Por San Lorenzo (10 de agosto) comienzan a verse en el cielo una importante lluvia de estrellas (en realidad, meteoros del cometa Swift-Tuttle). A este fenómeno lo conocemos como ‘Perseidas’ (o ‘lágrimas de San Lorenzo’). Pero, ¿por qué se llaman así? El mito griego de Perseo narra el origen de este semidiós que más tarde se hizo famoso por conseguir cortar la cabeza a la terrible Medusa. Te contamos cómo fue su nacimiento y qué relación tiene con las perseidas.
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El nacimiento de Perseo y su relación con las Perseidas
Perseo no era un dios del Olimpo, sino un semidiós. Sus padres eran el dios Zeus y la hermosa ninfa Dánae. Pero, ¿cómo nació?
Dánae era hija de Acrisio, rey de Argos, ciudad griega del Peloponeso, una ciudad floreciente a donde llegaban numerosos navegantes y comerciantes. Acrisio un buen día recibió un terrible augurio de un oráculo: un nieto suyo le mataría y se quedaría con el reino.
Lleno de terror, decidió encerrar a su hija en una torre de bronce para que nunca pudiera concebir un hijo. Así, no tendría nietos y aquella visión quedaría en el olvido. Nadie le arrebataría jamás su reino.
Sin embargo, la torre podía proteger a su hija de los hombres, pero Acrisio olvidó el poder de los dioses del Olimpo. Y Zeus, que no era ajeno de la belleza de aquella joven, se encaprichó de ella. ¿Qué hizo para poder entrar sin ser visto en aquel inhóspito lugar? Tomó la apariencia de lluvia de oro, como de minúsculas y brillantes estrellas. Así pudo entrar por la pequeña ventana que se abría en lo alto de esa torre y, con esa apariencia, cubrió por entero el cuerpo de Dánae, dejándola embarazada. Nueve meses después, nació Perseo.
Perseo y Medusa
Cuando Acrisio se enteró, ordenó que encerraran a su hija y a su nieto en una caja y los lanzaran al mar. De esta forma, pensó, morirían ahogados. Pero no fue así… El mar se calmó gracias a la intervención de Zeus, que pidió a Poseidón que arropara aquella caja con delicadeza y que la empujara con suavidad hasta la isla de Sérifos, una pequeña isla situada en el mar Egeo. Allí el pescador Dictis, les acogió y cuidó. Sin embargo, el hermano de Dictis, Polidectes, rey de aquella isla, se enamoró de Dánae. Su obsesión crecía a cada instante, al tiempo que ella le rechazaba una y otra vez.
Pasaron los años, y Perseo se convirtió en un apuesto y fuerte joven. A Polidectes, que quería deshacerse del joven, se le ocurrió algo: secuestró a Dánae y pidió a su hijo la cabeza de la temible Medusa a cambio de la libertad de Dánae.
Nadie jamás había sobrevivido a aquel ser que era capaz de convertir en piedra a todo aquel que la miraba… Contra todo pronóstico, el joven Perseo consiguió vencer a Medusa, convirtiéndose así en un héroe legendario. Además llegó a tiempo de impedir que el malvado Polidectes violara a su madre. Usó la cabeza de Medusa para convertirlo en estatua de piedra y librarse así para siempre de él.
La profecía del oráculo
Ahora bien… ¿qué sucedió con la profecía del oráculo? Por supuesto, se cumplió… pero no como Acrisio esperaba. Resulta que Perseo se casó con Andrómeda, hija de los reyes de Etiopía. Aunque no fue fácil conseguir su mano… La bella joven estaba encadenada a unas rocas. Sus padres (y sobre todo su madre, celosa de su belleza) habían decidido ofrecerla a un monstruo marino.
Perseo, que llevaba unos zapatos alados que una ninfa le regaló por matar a Medusa, pudo acceder a aquel lugar y matar al monstruo con ayuda de la cabeza de Medusa. El monstruo quedó convertido en coral.
Perseo pidió la mano de la joven a sus padres, pero ella había sido prometida al príncipe Fineo. Perseo luchó contra él y todo su séquito y consiguió vencer y hacerse al fin con la mano de su amada.
Cuando Acrisio se enteró de que la pareja iba a regresar a Argos, huyó por miedo a que se cumpliera aquella visión, y escapó a una ciudad llamada Larisa. Sin embargo, Acrisio acude allí a unos juegos recién creados, sin saber que su nieto participa en ellos.
El joven Perseo probó con el disco, pero en un momento del lanzamiento, este hace un giro inesperado e impactó contra la cabeza su abuelo, Acrisio, causándole la muerte y dando por cumplida de esta forma la profecía.
Sin embargo, Perseo, dolorido ante la muerte de su abuelo, rechazó gobernar Argos, y cambió el trono de este lugar por el de su primo, Megapentes. De esta forma, Megapentes se convirtió en rey de Argos y Perseo, por su parte, en el rey de la ciudad que hasta entonces gobernaba su primo: Tirinto.
Claves para entender el mito de Perseo y las perseidas
- ¿Quién es Perseo?: Un semidiós, hijo de Zeus y la ninfa Dánae.
- ¿Quién era Dánae?: Una hermosa ninfa, hija de Acrisio, rey de Argos, y de la hija de los fundadores de Esparta, llamada Eurídice.
- ¿Cómo nació Perseo?: Zeus se convirtió en lluvia de oro y cubrió el cuerpo de Dánae, dejándola embarazada.
- ¿Por qué intentó el rey de Argos, Acrisio, deshacerse de su propia hija y de su nieto?: Porque un oráculo había predicho que su nieto le mataría y se quedaría con su trono.
- ¿Qué hizo Acrisio para deshacerse de su hija y su nieto?: Les encerró en una caja y los lanzó al mar.
- ¿Quién cuidó de Dánae y Perseo?: Un pescador de la isla de Sérifos: Dictis.
- ¿Qué ordenó hacer a Perseo el rey de Séfiros para deshacerse de él y quedarse así con su madre, Dánae?: Debía cortar la cabeza de Medusa.
- ¿Cómo se libró Perseo del rey Polidectes?: Le convirtió en estatua de piedra con la cabeza de Medusa.
- ¿Se cumplió la profecía de Argos?: Sí, pero Perseo no quiso ser el rey. Cambió el trono a su primo por el de Tirinto.
Comentarios sobre el mito de Perseo
Ahora entenderás por qué se llaman perseidas a esa espectacular lluvia de estrellas que cada año se ven entre el 10 y el 12 de agosto. Recuerdan a la forma que Zeus adquirió para engendrar a Perseo, un semidiós que consiguió convertirse en un mito legendario al derrotar a la todopoderosa Medusa y librar a su madre del malvado Polidectes.
- El destino ¿existe?: Este mito griego plantea una vez más el tema del destino escrito ‘en las estrellas’. El rey de Argos conocía su futuro e intentó cambiarlo por todos los medios, pero aún así, el futuro llegó tal y como el oráculo le había advertido. Por más que él intentó escapar de la muerte, la encontró en el lugar más insospechado y en el momento menos esperado. Esto nos recuerda al famoso relato del Rey y la muerte, en donde un rey intenta sin remedio escapar de su destino.
- La valentía y ética de Perseo: El guerrero Perseo no solo es capaz de vencer a la poderosa Medusa, con ingenio, astucia y temple, sino que además demuestra tener unos fuertes valores al rechazar el trono de Argos. Él no deseaba dar muerte a su abuelo, a pesar del mal que les había hecho. No guardaba rencor, supo perdonar. Y la muerte de Acrisio, al fin y al cabo, fue un accidente. Todo un ejemplo, una luz en medio de la oscuridad en las terribles historias de la mitología griega.
Una reflexión más sobre el mito de Perseo
- Perseverancia por amor: Perseo también representa la fuerza del amor, la fuerza que todo lo puede. Cuando se enamora de Andrómeda, una inmensa fuerza le lleva a luchar contra el terrible monstruo marino y vencerlo. Pero fue el único obstáculo a su amor. Después también tuvo que deshacerse de Fineo y sus guardias. Perseo luchó y venció, perseveró y conquistó al fin a la hermosa Andrómeda, con la que más tarde tuvo siete hijos.
Otros increíbles mitos griegos que te enamorarán
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- Mito de Pigmalión: ¿Sabes por qué se habla del efecto de Pigmalión como la capacidad de unos para influir en las consecuciones de otros? Esta historia nos lo explica.
- La historia de Hefesto: Era el dios ‘deforme’, feo y rechazado en el Olimpo. Por eso fue expulsado. Pero consiguió regresar con la cabeza bien alta, convirtiéndose en el herrero de los dioses. No te pierdas su rocambolesca historia.
- La desdichada Casandra: Todos desearíamos poder ver el futuro, ¿o no? Era el sueño de Casandra, pero cometió un error y fue castigada. Podría ver el futuro, sí, pero nadie la creería jamás, de forma que nunca podría cambiarlo.
Y recuerda que algunos de estos mitos también los encontrarás narrados mediante podcast aquí:
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