No todas las buenas promesas son de fiar. El sentido de la prudencia puede salvarnos de un fatal destino. Esta fábula budista, ‘La grulla y el cangrejo’, nos habla precisamente de mentiras que esconden muy malas intenciones, disfrazadas de verdad, pero que al final se enfrentan a la justicia o como dirían algunos, ‘al karma’.
TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS Y MEDIO
El cuento budista ‘La grulla y el cangrejo’
Buscaba peces en un lago una vieja grulla, que cansada, decidió usar la argucia y el ingenio para no tener que hacer tanto esfuerzo. Un día, al ver que cerca tenía un pequeño estanque, se le ocurrió una idea, y dijo los peces y a un cangrejo del pantano:
– Es mi deber alertar, porque así me lo dice la conciencia… que escuché esta mañana hablar a los hombres. Tienen intención de secar este lago y no sé qué será de todos vosotros. Moriréis sin ninguna solución… ¡Qué pena!
Peces y cangrejo se reunieron para hablar… ¿Qué podían hacer? ¿Cómo salir de esa situación con vida? Entonces, la grulla les interrumpió:
– Ejem, ejem… Se me ha ocurrido una excelente idea para que podáis salvar la vida. He descubierto muy cerca de aquí un pequeño estanque. Me comprometo a llevaros hasta allí… Puedo llevar cada día a dos o tres de vosotros. Así, antes de que el hombre seque este lago, estaréis todos a salvo.
Al cangrejo, que era muy desconfiado, no le hacía mucha gracia esa idea. Así que propuso:
– Está bien, para comprobar que no mientes, lleva a la carpa hasta el estanque y tráela de vuelta. Ella nos dirá si es cierto lo que dices.
La grulla, que ya saboreaba su triunfo, llevó con delicadeza en su pico a la carpa hasta el estanque y luego regresó con ella.
La grulla y el cangrejo inteligente
– ¡Es cierto lo que dice la grulla!- dijo la carpa entusiasmada- ¡El estanque existe de verdad!
– Está bien- dijeron los peces- Aceptamos tu generosa propuesta, grulla.
Pero el cangrejo, que ya hemos dicho que era muy desconfiado, se ofreció el primero en la ‘excursión’ al estanque.
– ¡Yo iré el primero!
– Muy bien- dijo la grulla- Te llevaré en mi pico.
– Uy, no, que me resbalaré seguro y me romperé el caparazón- dijo entonces el cangrejo- Mejor me agarraré de tu cuello. Para eso tengo estas buenas pinzas…
Y mostrándolas a la grulla, saltó al lomo del ave y se abrazó a su cuello. La grulla no tuvo otra que acceder, y comenzó a volar, pero en pocos minutos, aterrizó junto al árbol en donde tenía su nido.
– ¿Y el estanque?- preguntó entonces el cangrejo.
– ¡Iluso! ¿Pensaste que te iba a salvar de verdad? Cada día me comeré a dos o tres de vosotros. Fácil y sencillo.
Pero entonces, antes de que la grulla pudiera decir más, el cangrejo clavó sus tenazas en el cuello del ave, acabando con su vida.
– Ilusa tú, grulla, si pensaste que te creí.
Moraleja: «Al final los malvados terminan siendo víctimas de sus propias artimañas»
(‘La grulla y el cangrejo’ – fábula budista)
Qué temas puedes trabajar con la fábula La grulla y el cangrejo
Usa esta fábula corta de origen tibetano, ‘La grulla y el cangrejo’, para reflexionar acerca de:
- Las mentiras camufladas en verdad.
- El valor de la prudencia.
- La necesidad de desconfiar de las buenas pero sospechosas intenciones.
- El sentido de la justicia o karma.
Reflexiones sobre esta fábula budista de ‘La grulla y el cangrejo’
Unos lo llaman ‘justicia divina’ y otros, ‘karma’, pero lo cierto es que afortunadamente, los malvados muchas veces son castigados con sus propias armas:
- El mal que se paga: Dirás que no siempre sucede así, pero en muchas ocasiones, los malvados terminan pagando por ‘sus fechorías’, y así debería ser. Es lo que viene a explicarnos esta fábula corta en la que una malvada grulla intenta engañar a unos inocentes peces y a un cangrejo para asegurarse la comida de forma más sencilla y menos trabajosa.
- Las mentiras terminan saliendo a la luz: La grulla fue astuta al intentar engañar a los peces llevando y trayendo a la carpa, pero al final, las mentiras no pueden mantenerse por mucho tiempo y la verdad termina saliendo a la luz. En este caso, la ‘suerte’ estuvo del lado de los peces, que contaron con el ingenioso y astuto cangrejo para ‘desenmascarar’ a la grulla. Y es que es fundamental desconfiar de los desconocidos o de aquellos que nos ofrecen algo demasiado ‘sospechoso’.
«Desconfía de aquellos que te ofrecen mucho sin pedir nada a cambio…»
— (Reflexiones sobre ‘La grulla y el cangrejo’)
Otras fantásticas fábulas sobre las mentiras
¿Qué te pareció la fábula de ‘La grulla y el cangrejo’? Siempre hay que estar alerta para desenmascarar a tiempo al que usa con argucia la mentira. Aquí tienes otras fábulas que pueden ayudarte a reflexionar sobre este interesante tema:
- Cuando sospechas porque algo querrá… El platanero talado: Sí, muchas veces los buenos consejos esconden un interés o mala intención y debemos estar alerta para aprender a sospechar de ellos. Esta fábula china lo explica muy bien.
- La zorra y el perro: De nuevo una fábula en donde se desenmascara una mala intención. En esta ocasión, el perro que es muy observador, se da cuenta de las malas intenciones de la zorra, que se acerca ‘demasiado cariñoso’ a las ovejas.
- El lobo con piel de oveja: Esopo nos alerta con esta fábula corta de las argucias de aquellos que saben usar muy bien la mentira y disfrazarse para aparentar ser quien no es.
Y no dejes de leer todas estas fábulas budistas
Aquí tienes otras fascinantes fábulas de origen tibetano con las que podrás pensar y reflexionar sobre diferentes aspectos o valores esenciales:
Y recuerda que también puedes escuchar muchos relatos narrados. También fábulas para reflexionar. Busca entre todas estas:
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