El pájaro víctima de la bondad. Fábula china sobre la empatía

Si te interesa explicar qué es empatía, de forma que los niños puedan entenderlo, esta es una gran historia. ‘El pájaro víctima de la bondad’ nos recuerda que antes de intentar ayudar a otros, debemos conocerle bien y ponernos en su lugar. Fantástica fábula china llena de valores.

Una fantástica fábula china sobre la empatía: El pájaro víctima de la bondad

El pájaro víctima de la bondad, una fábula china sobre la empatía
El pájaro víctima de la bondad, una preciosa fábula china sobre la empatía

Una gaviota pasaba por el reino de Lu y quiso bajar hasta allí para curiosear. El marqués de Lu, que nunca había visto una gaviota por allí, se puso muy contento y mandó preparar un recibimiento por todo lo alto: con festejos, banquetes, música y bailes.

La gaviota sin embargo estaba cada vez más aturdida. El marqués solo le ofrecía platos de carne. Mandaba sacrificar a sus mejores reses para ella…

Al cabo de tres días, la gaviota murió. El marqués había agasajado a la gaviota como a él le hubiera gustado ser recibido, no como a la gaviota le hubiera gustado ser recibida.

Moraleja: «Antes de ayudar a otros, intenta ponerte en su lugar para saber qué necesitan»

(‘El pájaro víctima de la bondad’)

Escucha el podcast del relato ‘El pájaro víctima de la bondad’

¿Te gustaría escuchar el relato de esta fábula china ‘El pájaro víctima de la bondad’? Ahora puedes hacerlo, pulsando en este reproductor o bien escuchándolo AQUÍ en el canal de podcast de Tucuentofavorito, en donde encontrarás muchos más maravillosos relatos para escuchar.

Qué valores se pueden trabajar con la fábula de El pájaro víctima de la bondad

Con esta fábula china de Zhuang Zi, podrás trabajar estos valores:

  • La empatía. ¿Qué es? ¿Por qué es necesaria?
  • El valor de la generosidad.
  • La bondad.

Reflexiones sobre esta fábula china

En ‘El pájaro víctima de la bondad’, el marqués de Lu no se dio cuenta de que las gaviotas comen pescado y no carne y que los pájaros se asustan y quedan muy aturdidos con la música y el baile… no se dio cuenta porque no se le ocurrió pararse a pensar qué necesitaba la gaviota:

  • El problema de la falta de empatía: El marqués de Lu no lo hizo con mala intención, pero sin querer, contribuyó a que la gaviota muriera. Y lo hizo por falta de empatía. No le preguntó qué comía, qué le gustaba hacer… No le consultó qué cosas le asustaban. Él preparó una fiesta pensando en sus gustos, y no en los de su invitado. La falta de empatía es peligrosa. Puede ser una barrera y hasta un arma en las relaciones con otros.
  • La generosidad del marqués: Sin embargo, en esta historia, el marqués sí intento ser generoso y fue todo lo bondadoso que pudo con la gaviota. Organizó un gran festejo para ella y no escatimó en sacrificar a sus mejores reses para entregárselas a la gaviota. Fue generoso, sí, pero del modo que no debía de serlo.

Preguntas para mejorar la atención y la comprensión lectora

Si quieres mejorar la atención y la comprensión lectora de tu hijo, puedes plantearle unas preguntas sobre la fábula al terminar la lectura. Por ejemplo, estas:

1. ¿Por qué bajó la gaviota hasta el reino de Lu?

2. ¿Cómo la recibió el marqués de Lu?

3. ¿Por qué murió la gaviota?

Otros relatos sobre la empatía fantásticos

Si quieres trabajar más el valor de la empatía, también puedes utilizar estos otros relatos. ¡Son fantásticos!:

  • El mono y el pez: Se trata de una fábula africana muy antigua que nos cuenta una historia similar a la de la gaviota. ¿Qué haría un mono al encontrarse con un pez por primera vez? No te pierdas esta increíble historia.
  • La brizna: Este relato de Khalil Gibran nos recuerda que muchas veces criticamos a otros por falta de empatía. Las cosas cambian mucho dependiendo del lugar desde donde se miren. La fábula fantástica para niños y mayores.
La brizna, una fábula de Khalil Gibran sobre la humildad y la empatía
La brizna, una fábula de Khalil Gibran
  • El calcetín que no se quería dormir: Este es un cuento para niños más pequeños, que explica cómo a veces sin querer estamos haciendo daño a otros con nuestras ocurrencias y ‘travesuras’.

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Publicado por Estefania Esteban

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Soy Estefania Esteban y soy periodista y escritora de literatura infantil.

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