El cíclope Polifemo contado para niños

Aquí encontrarás la historia de ‘El cíclope Polifemo’ contada para niños, una leyenda de la mitología griega que aparece en los famosos viajes de Ulises en ‘La Odisea’. Descubre cómo era este extraño gigante y qué le sucedió a Ulises y a su tripulación. Ojo, porque es una historia no exenta de cierta crueldad (tal y como sucede en muchas de las historias de la mitología griega).

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La historia de ‘El cíclope Polifemo’ y Ulises

El cíclope Polifemo y Ulises
La historia del cíclope Polifemo y Ulises

En uno de los viajes de Ulises, el viento llevó los barcos hasta la isla de los cíclopes, que en principio, parecía desierta. En lo alto de una colina se veía una cueva, y Ulises decidió investigar. Pidió a un grupo de la tripulación que le acompañaran, y se aseguró de llenar bien un odre de vino. Cuando llegó a la entrada, gritó bien fuerte:

– ¿Hay alguien ahí?

Ninguna respuesta. El silencio más sepulcral. Así que decidieron entrar, con mucho cuidado. Y al cabo de un rato vieron unos rebaños de ovejas y cabras, y junto a ellos, unos recipientes enormes, muy parecidos a los que se usan para elaborar el queso. Y como la tripulación de Ulises estaba hambrienta, sus hombres comenzaron a comer todo el queso que vieron.

Y estaban concentrados en aplacar el apetito cuando de pronto escucharon un sonido muy fuerte, y un enorme cíclope apareció por la entrada de la cueva, junto con un rebaño de ovejas.

La crueldad de el cíclope Polifemo

El cíclope era alto, muy alto, y sobre todo, corpulento. Tenía un solo ojo en mitad de la frente y una espesa ceja oscura sobre el ojo. Dejó pasar primero a los animales y después cerró la entrada de la cueva con una enorme piedra. Entonces se dio cuenta de la presencia de Ulises y sus compañeros.

– ¿Quiénes sois? – preguntó el gigante amenazante, con una voz profunda que les heló la sangre.

– Somos guerreros y volvemos de combatir en Troya– dijo entonces Ulises- Una tempestad nos ha traído hasta aquí, y te estaríamos muy agradecidos si nos ayudaras.

– ¿Ayudaros? Claro que sí… – dijo el cíclope Polifemo, al tiempo que agarraba con fuerza a dos de los tripulantes. Y sin pestañear, se los comió de un solo bocado. Después bebió leche y se echó a dormir.

A la mañana siguiente, el cíclope Polifemo salió con un rebaño de ovejas, pero se aseguró de cerrar bien la entrada de la cueva con la roca.

– Tenemos que hacer algo para salir de aquí- dijo Ulises-. Debemos afilar uno de los extremos de la roca de la entrada.

Estuvieron durante horas trabajando, pero no les dio tiempo a terminar. El cíclope regresó con su rebaño y volvió a comerse a dos hombres más.

La ingeniosa idea de Ulises

Ulises intentó ocultar su ira, y ofreció una copa de vino al gigante. Después volvió a llenar su copa.

– ¿Cómo te llamas?- preguntó el cíclope Polifemo a Ulises.

– Me llamo ‘Nadie’- contestó él.

El vino hizo su efecto y el gigante cayó profundamente dormido. Ulises aprovechó entonces para calentar una estaca y se la clavó al Cíclope en su único ojo, dejándolo ciego. Gritó tanto que el resto de cíclopes de la isla acudieron en su ayuda. La tripulación se ocultó tras los enormes recipientes que había en la cueva.

– Dinos, Polifemo, hermano, ¿quién te hizo esto?

– ¡Nadie!- gritó él desesperado.

– Pues si nadie te lo hizo, ¿por qué gritas tanto?- Y los cíclopes se alejaron de allí.

Al día siguiente, el gigante se dispuso a salir con el rebaño de ovejas como cada día, y al abrir la entrada de la cueva, la tripulación salió junto con Ulises, que se habían atado a los animales.

Corrieron hacia las naves y comenzaron a remar a toda prisa. Ulises, desde uno de los barcos, gritó bien fuerte:

– ¡Polifemo, cuando te pregunten que quién te dejó ciego, di que fue Ulises, hijo de Laertes, de Ítaca!

Furioso, el cíclope arrojó una roca contra el barco de Ulises, sin acertar, y levantando la mirada al cielo, pidió a su padre, el dios Poseidón (dios de los mares), que castigara a Ulises por el daño que le había hecho, y que le hiciera sufrir mucho antes de que regresara a su hogar. Y ciertamente Ulises lo pasó mal en el resto del viaje.

Escucha narrado el relato del cíclope Polifemo

Ahora también puedes escuchar narrada esta historia de Ulises y el cíclope Polifemo. Utiliza para ello el canal de podcast de Tucuentofavorito.com de Spotify o este reproductor del canal de Ivoox:

Comentarios sobre esta historia de El cíclope Polifemo

El cíclope Polifemo, una leyenda de la mitología griega
La historia del cíclope Polifemo y Ulises

Tal vez esta historia de Ulises y el cíclope Polifemo te parezca cruel. Y sí, lo es, porque la mitología griega mostraba la parte más cruda de los peligros que nos acechan. Pero más allá de una historia un tanto ‘truculenta’, esta leyenda nos habla de prudencia, ingenio y resolución de problemas:

  • No te fíes, no todos te ofrecerán ayuda: Ulises desde un principio intentó mostrarse pacífico con el cíclope Polifemo. Pidió con humildad ayuda pensando que tal vez podría ganarse su confianza. Sin embargo, el cíclope era un ser cruel y primigenio que solo pensaba en aplacar sus instintos básicos. En este caso, el de comer. Para él Ulises y su tripulación era un ‘regalo’, comida gratuita que había entrado en su hogar de forma voluntaria. El cíclope Polifemo se muestra en esta historia como un ser sin escrúpulos, instintivo y sin empatía.
  • La astucia, nuestro principal aliado: Ulises tenía claro que tenía que escapar de aquella cueva, y sabía que a fuerza nunca ganaría al gigante Polifemo, así que usó la astucia una vez más. Llevaba vino encima y pensó que podía dormir a Polifemo con él. Después solo tendría que apuntar con una estaca en su punto débil: el ojo. De esta forma, le dejaría ciego y podrían escapar junto con las ovejas al día siguiente sin que el gigante les viera. El astuto plan salió a la perfección. Una vez más, el ingenio y la inteligencia sirvieron para resolver un gran problema.

«No dejes que la vanidad estropee todo el trabajo que hiciste»

— (Reflexiones sobre la El cíclope Polifemo)

  • La soberbia que nos pierde: Soberbia y vanidad pueden echar por la borda todo el buen trabajo que hacemos. Ulises se dejó llevar en el último momento por la vanidad y una pizca de soberbia y quiso que el cíclope Polifemo supiera su verdadero nombre, el nombre de aquel que había conseguido derrotarlo. Esto provocó la ira del gigante y pidió ayuda a su padre, Poseidón. Ulises a partir de entonces fue castigado y se vio inmerso en una infinidad de tormentas en el mar que le llevaron a vivir peligrosas aventuras.

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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