Descubre esta fábula de los Andes, ‘El ratón y el águila’, una historia muy breve con dos animales protagonistas que nos recuerdan la importancia de dos cosas: no ser avariciosos y usar el ingenio para resolver problemas. Lee la fábula y más abajo encontrarás la explicación a los mensajes que transmite.
TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS
La fábula del ratón y el águila
Sobrevolaba los Andes una enorme águila, en busca de comida. Estaba hambrienta y cualquier animal podía calmarla. Así que cuando vio a lo lejos un diminuto ratón que corría de un lado a otro, se puso muy contenta. Bajó planeando para no asustar al animal y se posó a su lado.
– Vaya, ratón, te he visto correr sin parar de un lado a otro… ¿Qué estás haciendo?
El pobre ratoncito se dio un susto enorme al ver a la poderosa águila junto a él, acechándolo con sus penetrantes ojos. Pero intentó aparentar calma, para que el ave no notara su nerviosismo.
– Pues busco comida para mis hijos, señora águila- dijo sin titubear el animalito.
– Vaya, pues cuánto lo siento, pero no podrás llevarles nada. Tengo mucha hambre y no me queda otra que comerte…
El ratón pensó rápidamente en cómo salir de esa terrible situación. No podía usar la fuerza, ni la velocidad… Así que dijo:
– Espera, águila. Te propongo algo, un cambio: te doy a mis ocho hijos si no me comes. Sales ganando…
El águila, que era avariciosa, pensó en la suculenta oferta. Sin duda, comería más, y tenía tanta hambre…
– Me parece un buen trato, ratoncito. Llévame hasta ellos y te dejaré libre.
El ratón fue entonces hacia su madriguera. De vez en cuando echaba una mirada hacia atrás para comprobar que el águila le seguía… ¡No le quitaba ojo de encima! Llegó hasta un pequeño agujero que había creado en una roca.
– Espera aquí, águila, porque no cabes por el agujero. Yo iré dentro a por mis hijos y te los traeré.
El águila, cegada por la codicia, dejó que entrara en la madriguera. Pero pasaron los minutos y el ratón no volvía… Echó un vistazo por el agujero y vio un complejo entramado de pasadizos muy oscuros y profundos. Entonces se dio cuenta de la jugada del ratón.
– ¡Me ha engañado! ¡Se ha fugado con sus hijos!
Y así, el águila tuvo que regresar a la cima de la montaña, hambrienta, tal y como estaba, mientras que el ratoncito astuto consiguió escapar y salvar a toda su familia de sus garras.
Moraleja: «Si ansías más de lo que necesitas, puede que al final lo pierdas todo»
(‘El ratón y el águila’ – Fábula popular)
Qué temas puedes trabajar con la fábula del ratón y el águila
Utiliza esta fábula corta de los Andes del ratón y el águila para reflexionar sobre:
- Las consecuencias de la avaricia.
- La resolución de problemas mediante el ingenio.
- El sentido de la prudencia.
- La importancia de aprender a controlar las emociones.
Reflexiones sobre la fábula ‘El ratón y el águila’
Esta fábula popular de los Andes bien podría explicar el famoso refrán español que dice ‘Más vale pájaro en mano, que cientos volando’:
- Visualiza lo que necesitas y aprende a controlar la codicia: La avaricia puede llegar a hacernos perder todo. Desear más de lo que necesitamos, es un riesgo que a veces asumimos sin darnos cuenta de que no siempre se gana… Esta fábula del ratón y el águila nos muestra dos personajes muy diferentes.
El águila es avariciosa y no sabe establecer un límite para no arriesgar. La codicia le ciega hasta el punto de no ver la estrategia del ratoncito ni intuir el engaño en el que estaba a punto de caer. Y es que la avaricia nos llega a cegar y perdemos el instinto o la inteligencia que nos permite descubrir una mentira a tiempo.
- Cuando estén ante un problema serio, usa el ingenio: Nuestro segundo personaje en esta fábula del ratón y el águila es astuto y no duda en buscar con rapidez una buena resolución a su problema. Piensa que la fuerza o la velocidad no podrían salvarle de las garras del águila, así que decide tentarle con una buena oferta para engañarle y salir victorioso. Gracias a este truco, el ratón consigue salvar su vida.
«La avaricia nos ciega e impide que veamos un engaño a tiempo»
— (Reflexiones sobre la fábula del ratón y el águila)
Más reflexiones sobre la fábula del ratón y el águila
- El sentimiento de frustración tras una equivocación: El águila de esta historia termina con un amargo sabor de fracaso y frustración, al darse cuenta de su error. El ratón le había engañado por sus ansias de tener más y más, cuando podría haber calmado su hambre si se hubiera conformado con lo que tenía delante. Ya sabes, y bien nos lo recuerda esta fábula del ratón y el águila, que más vale pájaro en mano, que ciento volando.
- Controlar los nervios puede ayudarnos a salir de un problema: Nuestro segundo protagonista, el ratón, demuestra que el control de las emociones es vital en momentos de peligro. De ahí la importancia de aprender a gestionar las emociones. El ratoncito consiguió dominar su miedo, que le podría haber bloqueado, y sus nervios, que podrían haberle delatado. De esta forma, el control de las emociones, permitió al ratón llevar a cabo con éxito su plan.
otras fantásticas fábula sobre la avaricia para niños y mayores
¿Te gustó esta fábula corta del ratón y el águila? Descubre estas otras fábulas que también nos hablan de codicia o avaricia:
- El ratón bajo el granero: El egoísmo y la codicia son malos aliados. Al final de tanto desear más y más para nosotros y no compartir nada, puede que tengamos demasiado…
- El mono y las lentejas: Aquí tienes una fantástica fábula popular española que también nos habla de la avaricia y lo que podemos perder por su culpa.
- Los caminantes: Una nueva fábula sobre las consecuencias de la avaricia. En este caso, de Esopo.
Y recuerda que también puedes escuchar fábulas narradas mediante podcast. Utiliza el canal de Tucuentofavorito.com en Spotify o bien este de Ivoox:
Un comentario
Excelente fábula para reflexionar