El Principito antes de llegar al desierto en donde se encontró con el aviador, viajó por numerosos planetas. En uno de ellos se encontró con un personaje que le produjo una gran melancolía. No te pierdas este relato breve de el Principito y el bebedor, ni las reflexiones sobre qué significa.
TIEMPO DE LECTURA: 1 MINUTO
La historia del Principito y el bebedor
Después de visitar el planeta del vanidoso, el Principito llegó a un planeta pequeño habitado por un bebedor. Fue una visita muy breve, pero sumió al Principito en una profunda melancolía.
Al llegar al planeta, el Principito vio al hombre sentado y cabizbajo. Guardaba un profundo silencio y estaba rodeado por montones de botellas. Algunas vacías y otras llenas.
– ¿Qué haces aquí?- le preguntó entonces el Principito, a quien le encantaba hacer preguntas.
– Bebo- respondió el hombre encogiendo los hombros y con voz lúgubre.
– ¿Y por qué bebes?- insistió el Principito.
– Para olvidar.
– ¿Pero… para olvidar el qué?
– ¿Para olvidar que tengo vergüenza?- confesó al fin el bebedor bajando más la cabeza. Pero el Principito no acababa de entender:
– ¿Y de qué tienes vergüenza?- preguntó.
– Vergüenza de beber- dijo al fin el bebedor, y terminó sumido en un gran silencio.
El Principito se alejó de allí perplejo y triste. Decididamente, los mayores eran muy complicados.
Qué trabajar con El Principito y el bebedor
Utiliza este capítulo del libro del Principito (El Principito y el bebedor) para reflexionar acerca de:
- Las adicciones y sus peligros.
- El control de las emociones.
- La tristeza.
- Las adicciones y la soledad.
- El sentimiento de vergüenza y remordimiento.
- La autoestima.
Claves para entender El Principito y el bebedor
- ¿Quién es el bebedor en El Principito?: El único habitante de un pequeño planeta.
- ¿Por qué bebe?: Para olvidar.
- ¿Qué representa el bebedor en el Principito?: Las adicciones y la incapacidad de dominar nuestros deseos y emociones.
Reflexiones sobre el capítulo Principito y el bebedor
Tal vez a un niño le ocurra como al Principito y no termine de entender al hombre bebedor. Se preguntará ¿pero por qué bebe? ¡Sigo sin entenderlo! Bien, esta es la explicación… de los mayores:
- Los vicios crean dependencia: La bebida, los videojuegos o incluso el móvil. Hay cientos de vicios que nos atrapan sin que nos demos cuenta y nos llevan a un círculo vicioso del que es difícil salir. Es como una rueda. Necesitas eso en concreto porque si no lo tienes sientes que lo necesitas. Porque creó en ti una dependencia tal que llegas a pensar que forma parte de tu existencia.
En ‘El principito y el bebedor’, el bebedor tenía un vicio. Un día bebió y sintió la necesidad de beber más y más. Hasta que de pronto sintió vergüenza por beber tanto, y necesitaba algo que le hiciera olvidar esa vergüenza. Ese algo era la bebida. Así que nunca podía salir de ese círculo vicioso. Así se generan las adicciones.
«El bebedor sentía vergüenza por haber caído en el vicio de beber y a la vez bebía para olvidar esa vergüenza. Así se inicia el círculo viciosos de las adicciones»
(Reflexiones sobre ‘El Principito y el bebedor’)
Reflexiones sobre ‘El Principito y el bebedor’ : Qué generan esas adicciones
- El vacío que intentamos llenar de forma superficial: Los niños tal vez se pregunten… ¿pero qué es un vicio? cuando nos sentimos solos, enojados, ignorados… cuando sentimos dolor o tristeza. Cuando una emoción negativa nos invade, intentamos deshacernos de ella. En lugar de intentar llenar nuestro interior con otras emociones que apaguen las negativas (algo que nos genere felicidad, amor, alegría), recurrimos muchas veces a objetos materiales que en un primer momento actúan de forma más rápida y nos ayudan a ‘no sentir’ esa emoción negativa.
Sin embargo, son objetos o antídotos pasajeros. Camuflan por un instante la emoción negativa pero ésta sigue ahí, latente. En el momento en el que no usamos aquello que elegimos, vuelve a aparecer y nos vemos obligados a recurrir de nuevo a aquello que funcionó durante unos minutos… Y así una vez y otra… Nos damos cuenta de que no es la solución, pero sentimos que necesitamos ese ‘antídoto’ porque si no caemos en una profunda tristeza.
«La mayoría de los vicios nacen de una incapacidad de gestionar las emociones»
(Reflexiones del Principito y el bebedor)
Una reflexión más del Principito y el bebedor: La solución está en aceptar nuestras limitaciones
- No se puede olvidar: El bebedor bebía porque necesitaba olvidar que sentía vergüenza por beber. Pero la realidad es que no podemos olvidar. Sí perdonar. Y sí asumir y seguir adelante. La única forma que tendría el bebedor de salir de su vicio con la bebida y de su círculo vicioso sería perdonarse a sí mismo y buscar otras formas de contrarrestar su vergüenza. Algo que le ayudará a mejorar su autoestima y a quererse más, a pesar de sus defectos.
- La importancia de quererse y aceptarse: En ¡El principito y el bebedor’, el bebedor solo tenía una puerta de escape a su situación. Tenía que empezar a quererse y a valorarse para no sentir vergüenza y poder huir de la bebida. La falta de autoestima es muy peligrosa, ya que nos invita a depender de otros, a seguir a otros, a sentirnos despreciables e insignificantes.
«La autoestima y el pensamiento positivo ayudan a hacer frente a las dependencias por un vicio»
(Reflexiones sobre ‘El Principito y el bebedor’)
Otras preciosas historias del Principito que pueden gustarte
El Principito es un auténtico manual de filosofía para todas las edades. Descubre sus historias. Aquí tienes algunas:
- La mejor descripción de los vanidosos, El Principito y el vanidoso: El vanidoso es aquel que piensa que todos le admiran. Al final, termina quedándose solo. ¿Sabes por qué? No te pierdas la conversación entre el Principito y el vanidoso.
- El Principito y el rey: ¿Por qué se empeñan los mayores en mostrar tanta autoridad para aparentar? Esta historia, que resulta hasta cómica, nos ayuda a reflexionar sobre la autoridad injustificada.
- El significado del símbolo de este árbol en El Principito y los baobabs: Todos tenemos miedos. Algunos son pequeños, pero otros crecen con sus largas raíces como los baobabs. Por eso hay que arrancarlos en cuanto nacen. Preciosa metáfora, sin duda.
- El Principito y la rosa: No es lo mismo amar que querer. Amar implica sacrificio y a veces dolor. El Principito nos lo explica aquí muy bien.
¿Sabías que muchas de estas historias del libro del Principito puedes escucharlas en forma de podcast? Búscalas aquí:
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Un comentario
Buen día me encanta los cuento del principito , algunos son hechos de la vida real y lo que sucede a menudo a lanhimanidad