’
La amistad debe cuidarse. No es amigo el que se va, desaparece y olvida sus promesas:
- Cuidado con defraudar y no cumplir las promesas: En esta historia de Esopo de ‘Los dos escarabajos’, la amistad queda rota por culpa de una promesa incumplida. Y es que a veces, aunque parezca un simple error, el detalle nos dice mucho más de lo que parece.
La promesa que el escarabajo hizo a su compañero era una promesa de amistad. Significaba que se acordaría de él, que compartiría su hallazgo con él, que le importaría tanto, que sería capaz de regresar para estar a su lado. Pero no lo hizo, y ese gesto dio a entender al escarabajo que se quedó en la isla que no era amistad, sino conveniencia. El otro escarabajo sólo estaba a su lado para no sentirse solo. Recuerda que la amistad verdadera se demuestra en los buenos y en los malos momentos. Un amigo siempre está ahí, tanto para compartir la alegría como para consolar en la tristeza.
«No es lo mismo amistad que conveniencia. El amigo está en lo bueno y en lo malo»
— (Reflexiones sobre ‘Los dos escarabajos’)
Más reflexiones sobre ‘Los dos escarabajos’
- Hay errores que no pueden remendarse: Nuestro segundo protagonista de esta historia de ‘Los dos escarabajos’ decidió no perdonar. Se fue por el camino y no quiso dar una segunda oportunidad. ¿por qué? El gesto del otro escarabajo le había dado a entender que él no era importante en su vida y prefirió valorarse a sí mismo. ¿Orgullo? A veces es necesario. El escarabajo que se había quedado en la isla no vio el gesto del otro escarabajo como un error. Entendió que era una decisión. El otro escarabajo había decidido vivir su vida sin él.
- Cuando nos damos cuenta demasiado tarde: En ‘Los dos escarabajos’, el que decidió volar al continente, se dio cuenta tarde de su grave error. Había pasado mucho tiempo y realmente sólo se acordó de su compañero de la isla por conveniencia, cuando se comenzó a sentir solo. Realmente, eso no es amistad, sino egoísmo.
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